Capítulo 105 Estoy aquí para proponerte matrimonio.

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-¡Señor CEO! -Sánchez se preparó para lo peor, respiró profundamente y


luego entró en la oficina del CEO.


Jorge todavía estaba molesto por lo que pasó ayer cuando Sánchez apareció


con una risita burlona. Naturalmente, el pobre Sánchez se convirtió en el saco de


boxeo de Jorge como en ocasiones pasadas.


-¿Qué es tan gracioso? Compartelo conmigo.


-Eh... Jefe, ¿está seguro de que quiere oírlo? -Sintiéndose incómodo,


Sánchez tosió y pensó. Luego dijo obedientemente: -No estoy feliz. Al


contrario, me siento triste. Se dice que la Gerente General volvió a su oficina con


lágrimas ayer. ¡Todos en la oficina estaban maldiciendo al imbécil que


decepcionó a su diosa! -Sánchez bajó la voz cuando murmuró la palabra -


idiota -pero Jorge alcanzó a entenderlo.


Al hablar de lo que sucedió ayer, Jorge hizo una mueca de inmediato. -


Tienes tiempo darte una vuelta hasta el Departamento de Diseño. ¡Qué holgazán


eres! ¿Qué tal si invitas a todo el personal a tomar un café este mediodía en


nombre de la empresa? ¡Sin viáticos!


Las dos últimas palabras devastaron a Sánchez. ¡Sin viáticos! El Grupo SL


tenía más de mil empleados en el país A. Era decir, tenía que pagar más de diez


mil dólares.


-¿Jefe? -Sánchez quería rogar por misericordia. Pero no se atrevió.


Porque por lo que sabía de su Jefe, la mendicidad solo incurriría en un castigo


más severo. Así que solo se curvó el labio inferior y luego salió a tomar un café.


Al ver a Sánchez saliendo de la oficina, Jorge se levantó inquieto de su silla


ejecutiva, atormentado por la triste expresión que tenía Lola ayer.


En el jardín de niños.


Lola y Manolo tomaban las manos de Estrella y corrían con ella. -¡Vamos,


Estrella! -Estrella tenía muchos pequeños fanáticos que la alentaban.


De repente, Manolo recogió a Estrella, luego corrió hasta el final y puso su


muñeca de trapo en la caja allí.


La regla del juego era: -Los niños y sus padres hacen una muñeca de trapo


juntos y luego la ponen en la caja al final. El más rápido será el ganador.


En el momento en que Estrella puso su muñeca de trapo en la caja, ella soltó


un grito de júbilo: -¡Sí! ¡Somos los primeros!


Los niños sentían envidia de Estrella por tener una madre tan hermosa y untío tan guapo. Cuando Manolo apareció al principio, muchos padres lo


reconocieron. Las madres jóvenes se acercaron a él con entusiasmo.


Continuaron siguiendo a Manolo hasta que un maestro salió para mantener el


orden. Al ver chispas de adoración en los ojos de sus esposas, los padres se

ENAMORADA DEL CEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora