Al fin era recreo, ya no aguantaba otro minuto más hablando sobre la Revolución Francesa.El recreo era el único momento en que no había profesores en el curso decidí quedarme a terminar una tarea que no había hecho y debía que entregarla a la hora siguiente. Saque mi celular de la mochila, entre al buscador de Google a investigar sobre lo que nos pidió el profesor de biología (que por cierto lo hizo la semana pasada). Si, se que tenía tiempo de hacer la tarea, pero entre la orquesta, pintura, yoga y trabajos de otras materias, se me había pasado.
A pasar de cinco minutos ya había terminado de hacerla, era solo copiar el significado de una palabra. Entonces me dispuse a entrar a Insta y contestar a este misterioso chico.
Pues sí, no tienes ninguna foto y en tu perfil no se ve tu rostro, que pretendes que crea.
¡Sí, estoy segura que quiero eso, y no soy pequeña.!Me daba intriga como me hablaba y me hacía reír. La forma en la que manejaba la ironía me sorprendía.
Está bien, me atrapaste, soy un asesino en serie y estoy sacándote toda la información para luego ir a tu casa y asesinarte a sangre fría mientras duermes pequeña.
Me eche a reír y a la vez me molesto, como podía decirme pequeña, ni siquiera me conocía, yo no era pequeña y me irritaba que un extraño me llamara así, pero me agradaba.
Pero lo que no sabes, es que tengo una varita mágica lo cual es muy poderoso y con solo decir una palabra estarías muerto. ¡QUE NO SOY PEQUEÑA!
Su contestación cayó dos segundos después de mi último mensaje. Al leerlo sonreí como una ingenua con el celular en mis manos. Estaba a punto de contestarle cuando alguien movió el picaporte de la puerta, y vi una mano que la empujaba lentamente para abrirla, entre en pánico así que inmediatamente apague mi celular y lo tire en la mochila.
-¡Eres pendeja o te haces!- le dije a Eda que casi me mata de un infarto.
-Auch, me lastimas con tu comentario -. Le fulmine con la mirada por hablarme con sarcasmo.
-Mira si me pillaban con el celular.
-Pero no paso, pero cuéntame ¿con quién te hablabas que sonreías tanto?
Sentí como el calor subía por mi cuerpo al escuchar esa pregunta, ni siquiera me había dado cuenta de que me estaba riendo con el celular en mis manos, por lo cual no sabía que contestarle, no quería decirle que me estaba hablando con un completo extraño, así que le dije lo primero que se me vino en mente.
-Estaba viendo memes en insta. Nada de otro mundo Eda.
-Ya casi me ilusiono, pensé que hablabas con alguien- hizo una pausa y me miro con cara de satisfacción- un chico tal vez.
-Vamos, sabes que mis padres no me dejarían.
-Pero, si no se enteran, no hay delito.
Sonó el timbre dando por finalizado el recreo y entraron todos al curso. Empezaban otras 4 horas de sufrimiento antes de volver a casa.
Llego la hora de la salida. Tintineo el timbre con señal de que teníamos que juntar nuestros útiles, para salir a formar y despedir a la bandera. Seguidamente del saludo, el rector se encargo de decir unas palabras, dando así el permiso para retirarnos.
Inmediatamente ya había salido del establecimiento partiendo rumbo a mi casa.-Oye, te parece hacer algo hoy a la tarde- me dijo mi amiga, casi gritando, ya que nos encobrábamos casi a 100 mts. de distancia una de la otra
-Puede ser, depende la hora, acordarte a las 6 pm tengo orquesta- le respondí también con un tono de voz alta.
-Dale, te caigo después de almorzar- me aseguro y decidí ponerme en marcha a casa.
En el camino también transitaban el resto de los chicos del instituto. Solía ir adelante con uno de mis compañeros del curso, apresurabamos el paso ya que mucho no nos apetecía ir con el resto de los jóvenes. Pero también, porque vivía cerca del colegio y si tardaba más de la cuenta se me podía armar la 3ra guerra mundial.
-Oye, te apetece ir a vóley hoy a la noche con Eda- me dice Aron.
Era un muchacho un poco más alto que mi amiga, tenía el cabello, piel e iris de color blanco. Físicamente se encontraba bien, no era muy grandote.-Si no me coincide en el horario que tengo ensayo con la orquesta, tal vez, y tendré que hablar con ella a ver que le parece la idea- le afirme sabiendo que mis padres no me dejarían ir si era muy tarde.
-Dale, si deciden ir, envíame un mensaje.
-Bueno.
Seguidamente de esa charla, seguimos hablando un rato más. Pero de pronto lo veo un poco dudoso, su cara había cambiado.
-Damne- me dice medio tímido, como dudando de algo.
-¿Si, pasa algo?- le mire frunciendo el ceño y levantando mis cejas, él se quedo callado unos minutos y no dijo nada, solo miro para todos lados, intentando agarrar coraje para hablar.- Aron, ¿pasa algo?- volví a decir al ver que no contestaba.
-No, nada Damne, olvídalo- dijo tartamudeando. Dude de aquello.
-Bueno está bien- respondí con astucia. En ese momento teníamos que tomar caminos separados, ya que su casa quedaba hacia el otro lado de la mía.
- Chau, nos vemos hoy a la noche, si van a vóley.
-Dale, te estaré avisando, nos vemos.
Al llegar a casa, fui directo a mi habitación, me saque aquel uniforme horrendo y me puse un shorts flojo celeste con una remera roja flojita que tenía unos búhos en el medio. Salí de mi habitación y fui a la cocina, mi padrastro ya había echo la comida, así que tuve que preparar la mesa para poder sentarnos a almorzar.
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¿Que hubiera pasado si...?
Storie d'amoreÉl era esa clase de amores que nunca llegan a ser más que en sueños, ya sabes, esos de palabras bonitas, deseo ligero y que te mira como si fueras magia, de esos que luego se llenan de tristezas y hojas secas. Uno de esos que se recuerdan como: ¿Qu...