Diamante - Richard Kruspe - Rammstein -

9. Todo tiene sentido

La mañana siguiente Irina y yo tomamos el desayuno en uno de los jardines, estamos solas, todos los demás aún siguen en sus habitaciones.

- Tengo algo interesante que contarte - le da un trago a su mimosa, yo la miro expectante - Aunque claro, se que a ti no te gustan los chismes - mete un bocado de ensalada de frutas en su boca.

- Irina - me quejo, ella sonríe.

- Bien, te lo diré - suspira con dramatismo - Richard rompió con su novia - suelta un gritito ahogado.

No se porque de pronto el corazón se me arruga, revivo la noche anterior.

Él sin compañia, la botella de vodka en la mesa y de pronto, todo tiene sentido.

Estaba bebiendo por despecho?

Claro, se acercó a mi por despecho...

Aún así - recuerdo sus palabras - Sigues sin ser mi tipo...

Auch...

De pronto se me quita el hambre y me siento terrible, agradezco que Irina siga distraída contándome todo de lo que me perdí en la salida de la noche anterior.

Dos noches después hay una gran cena por el cumpleaños de JB.

- Amiiigaaaa te ves espectacular! - dice Irina al verme salir del baño, me ha prestado uno de sus vestidos, encaja y se amolda perfectamente en mi cuerpo, como si desde hace mucho tiempo me perteneciera.

En estos casi dos meses que van de gira he aprendido algo de los hoteles lujosos, puedes pedir la comida a tu antojó y yo he aprovechado eso a mí favor pidiendo que todas mis comidas sean saludables.

Cuando entramos al restaurant todas las miradas se posan sobre nosotras, y no es por ser presumida, pero hasta Oliver y Flake me miran unos segundos más de lo normal.

Busco a Richard con la mirada, pero no está en la gran mesa.

Till se acerca - Buenas noches - nos saluda a ambas pero mirándome directamente a mi a la cara, me toma de una mano - Tomemos un trago - mientras me guía a la barra volteo a disculparme con Irina, no me gusta haberla dejado ahí en la puerta, arrugo el seño al ver la expresión de su cara.

Irina... Triste?

En cuestiones de segundo se recupera con una habilidad sorprendente y camina en dirección a JB.

- Por ti, por lo hermosa que luces esta noche - brinda Till con tono seductor, yo simplemente alzo mi copa aunque siento la vergüenza acumularse en mis mejillas.

Entonces lo veo, está fumando en uno de los pequeños balcones que tiene el salón, cuando Richard voltea y me mira desvío mi mirada hacia Till, quien ha seguido coqueteandome toda la noche.

Cuando los mesoneros retiran los platos del postre de la mesa, empiezan a llegar las bebidas, los chicos de la otra banda le han traído una sorpresa a JB, entran mujeres vestidas con prendas de látex y cuero, algunas bailan, y otras se reparten entre los hombres presentes en el salón.

Veo que Richard habla con una rubia de senos grandes, y es la primera vez en mi vida que siento celos.

Una mujer se acerca a Till y la fulminó con la mirada, tanto así que la pobre gira sobre sus talones y sale despavorida.

Till se acerca más a mi - Déjame llevarte a la cama - me susurra al oído, mis ojos se abren como platos y lo miró a la cara, pero algo más detrás de él me deja fría.

Richard y la rubia de senos grandes se están besando.

Sin pensarlo salgo del restaurant de la mano con Till.

Me lleva a su habitación, se acerca a mi lentamente como si supiera que si hace algún movimiento brusco podría arrepentirme. El olor de su colonia es agradable, acaricia mi mejilla y mete detrás de una de mis orejas un mechón rebelde.

- Till... No-o - digo en un susurro, él no responde, baja su mano y la desliza dentro de la falda de mi vestido, todo esto sin despegar su mirada de mis ojos - No - agarro su muñeca deteniendolo.

- Solo dejame darte placer - su voz es ronca y su respiración pesada.

Mi mente se nubla con toda está tensión que hay entre nosotros. Se moja los labios antes de besarme, es provocador, entonces libero su muñeca, y su mano me empieza acariciar por encima de mi ropa interior, despegó mi boca de la suya con un gemido, me aferró a su camisa con fuerza, mis piernas tiemblan y cierro mis ojos sintiendo placer puro cuando hace aun lado mi braga y me toca directamente.

- Más rápido por favor - le pido escondiendo mi rostro en su pecho.

Till obedece y acelera los movimientos, el placer se apodera de mí y explota en una corriente deliciosa que recorre todo mi cuerpo.

Cuando he recobrado el aliento despegó mi cabeza de su pecho, siento la necesidad de devolver el favor por lo que ha hecho, pero el detiene mi mano antes de que lleguen a la pretina de su pantalón.

- Hay algo que tienes que saber antes de que sigamos más lejos...