Nuestro desastre [En Pausa]

Capítulo 10

°⚘°Dos días después °⚘°

|Nico|

Si no llega, tendré que usar el metro solo...

Ese era mi pensamiento constante mientras esperaba a que mi prima llegara a buscarnos al terminal.

Al final, con la Victoria y el Mathi tuvimos que llegar a Santiago en bus porque mi papá necesitaba el auto para ir con mis abuelos. Conseguimos comprar pasajes un día antes, aunque todos separados, lo peor fue que el Mathias quedó detrás mío y me lanzaba papelitos con mensajes mientras yo trataba de dormir.

Abrí el chat con la Javiera y vi que me dejó en visto hace treinta minutos.

[@javitayera]

Javii

Oye, sapa

estaremos haya en 30 min

(visto)

Javiera

tengo el poto cuadrado de tanto esperarte en esta silla

— Pa' mi que nos dejó tirados. — murmuró el Mathi mientras jugaba Angry Birds.

— Se quedó dormida o nos dejó tirados.

Miré a la Victoria y apoyé mi mentón en su cabeza, ella saltó un poco sorprendida, pero sonrío.

— Que eri encimoso. — Dijo al cachar que estaba mirándola usar el teléfono.

— Y copuchento. — carraspeé y miré el chat que tenía con el Alex, aunque solo se mandaban mensajes sobre donde comprar un regalo para la Sofi.

Envolví un mechón suelto de su trenza en mi dedo, y se lo tiré suavemente para que me mirara.

Bufó y apartó el mechón de mi mano— Suelta mi pelo, cargante.

Alcé las cejas. — Uy pero que está brava la chascona. — Me aparté y le desarmé la trenza. — A ver, déjame hacerte esto.

Sus ojitos cafés me miraron con algo de sorpresa y una sonrisa de leso apareció en mi cara.

— ¿Qué mirai? — Hablé con un intento de tono defensivo.

— Que tení un moco.

Me cubrí la nariz rápidamente y apretó sus labios, aguantando una sonrisa. Al cachar que era mentira, le tire un poco de la trenza. Me miró divertida, mientras se trataba de peinar de nuevo, conmigo casi examinando cada pequeño detalle, como las pocas pecas en su carita, sus labios pintados y...

— Uuuuy si quieren les toco el violín — El Mathias me empujo del brazo, con una sonrisa molestosa.

— cállate un rato.

Se cruzó de brazos — Perdón por interrumpir, pero no estoy pintado, ubícate. — Su ceño se suavizó al ver algo. Tomó aire y se lanzó el medio gritó — ¡Oye, si te apurai no me enojo!

Con la Victoria miramos en la misma dirección. Mi prima sacudió los brazos mientras caminaba hacia nosotros. Traía sus audífonos que algún día la dejarían sorda, sus ojos perfectamente delineados en los cual debe haber tardado un buen rato, y su bolsito donde colgaba una photocard de su cantante favorito.

Le dio un beso en la mejilla al Mathi. — Callate, me haci pasar vergüenza.

El Mathias se levantó y la abrazó con fuerza, haciendo que ambos den vueltas.