Su infierno fue demasiado para nosotros, no supimos cuidarla.
Creímos que la teníamos, pero no fue así y en un segundo nos demostró que no le pertenecía a nadie.
Lily se fue sin mirar atrás.
¿El problema?
Ya habíamos probado de su infierno y no q...
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Lily...
Volver a casa fue tan difícil como pensé, simplemente aguante llorar hasta subirme al coche donde me rompí otra vez, recordándolos. Cada uno de ellos me dolía de una manera que soportaba.
Al llegar a la mansión camine cabizbaja hasta mi alcoba, me lance en la cama y seguí llorando, hasta que sentí la manito de Milo acariciando mi cabello -mami no llodes-
-Bebé, mami esta triste-
-¿pod que?-hizo un puchero.
-No pasa nada ¿quieres dormir con mami hoy?-
Asintió cambiando su humor a uno mas alegre, le coloque el pijama y me puse una camisola de seda, Dorian entro al cuarto con dos tazas de chocolate un par de galletas -se que no la ibas a pedir, pero la necesitas-
-Gracias- mi pequeño se había dormido y yo me senté en el borde del colchón con el griego a mi lado, recosté mi cabeza en su hombro mientras suspiraba.
-Debes sacarlo todo o vas a seguir lastimándote-
-Los odio- mis ojos se cristalizaron -creen que pueden venir luego de dos años y que correré a sus brazos-
-Lily ellos...-
Alguien abrió la puerta, era Tony y venia con una cara totalmente seria -pequeña, Lukyan y Vadim Sokolov están en la puerta, no se quieren ir sin verte-
Bufe yendo por una bata -Cuídalo Dorian- le pedí mientras abandonaba la alcoba y me dirigía a la planta baja, salí de la casa y me acerque hasta la reja -¿Qué quieren?-
-Hablar-
-Ya lo hicimos-
Luk estiro su mano queriendo tocar mi rostro pero di un paso hacia atrás -por favor-
Suspire rendida, no quería verlos pero tampoco iba a dejar que se congelaran fuera, por lo que los deje entrar. Oía sus pies arrastrarse detrás de mi mientras ingresaba a mi hogar nuevamente.
-Señora- una empleada bajo las escaleras rápidamente -el pequeño Milo esta llorando-
Subí los escalones con rapidez, cuando llegue allí mi amigo lo cargaba mientras él lloraba -es una pesadilla- me explico.
Una sensación de alivio llego a mi y fui hasta él tomándolo -bebé-
Hipo.
-Mami esta contigo bebé- lo mecí -mi lindo niño- comencé a moverme por el cuarto cantándole una canción de cuna. -Del cielo bajo un ángel, el pelo color del té.. lo acompañan dos palomas y un burrito de Belén- tararee.
Al observar en dirección a la puerta encontré a los dos Sokolov con una sonrisa idiota y los ojos brillantes.
-¿Quieres que me los lleve?- Dorian me susurro y negué. -estaré en mi cuarto, llámame si necesitas ayuda-
-Descansa- besé su mejilla.
-Tu igual-
Caminé con mi hijo hasta uno de los sillones y me senté, lo acomode mejor dejándolo recostado sobre mis brazos. -¿Podemos hablar en otro momento? Estoy ocupada-
-¿Puedo...puedo tocarlo?- Luk tartamudeo.
-Esta dormido- mire la desilusión en su rostro -solo no lo despiertes- le indique que tomara asiento junto a mi. Sin siquiera dudarlo se acomodo a mi lado y Vad lo hizo en el lugar sobrante a mi izquierda.
-¿Como lo sostengo? Me da miedo lastimarlo-
-Pon los brazos como yo, estaré cuidándolo a tu lado- lo anime -no va a caerse-
Asintió y cuando lo dejé con él, las lágrimas desbordaron sus ojos -perdón, yo no quise... no quiero despertarlo-
-Esta cansado de jugar, no va a despertarse-
Recosté mi cuerpo en el espaldar del sofá, yo también estaba cansada pero no podía hacer nada. -Te ves exhausta- sentí el roce de la mano de Vad en mi mejilla -deberías dormir-
-Tu hermano esta cargando a mi hijo, no los dejare solos con él-
-Vayamos a la cama entonces, sabes que no lo lastimaríamos-
-Yo no se nada de ustedes- espete pero termine accediendo a su petición.
Me acosté y sobre mi puse a Milo, quien estaba acostumbrado a dormir sobre mi, sonrió en un sueño y siguió en paz. El colchón se hundió a ambos lados y los dos hermanos se pusieron de costado viéndonos a nosotros. -¿me van a ver dormir?-
-Si-
-¿Por qué no se van?-
-Porque tenemos todo lo que necesitamos aquí- Luk acaricio el cabello de mi hijo -nuestra mujer e hijo-
-No nos lastimen- les pedí -mi bebé es lo único que tengo-
El sueño me venció y termine cerrando los ojos, sin dejar de aferrar a Milo a mi cuerpo -te amamos Lily- escuche sus voces a coro. -a ambos, los amamos-
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