Ivor es un joven millonario cirujano que ama compartir su tiempo con chicas.
Es un buen amo para todas aquellas que se atrevan a jugar en su juego.
"𝘚𝘰𝘺 𝘵𝘶 𝘥𝘶𝘦𝘯̃𝘰 𝘺 𝘵𝘶́ 𝘮𝘪 𝘮𝘢𝘺𝘰𝘳 𝘱𝘰𝘴𝘦𝘴𝘪𝘰́𝘯"
𝘜𝘯𝘢 𝘷𝘦𝘻 𝘦𝘮𝘱𝘪𝘦𝘻𝘢𝘯...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La trampa es ley De Lit Killah.
Quise probar sus labios, ahora es mi puta adicción.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narra Ivor.
Zilman, confirmo que la chica era virgen, tenía el himen intacto, hable con él mientras ella dormía.
Me acerque a su cuarto y su cuerpo subía y bajaba lentamente. Estaba siendo una jodida adicción y tenía que probarla, tenía que comerle la boca y hacerla suspirar entre mis dedos.
Pasaron dos semanas sin acercarme a ella solo lo justo, conociéndonos, y poniéndola nerviosa, provocando, enseñándole mí mundo. Hasta elegimos la parada de seguridad naranja fue el color, el que se ve al ver la llama del fuego.
Los días en el trabajo se me hacían eternos sin tirarme a mis pretendientas, miles de pacientes y operaciones. Me alegre de estar tan ocupado para dar el espacio a Zaya.
Le compré un IPhone de última generación, solo para estar en contacto conmigo, no quería que tuviera más redes sociales ni más números.
—Voy para allá —escribí mientras el chófer me recogía en la puerta del hospital hoy no me apetecía conducir.
Al llegar la vi en la cocina con uno de esos vestidos ajustados que le compré, estaba jugando con mi cabeza y ya era suficiente. La eche una mirada mientras contestaba la llamada.
Colgué inmediatamente.
—Al cuarto de juegos ya Zaya —dije sin contenerme más.
Su cara fue de asombro pero siguió mis pasos.
—¿Qué hacemos aquí, señor? —dijo poniendo ojitos, pero esta vez ya no se salía con la suya.
—De rodillas —ordené mientras me desajustaba la corbata.
Pase mi mano por su sedoso pelo, ella nerviosa se estremece al tacto.
