Capítulo 2

497 28 47
                                    

|Victoria|

— ¿Cómo te la estai pasando? — Me gritó la Sofi sobre la música.

Estamos bailando en un tipo de círculo con tres de sus amigas, que son super lindas. Se presentaron y me integraron sin que yo tuviera que decir mucho. Son cuatro, la Stefy, la Cata, la Joaquina y la Titina, aunque la tercera está sentada en la sala de estar porque estaba cansada después de tanto bailar.

— ¡Bien!. — Ella me sonríe super feliz por la respuesta.

— Te lo dije. — Me dío una vuelta y siguió cantando la canción que sonaba desde un parlante gigantesco.

La Stefy, Cata y Titina hacen barra y se ríen. Bailo un poco más con ellas pero rápido me entran ganas de ir a sentarme para descansar, les aviso que ire a acompañar a la Joaki y todas asienten.

— ¡Cualquier cosa estaremos aquí! — Me gritó la Sofi mientras voy camino a la casa.

 Le grité que volveria altiro mientras agitaba el brazo.

Entré a la casa y altiro vi a la Joaki sentada mirando enojada su teléfono. Me acerqué algo nerviosa a ella y me senté a su lado pero manteniendo distancia, los otros sillones están llenos de mochilas y carteras. Se dio cuenta de que estaba ahí y me miró con una sonrisa.

La Joaquina es muy linda, su pelo es largo, café clarito casi rubio y con ondas, ojos oscuros, pecas y un delineado perfecto. Sus pantalones anchos y top corto negro con unas mangas largas pegado a su cuerpo la hacian ver aún más mina. Cuando sonríe transmite confianza altiro y fue la primera que me incluyó con las demás.

— Hola, Vi ¿Igual te cansaste?. — Me preguntó dejando boca abajo su celular.

— Si, ya no podía seguirle el ritmo a las chicas. — Dije con la voz agitada.

La música cambia a "Ou Dá Ou Desce" y las dos vemos a través del gigantesco ventanal como las chicas se ponen a hacer el baile del video. Empezamos a reír y luego la miro, su sonrisa es media triste.

— Oye, ¿estaí bien? — Le pregunté tratando no parecer muy preocupada para que no se sintiera presionada a decirme.

Su sonrisa se borra y se vuelve completamente triste, se encoge de hombros y ve de reojo su teléfono.

— Estoy hablando con un saco de weas. — Trató de sonar divertida pero no le salió. Cuando dijo lo último no sonó molesta y eso me hizo pensar que tal vez no lo decía totalmente como insulto.

No quiero parecer metiche pero siento que tal vez quiere hablarlo, no quiero que esté triste o enojada en año nuevo.

— ¿Qué pasó? — Pregunté bajito sin querer parecer que es por cahuín.

— Es un cuento largo pero en resumen, el leso se metió en problemas con otro saco de weas por mi culpa. — Se rió sin gracia. — Y lo sacaron de su equipo de voley por eso, creo que por unas semanas.

Me quedé pensando un poquito. — ¿Y te sientes mal porque lo sacaron?

— Y porque el weón no se aguanta no meterse donde no lo llaman. — Dió vuelta de el celular e ignoró las notificaciones — ¿Sabí? el Vicente es un cabro de esos weones con ganas, de esos que son muy buenos aún por su propio bien...— Se quedó pensando en las palabras y luego suspiró resignada. — Pero eso muestra que aunque se mande cien cagadas, al menos noventa y nueve eran con buena intención.

Sonrio con la boca cerrada, si la sala de estar no estuviera tan oscura hasta podría jurar que sus ojitos brillaron un poquito.

— ¿Te gusta? — Se me escapa la pregunta y no alcancé a tener tiempo de arrepentirme porque la Joaquina se rió y luego se llevó una mano a la cara como si el tema le recordara a algo.

Nuestro desastre [En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora