Desaparecido (Young Justice)

Capítulo 1

Nightwing y Artemis saltaron detrás del muro en torno a la playa para contener los ataques. Desde allí le ordenó a Megan ayudar a La'gaan y a Superboy y brindarles fuego de cobertura desde la Bio-Nave. Miss Martian rápidamente saltó al agua convertida en sirena para ir al rescate de su novio, al mismo tiempo que Superboy evitó que los atacantes pudieran lanzar sus misiles contra el cohete. En ese momento, bajo el agua, apareció Kaldur'ahm, quién derribó a Lagoon boy con un toque eléctrico, y ordenó disparar todos los misiles en el acto.

La Bio-Nave destruyó rápidamente el misil pero aún así se ordenó adelantar el lanzamiento, dejando a Nightwing y Artemis  y en el área por donde se ventilaría la propulsión del cohete. Un segundo misil acuático fue lanzado pero Superboy alcanzó a derribarlo. Aprovechando que los cascos de los soldados estaban diseñados para ver en la oscuridad, Artemisa lanzó una flecha de luz que cegó temporalmente a los enemigos, dándoles tiempo de saltar hacía el otro lado del muro de contención. Bajo el agua Kaldur'ahm descartó asesinar a La'gaan y ordenó entregárselo al Socio. Además, tras el fallo de los asaltos contra el cohete, comandó disparar todos los misiles restantes mientras él se adelantaba para liderar el asalto por tierra. Un tercer misil fue derribado por la Bio-Nave a medida que un cuarto fue lanzado.

Nightwing y Artemisa derribaron a los soldados con sus mejores ataques hasta que vieron a Kaldur emerger desde el agua.

En la playa Kaldur estaba atacando a sus ex compañeros justo en el momento que inició el despegue del cohete. Para completar su misión Kaldur disparó un pequeño misil pero Artemis se encargó de derribarlo con una flecha. Enfurecido, Kaldur apartó a Nightwing con un golpe, despojó a Artemisa de su arco y usó su habilidad acuática para crear una espada. Pero antes de "atravesar" su pecho como debería haber sucedido, un rayo color naranja salió disparado de entre las tropas de enemigas e impactó en Artemis mandándola lejos de su atacante. Se sentó y se llevó el brazo derecho a las costillas mientras hacía una mueca de dolor.

Kaldur perdió la concentración y sus espadas de agua cayeron al suelo. ¿Qué acababa de suceder? Como si sus pensamientos hubieran sido leídos, de entre la humareda que se había levantado por la batalla apareció Deathstroke, el implacable mercenario. El atlante no tenía ni la más remota idea de por qué estaba allí de pie, entorpeciendo sus planes.

-Slade- prácticamente escupió Nightwing. Menos de dos segundos después, este se había abalanzado contra el mercenario. Definitivamente había perdido los estribos, algo que sin duda nunca sucedía. Desde luego ese hombre debía haberle hacho algo muy malo en el pasado como para que hubiera una reacción así en él. Artemis no conseguía recuperar la compostura y estaba jadeando en el suelo agarrándose el pecho, que era donde lo que sea que hubiera disparado el mercenario había impactado.

Tras intercambiar unos cuantos golpes, Deathstroke pareció hartarse de su pelea y se separó del héroe que seguía fuera de sí. Simplemente levantó un brazo, eso fue lo único que necesitó el mercenario para hacer que el líder de Young Justice, el mejor estratega y hacker (seguido de cerca por Tim) se congelara en su lugar. El ojo de Slade se entrecerró y a pesar de la máscara que cubría todo su rostro, se podía notar perfectamente que dicho hombre se encontraba sonriendo.

-No- jadeó Nightwing mientras sus puños, que hasta el momento habían permanecido cerrados, se aflojaron. Él parecía ser el único que sabía de qué se trataba lo que fuera que estuviera sosteniendo en su mano enguantada- No te atreverás- dijo tratando de convencerse a sí mismo.

-Oh, claro que lo haré- dijo finalmente el mercenario el cual no había emitido ninguna clase de sonido desde su aparición en mitad de la batalla. Estropeando así el plan que habían urdido Artemis, Kaldur y Dick. El dedo de Slade cayó sobre el botón rojo del pulsador y de inmediato diversos gritos llenaron el aire. Artemis, La'gaan y M'gann estaban iluminados de amarillo con motas de un naranja enfermizo y las caras de sufrimiento patentes en sus rostros. M'gann descendió lentamente al suelo, Artemis, que seguía sentada en el suelo, cayó sobre su brazo izquierdo, dado que el derecho estaba sujetando su torso.

-¡No! ¡Detente! No de nuevo- esa última parte la susurró, pero fue lo suficientemente alto como para que el mercenario y cierto Kryptoniano lo escucharan. El primero de ambos sonrió y despegó el dedo del botón y las dos personas conscientes que se encontraban bajo sus efectos perdieron el conocimiento.

-Supongo que sabes qué quiero- continuó el mercenario.

-¿Aún con eso?- resopló irónicamente el héroe y eso no agradó a Deathstroke quien acercó el pulgar de nuevo al pulsador.

-¡No!- dijo Dick, quién abrió los ojos como platos y levantó ambas manos pidiendo que no lo hiciera. Odiaba parecer tan desesperado- No- dijo esta vez más bajo, bajando los brazos y dejándolos colgando a los lados de su cuerpo mientras desviaba su mirada de la de Slade. Si Kaldur no le conociera pensaría que se estaba rindiendo. Pero no era así, ¿No? Nightwing no se rendía. Pese a la máscara que cubría su rostro, se veía que el mercenario estaba sonriendo. Se acercó al líder del equipo y posó una mano sobre su hombro. Kaldur se sorprendió al ver que Nightwing se tensaba pero no apartaba la mano de su hombro.

Dick no iba a intentar nada, sabía perfectamente de lo que era capaz Slade y desde luego no iba a retarle. Como pasó con los Teen Titans conseguiría librarse de él pero de momento tenía que seguirle y odiaba eso.

-Vámonos- dijo Slade suavemente pero de forma que helaría la sangre de cualquiera. El chico al que se dirigía suspiró resignado y empezó a seguir al mercenario que caminaba hacia las tropas de Black Manta. Kaldur seguía congelado en su lugar mirando con estupefacción la escena que se estaba llevando a cabo delante suyo sin que pudiera hacer nada al respecto sin volar su tapadera.

La misión transcurrió casi como debería, Kaldur "mató" a Artemis, mientras ella fingía que yacía inconsciente e hizo lo que Nightwing debería haber hecho, es decir, poner sangre falsa sobre la ropa de la heroína aunque no le hizo RCP.

Un par de días después se iluminó el holograma con la imagen de Artemis en la montaña. Todos los miembros del equipo junto con los de La Liga de la Justicia que permanecían en el planeta Tierra estaban de luto por la muerte de su amiga. Pero también les carcomía la preocupación por su líder, que había desaparecido sin dejar rastro. Conner, que había escuchado lo sucedido con su súper audición se lo relató a La Liga y al enterarse se pusieron en marcha sin perder un segundo.