Paso mis manos por mi frente con frustración cuando los recuerdos vuelven a atormentar mi mente. Su rostro sobre mi, sus embestidas profundas, sus besos, y la fuerza con la que se aferraba a mi cuerpo mientras se descargaba en mi interior.
<<Muero por estar contigo>>
Suspiro antes de reír sin humor.
Agh!
Tiro una almohada y choca contra la pared.
- Nina? - elevo mi mirada y me encuentro con la cara de Irina, que me observa desde el pasillo de la habitación - Estás bien?
No.
Si - me da esa mirada que dice que sabe que estoy mintiendo y suspiro - No puedo dejar de pensar en Richard - confieso y hago una mueca como si hubiera probado algo muy amargo. Se sube a mi cama y se mete bajo las sábanas.
Sonrió con cansancio antes de recostar mi cabeza en su hombro, y siento que mi aflicción tendrá compañía.
- Te hizo algo que no quisieras? - acaricia mi cabello, yo me apresuró en sacudir mi cabeza de forma negativa.
- Lo amo - una lágrima rebelde se desliza por mi mejilla.
- Y es tan malo? - es evidente que ella no sabe de la presencia de la mujer rubia.
Le cuento todo.Irina se cubre la boca con ambas manos - Pero que hijo de... - no termina la expresión, en cambio me mira con tristeza - Ay amiga, lo siento mucho.
- Si, por eso debo irme - digo resuelta.
- No, porsupuesto que no! - sale de las sábanas y se sienta frente a mi - Nina, no puedes demostrarle que esto te ha afectado tanto como para irte.
- Irina, ponte en mi lugar, no voy a aguantar mirar a ese hombre con otra mujer!
- Venga, vamos a dormir, lo mejor es consultarlo con la almohada, mañana que estés fresca y descansada verás las cosas de otra manera, ya lo verás - Acomodo mi sabana y luego se fue a su cama.
Enseguida cerré mis ojos, caí en un sueño profundo.
...
Richard.
- Para ya, Lena!
Ella deja de besarme el cuello y se aleja un poco para verme a la cara.
- Amor, que pasa? - me ruega, dándome una de sus miradas de cachorro triste.
No le respondo, mis ojos permanecen puestos en las puertas del ascensor, quiero que se abran de una maldita vez. Volverla a ver no me emociona en lo absoluto, ella me dejó sin ninguna explicación, cuando yo le entregué tanto de mi.
Me sigue por el pasillo hacía mi habitación. Entramos y me dirijo al mini bar, me sirvo un whisky.
- Seguirás sin decir una sola palabra? - su pregunta se queda en el aire.
Me siento en medio de la cama y me recuesto contra el espaldar, debo admitir que se ve hermosa con ese vestido rojo que se ajusta a sus curvas perfectamente.
Se desnuda ante mis ojos.
Una de las cosas que me atrajo en un principio de Lena, fue lo segura que es de si misma, lo segura que se siente con su propia piel y desnudes.
Es tan jodidamente sensual.
Se sienta sobre mi regazo, acaricia mi pecho - Vamos mi amor, estoy aquí - sigue rogando.
- No cuando yo te lo pedí - le digo seco.
- Richard, era mi oportunidad, tu lo sabes - habla con desespero - Estás siendo egoísta! - me reclama .
La empujó a un lado y me levanto de la cama - Te amaba, maldita sea!
- Y yo aún te amo! Por eso estoy aquí - ignora el hecho de decirle que ya no la amo.
Se para y trata de abrazarme enrollando sus brazos en mi cuello - Déjame demostrártelo, por favor - su tono es de súplica, me besa y estruja su cuerpo contra el mío, entonces siento debilidad por ella.
En un arrebató la empujó a la cama, cae de espaldas, me paro en medio de sus piernas y empiezo a desvestirme.
La hago mía, es una follada rápida dónde solo yo consigo satisfacción. Prendo un cigarro.
Nina.
Pienso en ella, su cara sonrojada, sus dulces gemidos...
Maldita sea!
Espero que por su propio bien me odie.
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Diamante - Richard Kruspe - Rammstein -
Fiksi PenggemarToda acción tiene consecuencias, y está apuesta no será la excepción.