17.

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El lugar fue invadido por un sepulcral silencio que ninguno de los presentes se atrevió a romper debido a que la reacción de Hyungwon era impredecible ante esas palabras que habían sido dichas, pero el silencio no duró mucho ya que su mal humor fue todavía más fuerte que cualquier otra cosa.

—¿Que tonterías dices? —replicó casi con desprecio. —¿Siquiera mereces mencionarla?

La mujer bajó la mirada, sabiendo que había sido un error grave de su parte no hablar antes, pero nada podía hacer para compensarlo, más que decir todo lo que sabía aunque fuera tarde.

—Sé que debí decírtelo hace mucho, es sólo que no encontraba el momento. —dijo con tristeza. —Estoy tan...

—No quiero escucharte ahora. —la interrumpió dejando en claro sus duras palabras.

—Pero debes. —replicó la mujer. —Es decir, si decides tener al bebé igual que tu madre... ¿Cómo podrías saber criarlo y asegurar su bienestar si no te conoces a ti mismo primero?

Al incluir a una nueva persona a la ecuación fue notorio el cambio en Hyungwon, pero aún así sentía que no podía quedarse callado, al menos hasta que Wonho abrazó su cintura y silenciosamente lo invitó a calmarse.

—Tranquilo, el bebé va a estar bien. Lo vamos a cuidar bien... —le prometió en un susurro. —Pero primero escuchemos lo que tienen que decir y después puedes tomar una decisión sobre su relación.

El doctor supo que a ese punto era muy difícil que Hyungwon estuviera dispuesto a escuchar a la mujer, así que aprovechando la confianza que el chico tenía en él, tomó la palabra sin pedirla y decidió explicar los hechos desde su propia perspectiva.

—La persona que te dio a luz era un hombre andrógino muy hermoso que jamás se identificó como hombre. —dijo con nostalgia recordando eventos del pasado. —La primera vez que llegó a mí ni siquiera tenía fama. Era muy joven y entró a mi consultorio vistiendo un hermoso vestido con un patrón floral, asegurando sentir molestias estomacales. —Hyungwon miró fijamente la expresión del nostálgico doctor. —Su carrera en el modelaje estaba empezando para ese entonces, y los nervios y la presión por alcanzar la perfección lo estaban llevando a hacer dietas que a la larga podían ser perjudiciales, por eso le comenté sobre algunos chequeos médicos que deberían hacerse para asegurar que su salud estuviera bien, y entre ellos recomendé un chequeo ginecologico para evitar infecciones o algo por el estilo, y fue ahí cuando con las mejillas tintadas de rosa me confesó que no hacía falta, y avergonzado se disculpó conmigo como si hubiera cometido un delito. Después de eso me convertí en su médico de cabecera y pocos meses después, su fama se disparó.

El doctor hizo una pausa y notó que la joven pareja lo escuchaba con atención.

—Entonces... —susurró Hyungwon. —Respecto a mí...

—Descubrí accidentalmente su condición de naturaleza fértil y comencé a estudiarla. Cuando se lo dije, ella estaba increíblemente feliz al punto de llorar de tan sólo imaginarse siendo madre, y aunque le advertí que la tasa de fertilidad era muy baja, dijo que no le importaba en absoluto, que daría a luz a un hijo. —al ver el ceño fruncido de Hyungwon, suspiró. —Supongo que todo este tiempo te dijeron que fuiste producto de una fertilización in vitro, pero aunque fuiste uno de los bebés más deseados del planeta, ese método sería prácticamente imposible en su condición, así que seguramente fuiste un proceso tan natural como el del bebé que esperas.

El delgado estaba sorprendido.

—Entonces, mi padre... —susurró.

—Lamento no poder dar más información. —se excusó el médico. —Sólo puedo hacerte saber lo que sé, lo que ocurrió dentro de mi consultorio y lo que vi, pero esa parte de su vida no la conocí jamás.

Hyungwon soltó un leve suspiro y sonrió un poco triste.

—No importa, yo sólo... —buscó las palabras por varios segundos. —Sólo quisiera saber por qué sería imposible una fertilización in vitro.

El médico asintió sabiendo que aquella pregunta sólo había sido hecha para evadir las verdaderas cuestiones que Hyungwon deseaba hacer.

—Según mi experiencia en estas décadas estudiando a hombres con las mismas condiciones físicas que tú, sé que ese método es en vano porque la fertilidad de un hombre sano que puede dar a luz es del 5% en comparación a una mujer sana. —explicó. —Y después del parto, esa pequeña posibilidad se reduce a menos del 0.01% lo cual es medicamente nulo, sobretodo en quienes concibieron sin esfuerzo el primer bebé.

Instintivamente se llevó la mano al abdomen.

—Significa que probablemente no habrá otra posibilidad en el futuro... —dijo con temor, a lo que el doctor respondió con un asentimiento.

—Ahora que saben todas estas cosas, ¿cómo se sienten? —preguntó el médico. —Si deciden seguir adelante con el posible embarazo deben saber que hay un largo camino en el aspecto médico que acabará en una cesárea y un par de meses de recuperación.

La mujer por fin se atrevió a hablar de nuevo.

—Por la parte legal habrán muchos acuerdos de confidencialidad, la gente que se involucre tiene que ser de confianza y el trabajo debe de organizarse mejor para que se compense el tiempo en el que no puedas trabajar. —explicó. —También tomemos en cuenta el asunto de que no podrás viajar tan fácilmente más adelante.

Hyungwon de repente pareció mareado, así que Wonho lo abrazó por la cintura y dejó un beso en su cabello.

—Veo que hay mucho por hacer y poco en lo que pueda ayudar... —dijo con pesar. —Afortunadamente Hyungwon y yo ya hablamos sobre el tema del bebé y hemos decidido tenerlo. —explicó con una sonrisa dulce. —A menos que Hyungwon decida interrumpir el embarazo, todo el proceso se seguirá haciendo como mejor sea conveniente para que pueda llevar una vida equilibrada entre el trabajo, el bebé y su propia salud. —dijo con profesionalismo. —Sin importar si su decisión se mantiene o cambia, tendrá mi total aprobación y apoyo. Del resto nos ocuparemos poco a poco, muchas gracias por toda la ayuda.

Ambos adultos mayores observaron con respeto al chico que parecía apoyar incondicionalmente al asustado Hyungwon, y se sintieron aliviados de saber que pese a la situación difícil e incierta, esta persona parecía ser un hombre maduro y responsable, más que cualquier otra persona.

Y así, después de discutir un par de temas superficiales más, los adultos se despidieron para por fin irse de la villa y dejar a la joven pareja hablar de la situación con tranquilidad y tratar de disfrutar el poco tiempo de vacaciones juntos que tenían, pero cuando la mujer estaba a punto de retomar su camino, Hyungwon la detuvo por el brazo.

—Supongo que no era tan fácil de decir... —susurró sin mirarla.

Ella lo observó en silencio y finalmente lo abrazó fuertemente, sin ánimos de excusarse o dar más explicaciones de las que había dado, sobretodo porque su relación jamás fue tan emotiva, asi que la única manera que encontró de demostrar que todo podía volver a la normalidad sin rencores fue actuar como lo hacía normalmente.

—Te veo el lunes, Heng Yuan. —dijo en tono malvado, a modo de recordatorio de que sus vacaciones no serían infinitas.

El modelo hizo una mueca de insatisfacción.

—Cómo te odio a veces... —replicó.

Y finalmente la casa volvió a quedar sumida en la tranquilidad de las miradas de dos amantes que realmente no sabían qué hacer, pero que iban a intentar dar lo mejor de sí de todos modos.

Después de todo, la nueva
jornada ya había empezado.

Después de todo, la nuevajornada ya había empezado

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