23. Lena

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Richard.

3 Meses antes.

- Si, no me dió ninguna explicación - les digo a Paul y Schneider mientras salimos del restaurant, me callo al ver la escena delante de nosotros.

Till besa en la mejilla a Nina - Te veo por ahí - le dice, ella se pone colorada, nos ve con nerviosismo y desaparece rápidamente.
Till nos sonríe.

Paul silba - Demonios, pero no quieres dejar para nadie - le dice a Till, quien suelta una risita socarrona.

- Joder, son amigas - dice Schneider con tono de reproche, mientras niega con la cabeza.
- Richard, la detesta - Paul me mira con desaprobación.

- Bueno, no es precisamente el tipo de mujer al que Richard le presta atención - dice Schneider y se cruza de brazos.

- A mi me encanta - dice Till

- Ahora te llaman Palo de agua - le digo con tono burlón - Ya pronto tendrás un harén.

- Tengo bastante amor para dar - se ríe abiertamente - Pero - se acerca a mi y me pasa un brazo por los hombros y me dice con complicidad - Si la quieres para ti, te dejo el camino libre.

Paul y Schneider se ríen - No, no creo que la chica sea tan tonta como para caer el las redes de este - Paul me señala.

- Cuánto quieres apostar que me la llevo primero que Till, a la cama? - digo seco.

- Yo me largo, no quiero que me metan en algo como esto - dice Schneider y empieza a caminar.

- No seas gallina, Schneider - le dice Till y se detiene.

Till se gira hacia mi - Tenemos una apuesta - declara y me tiende una mano para que la estreche.

...

Presente.

Me siento en el borde de la cama, Lena yace dormida al otro lado, la miro unos segundo, creo que he subestimado lo mucho que ella me gusta, hemos pasado más de un año juntos y nos entendemos muy bien. Mentiría si dijera lo contrario.

La culpabilidad me invade un poco al recordar a Nina. Recuerdo la expresión en su cara, el dolor esparciendose por su lindo rostro, se que maneje esta situación de la peor manera.

Me regaño a mi mismo y la aparto de mis pensamientos, este es mi mundo, así es como deben ser las cosas, no hay espacios para sentimientos ni nada parecido.

- Tienes hambre? - me pregunta Lena con un bostezo - Mira esas ojeras, no dormiste bien? - me dice escudriñando mi cara, luego deposita un beso en mis labios.

- Si, bajemos a desayunar - me rindo ante ella.

Lo que tengo con Lena es suficiente, es conveniente y me atrae, es todo lo que necesito.

...

Nina.

- Esperen por favor! - se oye la voz de una mujer. Irina detiene las puertas del ascensor, segundos después entra una mujer rubia. Me quedo muda al ver que es la misma chica de la noche anterior, ella nos saluda amable y nos agradece. El corazón se me hunde, al notar que aún más de cerca, es terriblemente hermosa.

Auch.

Las tres nos dirigimos a uno de los jardines, han dispuesto una carpa decorada elegantemente para tomar el brunch.

- Amor, empezaste sin mi? - le dice la chica a Richard y luego deposita un beso en su boca.

Me alejo lo más posible de ellos, Paul y Schneider me acompañan, no hacen ningún comentario respecto a Richard y su acompañante, comemos en total silencio, pero en sus miradas está implícito la pena que sienten por mi.

Más tarde en la noche, mientras estamos viendo el concierto en la zona Vip del estadio, la chica rubia se acerca a mí.

- Tu debes ser Nina y tú Irina - nos sonríe.

Maldita sea, hasta sus dientes son perfectos!

- Mucho gusto, soy Lena, la novia de Richard - parpadeo mirando la mano que me tiende.

Novia? Entonces, todo este tiempo he sido la otra?

Trato de controlar mi respiración. Irina me da un leve codazo por un costado, reaccionó al instante.

- Estás bien? - me pregunta Lena amable.

- Si, solo está un poquito, ya sabes - le dice Irina y le muestra el vaso lleno de cerveza haciendo alusión a qué ya estoy un poco pasada de trago - Mucho gusto, Lena.

Richard solo me quería en su cama, y punto.

Su amor y dedicación se los da a ella.

Para un hombre como él, yo solo soy material de ser la otra, nada más.

Mierda, duele!

Fui tan estúpida, tan confiada, me deje llevar por las palabras de Irina, nunca confirme que fuera cierto que había terminado su relación con ella.

Jamás habría tenido algo con él si hubiese sabido que ella estaba en medio.

Irina y Lena hablan, las escucho, la verdad es que Lena es agradable, si nos hubiéramos conocido en otras circunstancias, quizás hasta podríamos haber sido amigas.

Diamante - Richard Kruspe - Rammstein - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora