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Cuando el doctor visitó la residencia del modelo por primera vez se sorprendió de lo hermosa que era. En realidad tenía a muchos pacientes adinerados y cada casa que visitaba era lujosa y extravagante, sin embargo esa tenía un toque distinto. Parecía ser que era mejor llamarla hogar en lugar de casa.

No sabía si era porque la madre de Hyungwon se la dejó en heredad y la había comprado con el pensamiento de que el pequeño Hyungwon creciera libre y feliz, pero la villa era hermosa y elegante. Ahí perfectamente podrían vivir unos adinerados padres pero también unos felices hijos.

Mientras caminaba detras de su manager, quien le mostraba el camino, se perdió un poco en lo casualmente hermosas que parecían las mañanas en ese lugar rebosante de flores con colores vívidos y el sonido del viento mezclado con el canto de los pajaritos. Al menos así de lindo fue hasta que al entrar a la casa escuchó el desagradable sonido de las arcadas.

No le costó saber de donde provenían y aunque recién acababan de llegar, tanto la mujer como él corrieron en esa dirección sólo para encontrarse a un débil Hyungwon siendo sostenido por los fuertes brazos de Wonho, junto a la señora que cuidaba de la casa quien sostenía el rubio cabello del delgado para evitar que cubriera su rostro.

Nadie dijo una palabra hasta que Hyungwon dejó de vomitar y fue ayudado por Wonho a limpiarse y cambiarse de ropa, ya que antes ni siquiera había tenido tiempo de quitarse el pijama.

Poco después ambos chicos vinieron a la sala de estar donde esperaban los dos adultos mayores en silencio.

—Sentimos mucho la tardanza. —dijo Wonho ayudando a Hyungwon a sentarse lo más cómodo posible, arreglando un par de cojines antes de irse a la cocina a traer un vaso con agua para él.

El médico negó inmediatamente.

—No hay ningún problema. —entonces miró a Hyungwon quien parecía un poco mareado por el reciente vomito del cual no se recuperaba todavía. —¿Cómo te sientes?

Hyungwon lo miró, y aunque lucía cansado, pálido y un poco enfermo, sonrió.

—Estoy bien. —dijo con firmeza, sorprendiendo al resto. —No es como si no hubiera pasado por esto antes, ya hasta me estoy acostumbrando. Quizá en un futuro lo extrañe. —bromeó.

Al escucharlo hablar, la mujer tuvo la intención de decir algo, pero tan pronto como Hyungwon se dio cuenta que iba a decir algo, carraspeó la garganta y apartó la mirada de ella, sin ánimos de ocultar su desdén.

En ese momento Wonho volvió y aparte del vaso con agua, le trajo un recipiente con un montón de helado de pistacho y un par de bananas que Hyungwon tomó, depositó en el recipiente e hizo papilla junto al helado, para finalmente comer un gran bocado de la extraña mezcla.

—En los últimos tres días ha sido su desayuno favorito. —dijo Wonho con una sonrisa, tratando de excusar el comportamiento de su novio.

—¿Tú vives aquí con él? —preguntó el doctor.

Wonho negó con una sonrisa triste.

—Nuestros trabajos no nos permiten pasar mucho tiempo juntos asi que tomo vacaciones cuando él toma, y acordamos que nos quedaríamos juntos en esta villa durante los días de vacaciones. —suspiró. —No esperamos que nuestras vacaciones fueran tan caóticas, pero me alegra haber estado desde el primer momento de este asunto, así no me perderé ningún detalle.

Después de comer varios bocados más, Hyungwon se dirigió al doctor una vez más.

—Así que es momento de hablar... —dijo casi con temor.

El doctor asintió.

—Aunque todavía no hay nada confirmado, creo que es importante que dejemos en claro cuales son los asuntos importantes tanto médicos como legales de este asunto. —explicó. —Primero hablemos de ti. —sugirió. —El otro día en el consultorio no pude explicarte bien, porque ni siquiera sabía que no conocías tu condición. —sacó unos papeles de la carpeta que tenía en la mano y los depositó en la mesa del centro. —Primero quiero que sepas que tienes un cuerpo hermoso y privilegiado por la naturaleza, ya que eres parte de un muy pequeño porcentaje de personas que cuenta con una mutación genética con un organo extra al que se ha denominado como “tracto genital reproductivo”.

La Forma De Los Sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora