Capítulo 3. La decisión

3 0 0
                                    

He llegado a casa y lo único que quiero es llorar en mi cuarto, estoy muy mal por lo que ha ocurrido hoy, debería estar acostumbrada a sus desplantes pero no, hoy de verdad pensé que me había visto, que me trataría bien por un día, solo pido un día normal, ser Carla Smith, no la basura que me siento.

En cuanto entro veo las luces de casa encendidas, es raro porque mis padres no están hasta que se va el sol pero me alegra saber que veré a mi madre, necesito hablar con alguien y sí, debo contarle lo que pasa a alguien, ya no puedo sola con esto.

Hola mamá- grito para que me oiga y venga.

Veo salir a mi madre de la cocina con su delantal puesto, es una imagen que pocas veces veo y me recuerda a cuando era niña y mi madre se pidió una excedencia para cuidarme. Fue la época más bonita de mi vida y ocurrió antes de mudarnos aquí, antes de conocer a Iñigo y ser el foco de sus burlas.

Dime tesoro, te veo triste, ¿ha pasado algo?- y sin más me pongo a llorar.

Me abraza y no habla, lo agradezco, no puedo hablar tengo tanto que no lloro así, me estoy desahogando en los brazos de mi madre.

Al cabo de unos minutos y con hipido consigo decir-mami no puedo, no quiero, no...

¿Qué?, no te entiendo amor, ¿qué es eso que me quieres decir?- me mira con cara de preocupación y es normal, siempre delante de mis padres he sido fuerte pero ya no más.

Mami, es que estoy gorda, soy horrible, nadie me quiere cerca y eso duele, duele mucho, aquí- digo poniendo mi mano sobre su corazón.

Tesoro, eso no es cierto. Eres única, como tú no hay dos- sí podría haber dos, soy dos Carlas digo en mi mente.

Me levanta la cara con sus dos manos, me da un beso en la frente y me dice con esa voz tan dulce- Carla, no todos somos perfectos pero cada uno aportará a este mundo algo importante. Estoy entendiendo que en el instituto lo estás pasando mal, no sé porque nunca me lo has dicho. En verdad, me parecía raro no conocer a tus compañeros y amigos pero supuse que era porque vivimos muy lejos y la base es muy estricta con las visitas.- me ha entendido sin apenas hablar, cómo lo hace- Te pido perdón mi niña, es en parte mi culpa.

No lo puedo creer como que su culpa- No mami, no tienes la culpa de mi pesar, son ellos, ellos son los culpables- por fin lo digo en alto.

Le cuento todo desde el primer insulto al último. Mi madre llora junto a mí, es muy duro verla así y más porque ella no debería sufrir así.

Mami, no llores porfi- le digo en sus brazos.

Hija, lloro porque el mundo es cruel y contigo ha sido de más, voy a ir al instituto para hablar con el director, esto debe acabar hoy.- me dice muy seria.

No puede hacer eso, ya queda una semana y después se irán, Iñigo y sus secuaces desaparecerán de mi vida para siempre.

Mamá, no- digo mirándola a la cara- solo queda una semana y puedo aguantar, de verdad.

Mi madre no me dice nada más, solo me mira. Ahora debo decidir si iré al lago pero no sé, voy a preguntarle a mi madre.

Además, mañana es la fiesta del lago- no quiero ir pienso para mí- y podría pasarlo bien e incluso tal vez, conocer gente nueva y hacer amigos por fin- sí, puede ser aunque lo dudo mucho puedo intentarlo, no pierdo nada.

Carla, sino quieres ir, no vayas- me dice- no te fuerces.

Sí, quiero ir. Voy a enseñar a la verdadera Carla, soy muy alegre y me gusta mucho el lago- vamos a por ello me digo para animarme, ya me importa menos lo de hoy.

Ok, pero debemos ir a por un traje de baño que recuerdo el último ya no te vale- mamá ya me has recordado que estoy más gorda que el último verano, gracias.

Así salgo con mi madre de compras, el bañador que elijo es muy bonito y no enseña nada de mi enorme cuerpo, solo mis piernas y brazos, porque mi madre de seguro no me dejaría ponerme un traje de neopreno, es discreto y me veo la verdad muy bien en el y eso me ha dicho mi madre también.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 13, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

AHORA ES TARDEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora