She's |Sesshome| |Libro 2#|

༒Capítulo 1: You Are Better༒

Advertencias de la historia: Consentimiento no consensuado (manoseos, violación, etc). Comportamiento posesivo, comportamiento obsesivo, escenas explícitas, secuestro, comportamiento psicópata, thriller, homosexualidad, tortura psicológica.

Cada detalle narrado en el primer libro tiene relevancia, por lo que muchas cosas tendrán sentido y desarrollo en el segundo libro.

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Calma.

La calma gobernó todo el cuerpo de la azabache encadenada. Ella miraba hacía un punto fijo sin ver realmente, sumida en su mente, pensando mil cosas por segundo que podrían ayudarla a la desesperante situación. Quería llorar a pesar del "consejo" de su padre, gritar, patear cosas, sentir como una persona normal cuando descubre todo lo que ella descubrió, sin embargo, se mantuvo aterradoramente inexpresiva, analizando todo fríamente.

La cadena en su tobillo ardió por lo apretada que estaba, la cual se agarraba firmemente en la pata de la cama, lo suficientemente larga como para poder rondar por la habitación, pero no para salir de ella, aún así, la azabache se sentó en el suelo, apoyada contra la cama. Estaba atrapada por su ignorancia.

—Está muy calmada, Señora —comentó la anciana, preocupada.

Kagome levantó la mirada. Kaede se encontraba frente a la puerta, como si estuviera custodiando a pesar de que la cadena en la joven impedía su huída. Pero fue lo que menos le interesó a la chica tras ver la expresión preocupada y temerosa de la anciana.

—¿Mi serenidad la asusta, señora Kaede? —preguntó, tranquila.

—En lo absoluto. Es solo que las demás gritaban desesperadas y llorando le suplicaban al señor que las deje ir. — También habló tranquila, sólo que sus palabras fueron horrendas.

Kagome quiso gritarle, sin embargo, se comió sus emociones para continuar con su fachada calculadora. Debía reaccionar en lo más mínimo o las cosas podrían empeorar. Aún así, pensó;  Vieja psicópata. Aborreciendola, un sentimiento que jamás creyó tener por esa dulce anciana.

—Señora Kaede... —dijo en tono burlón —. ¿Cómo puede negar su miedo cuando su expresión dice lo contrario? ¿Y sabe por qué me tiene miedo? Porque yo he pasado por algo similar y sobreviví a ello. ¿Teme que derroque su armonía retorcida? — Sus palabras no tuvieron el impacto deseado, ya que Kaede parecía alguien muy dura para ablandar fácilmente.

—El señor Sesshomaru es más de lo que usted alguna vez enfrentó, Señora. No tiene el poder para hacer nada, su confianza es en vano —dijo, engreída por su respuesta, sintiéndose victoriosa por el silencio de la azabache.

Ahí está. Kagome se emocionó, encontrando aquel punto dulce que estaba buscando. Su silencioso sólo había sido por el grito de victoria en su interior, maquinando un contra-ataque.

—Entonces debería temerle a su señor. Parece muy confiada al respecto porque al parecer él aprecia todos sus años juntos. Sin embargo, Sesshomaru tiene una pequeña torcedura y desequilibrio mental, si le ordeno que la asesine, ¿lo hará? —fingió curiosidad a pesar de estar segura que lo haría.

Ella debía conocer su lugar. Kagome podía estar prisionera ahora, pero Kaede siempre estaría debajo de la jerarquía en el juego retorcido de Sesshomaru, y la azabache lo sabía.

—No tiene la sangre para ordenar algo así. — Sin embargo, se notaba la incertidumbre en su tono.

—¿Quiere ponerlo a prueba? En cualquier momento él vendrá y usted probablemente estará en la cocina. Le diré algo, Sesshomaru bajará e irá allí, ¿será para buscar un vaso de agua o...? —cuestionó en un tono cínico, sin acabar su pregunta a propósito —. Usted decide.