Su infierno fue demasiado para nosotros, no supimos cuidarla.
Creímos que la teníamos, pero no fue así y en un segundo nos demostró que no le pertenecía a nadie.
Lily se fue sin mirar atrás.
¿El problema?
Ya habíamos probado de su infierno y no q...
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Lily...
Claro que tenia miedo, y mas sabiendo que mi hijo estaba dentro de mi y Jerome lo podria lastimar sin ninguna consideración, todo dentro de mi me decia que saliera corriendo pero no podía dejar sola a Alissa, ella no era la culpable de nada.
-Suéltala y hablemos- pedí.
-LILY- Dimitri me grito pero no obedecí.
-Vamos, me quieres a mi, ella no es culpable por las acciones de los adultos ¿lo sabes?-
-Princesa- susurro, sus ojos se encontraba en mi, detallándome.
-Hablaremos, los dos. ¿No querías eso? solo tú y yo-
-¿Solo nosotros?-
Asentí
Poco a poco bajo su pistola de la cabeza de la rubia -Ven Ali- Max la llamo y ella corrió a nosotros, paso delante de mi y quise seguirla, pero esto debía acabar hoy. Este acoso debía terminar de una vez por todas.
-Vamos amor- Luk tomo mi mano. -Ali esta con nosotros, vamos-
-No-
-Lily por favor, vamos- lo que Mijail me dijo sonó mas a suplica -por favor-
-Vayan, ha llegado el momento de acabar con esto-
-¿Princesa?- Jerome me extendió su mano desde una distancia prudente y dude antes de hacerlo pero me zafe del agarre de mi esposo y fui con él.
Mis ojos se encontraron con los de Vad, y sabia que confiaba en mi por lo que tomo a sus hermanos, saliendo.
-Por fin- me abrazo -no sabes lo que te he extrañado princesa-
-Jer-
-Lily te ves adorable embarazada -acaricio mi abdomen -seguro se parecerá a ti-
Trague duro -será niño-
-¿Un niño?-
Moví mi cabeza asintiendo.
-Hermoso, como tú-
Sonreí con emoción -él se va a parecer a sus padres-
-¿Por qué ellos si y yo no?- suspiro pesadamente mientras apoyaba su cabeza en mi hombro, por la diferencia de altura, notaba que se había encorvado un poco mas.
-Jerome-
-De verdad, no voy a enojarme. Quiero hablar contigo y entender, por qué unos simples niñatos te lograron robar de mi-
-No lo se-
-Fuimos todo lo que estaba mal, pudimos tenerlo todo juntos- cayo de rodillas -pude poner todo a tus pies, siempre lo hice pero, no se que momento todo se volvió turbulento y tus ojos se desviaron hacia otra persona-
-Nos hicimos daño- con mucho cuidado lo acompañé en el sueño -nos hicimos tanto daño, lo sabes-
-No, no era daño, era amor. Lily, yo hice todo eso por ti, yo...-
-Solo era un niño, él solo era un niño que me quiso y me lo quitaste, empezaste a quitarme todo lo que me hacia sonreír Jerome. No era amor-
Negó. -Eras mi luz, tú eres mi faro, mi chica de la buena suerte.-
-Me ahogabas, Jerome me estabas ahogando y lo sabias- continué -No pude amarte entre tanta oscuridad, lo siento-
-Amor-
-Debes aceptarlo, no era amor lo que teníamos. Yo alimentaba tu obsesión, y tú hacías de todo por tener mi atención, eso no era amor-
-Si lo era, tú siempre fuiste mía y esos niñatos..- comenzó a enfadarse nuevamente.
-Jer, te tengo miedo- al escuchar esas palabras se quedo mudo.
-¿Miedo?-
Asentí con lagrimas en los ojos -¿recuerdas cuando me abrazabas mientras lloraba? ¿recuerdas el motivo de mi llanto?-
-Tú padre, tenias miedo de que él ....- comprendió todo -yo...-
Mi rostro le dio la respuesta.
Saco el arma de su espalda y la llevo a su pecho, separándose de mi -No fue mi intención, lo juro-
-Suelta eso, Jerome- me altere -¿qué quieres hacer?-
-Te amo, LILY TE AMO- sus gritos alertaron a los Sokolov que aparecieron de nuevo en la oficina, mi mano se elevo impidiendo que se acercaran.
-Por favor- suplique -suelta eso, vas a poder.- su mano fue esta vez a mi, sus ojos rojos de llorar solo me demostraban lo asustado que estaba. -Soy madre, no vas a dejar a mis hijos sin su mamá-
-Lily- negó, como si tuviera una pelea interna, sin saber que hacer.
Todo paso en un segundo, escuche el disparo y lo único que pensé fue en proteger a mi bebé, cubrí con las manos mi abdomen y cerré los ojos. Cuando escuche un jadeo los abrí, viendo la sangre que brotaba de su boca.
El tirador había sido Lukyan, quien aun tenia su pistola levantada, como si fuera a rematarlo.
-¿Puedes abrazarme?- Jerome preguntó con la voz quebrada.
-Claro- me deslice de rodillas hasta él. - Vas a estar bien-
-Perdóname- acaricio mi mejilla -perdona por ser este ser tan repugnante-
-No hables-
Acto seguido, el francés temido por todos, se hundió en mi pecho mientras sentía como mi ropa se humedecía con sus lagrimas. Sus manos iban perdiendo fuerza mientras la sangre continuaba manchando mi roba y se derramaba formando un charco bajo su cuerpo.
-En otra vida, espero ser...ser el hombre que mereces- su corazón dejo de latir y todo se acabo, la persecución de estos años, sus amenazas, los cuerpos que dejo por celos. Jerome dejo de vivir, y con él, se llevo el único recuerdo doloroso que aun quedaba.
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No voy a justificar las acciones de Jerome, lo que él hizo no esta bien. Y nos da una dimensión de lo que una persona cegada por su propio bien, puede llegar a hacer.
