CAPÍTULO VEINTIDÓS

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LILY

El ambiente pesado no se desvanece e incluso soy capaz de sentir lo tenso que está el perfecto hombre que me tiene tomada por atrás. Abraham tampoco colabora, viéndolo de una manera que me hace sentir disgusto, haciendo que la primera impresión que tenga sobre él sea; me cae mal.

De primera instancia cuando lo vi me causó relevancia sus ojos, porque ¿a quién no? Después de eso sentí... timidez y ahora con esto concluyo el cómo me cae, y es como ya lo pensé, me cae mal.

Tiene la actitud de típico niño millonario que se cree superior a todos por algo tan controversial como lo es el dinero, y digo controversial porque el dinero es simple, pero a la vez valioso.

— ¿Te comió la lengua el caballo o qué?

Respiro llenándome de aire cuando escucho a Thomas preguntarle con ese tipo de tono que suena interrogativo, ansioso por saber la respuesta a algo importante.

Me sorprendo por lo que hace Abraham, que es bajar la mirada para verme directo a los ojos.

—Un gusto, Lily.

Se va caminando y lo sigo con la mirada hasta que desaparece saliendo de los establos, luego siento como Thomas me gira sobre mi eje para dejarme pegada a su cuerpo, alzarme la barbilla y estampar sus labios contra los míos.

Cierro mis ojos dejándome llevar por el beso que me hace un desequilibrio enorme, llevo mis manos por detrás de su nuca invitándolo a que no se aleje y siento sus manos en mi cara acariciándomela con las yemas de sus dedos pulgares hasta que las empieza a bajar por mis brazos, terminando en mis caderas.

Me pongo un poco a la defensiva cuando por primera vez nuestras lenguas hacen contacto, porque no quiero hacerlo mal, no quiero crear una piscina, de verdad que no, y eso me impulsa a alejarlo viéndolo a los ojos encontrándome con la confusión en ellos.

—No sé besar con lengua, ¿Qué tal y haga una piscina bocal?

Hace una cara de disgusto, seguido levanta sus cejas y dice:

—De acuerdo, mi inspiración se fue a como se fue Zayn de One direction.

No sé si reir o llorar, ahora que lo pienso si se escuchó bastante asqueroso lo que le dije, eso me hace querer reírme, pero lo de Zayn me hace querer llorar, lo que lleva a que segundos después me esté riendo con los ojos húmedos obligándome a llevar mis índices a la parte interna de mis ojos para evitar que salgan dos pequeñas lágrimas.

Me voy a abrazarlo riéndome y él toma mi cara para dejar un piquito.

—Hallie ya llamó a su padre, por eso vine—acaricia mi cabello—, y pues, también a robarte besos, a quién quiero engañar.

Le sonrío para luego voltearme e ir a cerrar el portón de Webster, ya que su nuevo dueño ni siquiera eso pudo hacer.

—Adiós belleza, y no le hagas caso a los rumores o cualquier otra cosa, eres todo un encanto.

Dicho eso me voy hacia Thomas, salimos del establo encontrándonos con Ian y Hallie justo en la esquina del mismo. Hallie está viendo su celular una cara que grita; estoy harta. No me atrevo a preguntar ni nada sólo me quedo junto a Thomas y minutos después, su cara cambia a una de; estoy feliz.

En fin, Hallie Stone.

Me vuelve a ver hablándome de que le habló a mi mamá desde Facebook y le preguntó que si me podía quedar hasta el día de mañana, a lo que ella respondió que sí, también me habla de que mamá le dijo que vendría a dejarme ropa y demás, cosa que de cierta manera me alegra mucho ya que necesitaba un fin de semana como este en donde me pueda relajar de todo lo que fue la semana, carreras por aquí carreras por allá, que comprar esto y aquello, coordinar para vernos y hacer adornos, listas, etc...

¿CÓMO APRENDÍ A VOLAR? Libro 1. ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora