Capítulo 8

8.2K 679 57
                                    

Hillary punto de vista

—¿Ocurre algo? —pregunté una vez que estuvimos bastante alejadas, pero aún con Harry a mi vista. Él nos observaba algo inquieto y me provocaba ternura ya que se veía dispuesto a esperarme para ir por ese trago.

—¿Qué insinúas? —me preguntó con el ceño bastante fruncido, mostrando molestia. Ladeé la cabeza y la sacudí levemente muy confundida ante su enojo. ¿Qué hice ahora?

Francesca lanzó una mirada con recelo hacia el rizado y luego se acercó más a mí, sacando una revista que se encontraba bajo su abrigo; me señaló la portada y cuando vi claramente qué era lo que realmente estaba ocurriendo, no sabía si reír o matar a alguien.

En efecto, y usando toda la portada, estábamos Harry y yo con un gran título: "¡Styles sabe rugir!" y algunos otros detalles de nuestra estadía en Ghana, la mayoría mostrando las mas estúpidas mentiras. No evité en soltar una carcajada al leer esas palabras, me parecía completamente ridículo.

—¡No te rías! —me reprochó la mujer volviendo a guardar la revista—. Se suponía que viniste a trabajar en tu práctica, no a coquetear con celebridades.

—¡Pero si a eso vine! —protesté una vez que mi risa disminuyó por completo—. No he faltado ningún día acordado y he cumplido con mi deber.

—Esa foto me muestra lo contrario —se cruzó de brazos y yo rodeé los ojos—. Como sea, estás arriesgando tu estadía aquí y Harry lo está haciendo con su imagen. Vuelvo a ver algo como esto y considera tu práctica por finalizada. 

Luego de recibir ese ultimátum, dio la vuelta y se marchó, desapareciendo por el área de los ascensores. No evité en soltar un fuerte resoplido y hacer un gesto con mis manos como si estuviera ahorcándola por atrás.

Si tuviera la oportunidad, juro que lo haría.

Pero en cierta parte, tenia razón. Vine a este lugar con el propósito de terminar mis estudios de la mejor manera posible con la práctica profesional, o por lo menos hacer lo que más me apasionaba. No debía tener ningún tipo de distracciones, y al parecer Harry se estaba transformando en uno.

Me sobresalté al sentir que alguien había tocado mi hombro, tomándome completamente desprevenida. Giré y vi al rizado de ojos verdes con el ceño fruncido.

—¿Pasó algo? —preguntó ladeando su cabeza. Negué, haciendo que una sonrisa saliera de sus labios—. Entonces, ¿aún quieres tomarte ese trago conmigo?

Apreté mis labios, pensándolo por un momento, aún con las palabras de Francesca torturándome la mente. Una parte de mí me decía que fuera, la otra parecía amarrarme a un árbol para que no lo hiciera.

Solté un suspiro, mirando mi reloj y haciendo una mueca—. Es tarde, debo irme a dormir para mañana.

—Oh, vamos muñeca, sólo un par de horas —alargó tomando mis brazos y con su típica sonrisa arrogante pero volví a negarme, zafándome de su agarre.

—Un no es no, Styles —respondí seca y en cuanto supe que había sido cortante, relajé mi mirada—. Lo siento.

—Pero...

—Buenas noches —me apresuré a decir, despidiéndome con la mano y dando un trote ligero hacia el ascensor. Las puertas se cerraron, viendo por última vez el confundido y decepcionado rostro de Harry.

Y por una extraña razón me sentí la peor persona del mundo.

***

Observaba mi libreta abierta, aún con el articulo que tenía dispuesto a publicar inconcluso. Intentaba mencionar mis experiencias tanto en la reserva como en aquella aldea en donde fui con Harry, pero al parecer no era suficiente. Algo me faltaba, y a pesar de tener ese sentimiento, no lograba encontrar el qué.

Dear Africa » harry styles (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora