DESPUÉS DE LA DISCUSIÓN CON LILY.
THOMAS
La burbuja que me envuelve no me deja asimilar lo que pasa a mi alrededor, las pocas personas que pasan al frente de mí las veo caminar en cámara lenta de un lado a otro, llevan tragos, drogas...
Dios...
Llevo mi cabeza hacia atrás chocando con el suave respaldar del cómodo sofá, puedo ver mi reflejo en el tejado, no me asusto cuando apagan las luces para dar paso a que se adentren otras de colores estilo "disco", simplemente estoy en un estado en donde inconscientemente pienso... que ya todo terminó.
Terminó mi amorío con Lily, terminó mi falsedad...
Y admito que el significado que le doy a lo que tuve con ella no me gusta, pero de una u otra manera sabía que solo eso estábamos destinados a tener por quién yo aparentaba ser la mayor parte del tiempo que estuvimos juntos.
Intenté ser el chico que nunca se equivocaba, el que decía las cosas correctas, el que estaba en todo momento. Traté de darle el concepto del chico perfecto y estoy seguro que ni con esa imagen hubiéramos logrado construir algo.
«Porque yo no era perfecto, así como ella tampoco era perfecta».
Y el pensamiento anterior me hace recordar que hubo pocos deslices por mi parte en donde le mostraba quién era realmente, y esos pocos deslices fueron suficientes para darme cuenta de si no funcionamos mientras yo fingía, menos lo habríamos hecho si sacaba y exhibía al verdadero Thomas.
Ese impulsivo, ese celoso, ese perfeccionista extremo, ese controlador... y tal vez un montón de cosas más que ahora mismo no puedo recordar y mencionar acerca de mí.
No puedo negar que ahora sí pienso en que no me gustó que fuera ella la que me terminara de quitar esa máscara que tenía, porque fue una que inconscientemente fui creando para ella.
Pero bueno, también le agradezco porque me siento libre, me siento yo, o no, no me siento yo, me siento mucho mejor, porque me estuve ocultando por tanto tiempo que no sé de qué me perdí sin ser yo mismo, y no tengo miedo de averiguarlo, de explorarme.
Por ello, decido ponerme de pie y cuando lo hago quedo frente a un montón de personas que bailan, fuman, toman y hacen una que otra cosa más. La música empieza a entrar por mis oídos hasta que llega a mi cerebro introduciéndome en el ambiente en el cual he estado todo este tiempo, pero que me había negado a sentir.
Ambiente de locura, de diversión, de adrenalina...
Agradezco cuando mis pies empiezan a hacerme avanzar haciendo que evite el miedo y de paso a los nervios y la curiosidad, paso por en medio de todos hasta llegar a una mesa en donde está por lo que Lily preguntó cuando llegamos.
Y bueno, señoras y señores, ahora mismo pienso en aprovecharme de esa reputación que tengo, vamos a darle protagonismo esta noche, vamos a hacerla un poco realidad.
—Dame dos rayas.
Le pido y me las da, saco lo que valen de mi billetera y las pago, no lo pienso dos veces para metérmelas, luego me voy por una cerveza dando inicio a mi locura en la que minutos después estoy bailando con mujeres que nunca he visto, las veo bailarme rozando su trasero contra la tela que cubre mi miembro, otra pasa sus manos por mis pectorales desde atrás, incluso me lame el cuello incitándome a que me vuelva hacia ella y le devore los labios con fiereza, veo sobre mi hombro y tomo los de la otra y así sigo hasta que mis dedos sienten la humedad de una de ellas, porque en medio de toda la oscuridad que hay, decidí sentir una de las mil cosas que amo de las mujeres y esa misma chica jadea en mi oído mientras me sigue bailando, yo no verbalizo ni una sola palabra, solo disfruto de su goce hasta que siento la mano de la otra chica masajeándome de arriba a abajo por encima de la tela de mi pantalón.
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¿CÓMO APRENDÍ A VOLAR? Libro 1. ✅
Romantik¿Cómo te das cuenta que aprendiste a volar? ¿La vida, las personas o tal vez ambos... te impulsaron a volar? Porque si soy sincera, a mí fueron ambas. Soy Lily Meinster, chica de tan sólo dieciséis años con mentalidad de más de veinticinco gracias a...