Capítulo 340 Tú eres mía

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Él... él no se había ido. De alguna manera esto tranquilizó a Lola, se sintió
un poco aliviada.
Después de que Yonatan y Wendy saludaron cálidamente a todos, Vern Mu
le sonrió a Lola y le dijo: —Señorita, debió haber estado esperando mucho,
espero no le haya molestado mi impuntualidad, había demasiado tráfico.
Lamentablemente estuve atrapado en la hora pico.
Lola se puso de pie, tomando en brazos a Colin. Ella lo negó haciendo un
ademán con la cabeza y una dulce sonrisa iluminó su rostro. —No hace mucho
que llegué, no se preocupe, por favor, póngase cómodo.
Vern Mu fue guiado al asiento principal. Al ver a Collin en los brazos de
Lola, él llenó una caja roja de regalo para el niño.
Jorge pasó al lado de Vern Mu y se detuvo junto a Lola, puso su cajetilla de
cigarros y encendedor en la mesa y enseguida se sentó a su lado.
Inmediatamente, Lola notó Jorge el aroma a cigarro, y pensó; —¿Jorge solo
salió a fumar sin decirme nada?
Jorge miró a Colin, y de forma inesperada cargó al bebé y lo sujeto
firmemente entre sus brazos.
Pero lo que Jorge agregó enseguida, fue lo que descartó completamente las
sospechas de Lola que tenía sobre él. —¿Sabes sería lo mejor del universo? …
que pudieras tener conmigo otro hermoso bebé, ¿no te gustaría también? —
Mientras miraba a Colin, él no paraba de imaginar lo hermosa que debió haber
sido Estrella cuando era bebé. Él nunca conoció a Estrella cuando era pequeña...
En cuanto Yonata escuchó todo lo dicho por Jorge, se molestó. —Jefe Si,
cuando Lola dio a luz a Estrella, su parto se complicó, su vida corría peligro, ni
siquiera sabíamos si ella sobreviviría al embarazo. En verdad estarías pidiendo
demasiado al querer tener otro bebé.
En lugar de incomodarse con lo anterior, Jorge miró a Lola y le dijo con
afecto: —Podría casarme contigo de nuevo, mañana mismo si así lo quisieras. —
Claramente manifestó su más profundo deseo, moría de ganas por decirlo desde
hace mucho.
Ahora la decisión final, se encontraba en las manos de Lola y no en las de
él.Lola tomó a Collin de los brazos de Jorge, mientras una sonrisa de
superioridad se dibujó en su rostro, "No acepto, en verdad no quiero. ¿Aún
recuerdas que yo no quiero estar más contigo?
Yonata los vio comenzar a discutir, sintió un repentino dolor de cabeza así
que prefirió quedarse fuera de esa batalla, como un simple observador. Él ya
sabía en dónde terminará todo esto.
Para entonces Jorge solo jugueteaba con la tierna y pequeña mano de Colin,
parecía estar disfrutando su momento con el bebé.
Al mismo tiempo, como si nadie estuviera ahí, dijo con firmeza y
determinación; —Tú eres mía. —No importaba la manera, él siempre tenía todo
lo que quería, podía conseguir todo lo que deseaba, siempre.
...
La mesa estaba puesta y pronto el camarero se dedicó a atenderlos,
comenzó a servir los deliciosos platillos del menú.
Jorge le pidio al camarero que abriera dos botellas del vino más caro y
lujoso que tuviera, seguidamente, llenó las copas de los tres hombres.
Había conductores designados el hotel, así que podían beber hasta el
amanecer, sin siquiera se preocuparse por embriagarse.
El ambiente de la cena fue realmente fantástico, Vern Mu no paraba de
hablar de lo bueno que Jorge era, sin embargo, Lola se burlaba por dentro. Ella
conocía todos y cada uno de los defectos de Jorge, Pero reconocía que Jorge en
verdad sabía como dar una buena imagen. Para Vern Mu, él era el ejemplo claro
de un esposo modelo.
Jorge únicamente sonreía en silencio, mientras, por debajo de la mesa, sus
manos acariciaban de forma juguetona las manos de Lola.
Por fin, Lola se levantó y le dijo a Wendy: —Necesito ir al baño de damas,
¿qué hay de tí?, ¿me acompañas?
Wendy rechazó la invitación, así que Lola salió sola de la habitación.
Después de lavarse las manos, salió del baño y vio que Jorge se encontraba
afuera, en el pasillo, fumando de nuevo.
Al ver a Lola salir del baño, Jorge agarró su mano y la llevó a otro lugar,
Abrió la puerta de salida, la empujó hacia allá y finalmente la puso contra la
pared.
El olfato de Lola inmediatamente reconoció el peculiar aroma del alcohol y
tabaco. Ella frunció el ceño, empujó a Jorge a un lado y dijo: —¿Por qué me
trajiste aquí?Jorge puso sus manos sobre la pared, se acerco a ella mirándola fijamente.
—Ya que tú me has dejado claro lo que quieres, entonces yo te diré lo que
también deseo... Lola, no importa cuánto quieras librarte de mí, nunca lo harás,
jamás me rendiré.
Ella podía notar la gran determinación que su voz desprendía.
De repente, Lola se dio cuenta que había una manera de alejarlo de su vida,
de una vez por todas. —Sabes que he estado en la Provincia de la Corona,
¿cierto?
Jorge la miró fijamente a los ojos. Ella podía sentir su desesperación.
—He vivido con Herren por más de un mes y estuve ahí de nuevo hace un
tiempo. ¿tú crees que no pasó nada entre él y yo? Dime, ¿ahora crees que una
mujer como yo será lo suficientemente buena para ti? Me he acostado con otro
hombre, seguramente, ya no me querrás más. —Ella se percató de la palidez en
la rostro de Jorge, esto le dio cierta satisfacción, se sintió un poco complacida al
ver que finalmente se rendiría.
Todo hombre se preocupa mucho por la pureza y fidelidad de una mujer,
especialmente un hombre tan orgulloso como Jorge.
—¿Así que te acostaste con él? ¿en verdad sucedió? —Preguntó
directamente.
Él quería que lo admitiera. Pero le enfatizó: —Si te atreves a mentirme,
estas tonterías simplemente continuarán.
¿Atreverse a mentirle? Definitivamente, ella no se atrevió a hacerlo...
El titubeo de Lola que Jorge notó, suavizó su expresión de su rostro. Él se
dio cuenta de que posiblemente ella solo inventó eso para deshacerse de él.
La rodeo con sus brazos, se acercó a ella y besó cariñosamente sus labios.
De inmediato, Lola lo empujó a un lado y respondió: —Sí... sí... ¡Me he
acostado con él! —Ella confesó rápidamente.
Jorge cubrió la nuca de Lola con toda su mano, luego llevó su cabeza a la
suya y apoyó la frente contra la de Lola. Él respondió: —Lola, ni siquiera
deberías intentarlo, no me mientas porque yo confiaré en todo lo que salga de tus
labios, con toda mi alma y corazón.
Sin siquiera mirarlo a los ojos, ella respondió: —Si no quieres creerlo, no lo
hagas, no intentaré convencerte de nada, piensa lo que quieras.
Jorge sonrió y respondió con un tono sarcástico: —Está bien, si esto es así,
entonces dime... ¿quién es mejor amante?
Al ver su sonrisa burlona, Lola quería realmente abofetearlo con tal fuerza
que olvidará su eexistencia ... ¡qué pregunta tan indecente y desvergonzada
hacía!
Sin embargo, aunque en contra de su voluntad, ella respondió; —Miprometido es mejor, obviamente, no hay duda alguna.
Jorge no dejó siquiera que Lola terminara la frase cuando la empujó hacia la
pared y se puso sobre ella, sus manos sujetaron su cintura con fuerza.
—¿Estás segura?, ¿estas completamente segura de lo que dices? —Él la
amenazó.
Ella sentía su corazón palpitar con tal fuerza que pensaba que explotaría en
cualquier momento, luego movió su cabeza negando sus palabras; —No, no
estoy segura...
—Bien por ti, Jorge... pero esto aún no se acaba, un día te pagaré con la
misma moneda, solo espera y verás. Estás coqueteando conmigo, ¿eh? pues iré a
Crescent Spring esta noche. —Lola planeaba en silencio.
Al ver a Lola avergonzada y la mirada baja, Jorge se sintió incluso más feliz
de haberse atrevido a besar sus labios rojos.
Después de todo el juego de poderes, regresaron a la cena, aunque Jorge
seguía insistiendo mientras Lola forcejeaba.
Cuando la cena terminó, los subordinados de Vern Mu lo llevaron
tranquilamente a casa.
Después Lola se dirigió a la recepción a para pagar la factura, sin embargo,
el cajero le dijo que la cuenta ya había sido pagada.
Miró a su alrededor, especialmente a Jorge, que se encontraba buscando a
un conductor designado que llevara a Yonata a casa. Pensó que tal vez Jorge era
el que había pagado la cuenta.
Después de que casi todos se habían retirado, Jorge le dijo a Yonata: —Creo
que bebí demasiado, necesito que Lola me lleve a casa. Además, si ya es muy
tarde para ella, puede pasar la noche en mi casa .
Lola fijó mirada en el creído de Jorge y se preguntó: —¿Cómo puede ser
tan arrogante?
Yonata miró a Lola y le dijo: —Tú decides si lo llevas o no. —Era una
verdadera molestia tratar con esa pareja; podían mostrarse cariñosos en un
momento y al minuto siguiente podían empezar una guerra mundial. Yonatan no
quería involucrarse más con esta situación.
Jorge también miró fijamente a Lola, con unos ojos llenos de amenaza que
la advertían de algo.
—Yonata, no te preocupes, vete a casa primero. —Ella volverá más tarde.
Lola se convenció a sí misma.
Wendy cargó a Collin en sus brazos mientras Yonata metía la carriola en la
cajuela del auto.
—De acuerdo Lola, entonces nos iremos a casa, lo mejor será que
conduzcas lento, vete con cuidado. —Yonata se acercó a tomar al bebé y lo subióal auto y enseguida ayudó a Wendy también.
—¡Adiós!
El coche militar desapareció entre la noche. Lola extendió su mano derecha
hacia Jorge y enseguida le dio las llaves del auto.
Subieron al auto juntos. Lola se subió en el asiento del conductor y
encendió el motor, Jorge se acomodó en el asiento de a lado y cerró los ojos.
Había bebido demasiado. Desde hace tiempo, tenía sentimientos
encontrados. Primero estaba de mal humor, y bebió de nuevo para poder sentirse
mejor.
Bueno, de hecho, él había bebido demasiado esta noche, no se sentía muy
bien.
Durante todo el viaje, Lola permaneció en silencio, creando en su mente
diferentes escenarios e ideas sobre cómo hacerle una broma.
Crescent Spring.
Cuando Jorge bajó del auto, no pudo mantenerse en pie, se tambaleaba, no
podía caminar bien.
Le hizo un gesto a Lola, quien enseguida caminó hacia él y tomó su mano.

ENAMORADA DEL CEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora