34. Es una verdad mundialmente reconocida...

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Irina

Mis piernas se abren, mis uñas lo aruñan y él no tiene piedad a la hora de embestirme como un salvaje.

Sus estocadas son intensas y posesivas.

- Más! - suplico en un grito ahogado que sofoca con su boca.

Intensifica los movimientos mientras se hunde hasta el fondo, cosa que hace que explote con el delicioso orgasmo que me sube y baja de golpe.

Dos polvos contra la mesa nos dejan en el sofá de su habitación con mi cuerpo sobre el suyo, ninguno de los dos dice nada, pero sabes que estás calada hasta los huesos cuando cosas tan sencillas como estás te resultan únicas y maravillosas.

Que hay de especial en tumbarse sobre alguien y escuchar como su respiración va volviendo a su ritmo normal?

Nada, pero cuando quieres, esa simple sensación se asemeja a como si te hubieses ganado la lotería.

En el momento que estoy más cómoda, me aparta y se levanta del sofá.

- Pasa algo? - pregunto.

- Tengo sed, es todo - pero su tono es algo aspero.

Lo ignoro, seguro solo es cansancio.

- Sabes que sería lindo? Si saliéramos en una doble cita con Nina y Ri...

- Para - me corta - Todavía no tienes claro como funciona esto? Solo follamos, Irina.

- Till, esto ya no son solo folladas y lo sabes - río para no llorar.

- No? Que es entonces? - suelta sin sutileza - contéstame, que crees que somos? Lo divertido se acabó, el toque picante lo daba que fueras prohibida.

- Divertido? - pestañeo sin poder creer las palabras que salen de su boca - Se que no es fácil para ti reconocer lo que está pasando entre los dos, pero no es necesario herir con palabras. El mundo no se va a acabar porque sientas...

- Para - levanta su mano para que no siga - No hables como si me conocieras, porque no es así. No te inventes cuentos de hadas en tu cabeza. Follas de maravilla, sin embargo, eso no quiere decir que vas a cambiarme o que pueda enamorarme porque me haces venir... Si fuera así, le hubiese jurado amor eterno a la grupie de hace unas horas.

Siento como si un piano me ha caído encima, los ojos me pican e intento no llorar.

- Sabes muy bien que no somos exclusivos, creí que lo tenías claro - me da la espalda mientras se sirve un trago seco de whisky.

Me levanto y empiezo a recoger las prendas de ropa del piso, me visto en silencio, aguantando aún las ganas de romper a llorar.

Que ha pasado conmigo?

En qué momento me enamore de este hombre?

Le odio, y mi odio más a mi misma debido a la persona en la que me he convertido por su culpa. Till ha destruido todo aquello que con tanto esfuerzo construí, mi magia se ha ido... Era una bruja, una mujer empoderada, independiente, rebelde y muy segura de mi misma. Me había quedado indefensa, y lo que más me molestaba era que no había hecho nada para evitarlo, sino que había caído redondita en sus garras.... Y ahora estaba pagando las consecuencias.

- Venga, no te pongas hormonal - me ofrece un vaso de cristal, sacándome de mi ensimismamiento.

Quiero vomitar...

Hazlo... en su cara...

Necesito a mi mejor amiga...

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Nina


El mes transcurrió mejor de lo que había pensado, después de un tiempo todos supieron de nuestros noviazgo y dejaron de mirarme con curiosidad.

Richard se portaba atento, e incluso caminábamos siempre tomados de la mano.

Empiezo a sentirme segura con él, la verdad no ha estado mal ser su novia, creo que hasta podría acostumbrarme.

Trago en seco sin dejar de mirarlo. Él duerme profundo a mi lado.

No se que más temo, si ser un deseo fugaz o uno permanente.

Que tenemos las mujeres con desear siempre al hombre perverso y oscuro?

Hubo un tiempo en el que desee encontrar al príncipe azul, pero en su lugar encontré al villano, uno con aires de grandeza, uno que con seguridad terminaría siendo dañino para mí.

Si, se a convertido en una droga para mí.

Pero por qué desear a encantador, si puedo huir con el ogro?

Rememoro nuestra conversación...

- Tengo miedo - susurré.

Arrugo el ceño, me miró severo, como si lo hubiese ofendido - Crees que soy un adolescente, no, tal vez el típico Rock Star que planea follarse a cuánta mujer se le atreviese por el camino, me ofendes - dice molesto - Ha estas alturas deberías de saber que puedo conseguir a la mujer que me plazca, pero no quiero eso - se apuró a decir - Te quiero a ti, Nina - probó mi boca con delicadeza - Eres mía......

Suya... Y con solo eso bastó.

Pero, es una verdad mundialmente reconocida que cuando una parte de tu vida va bien, la otra se va a la mierda.

- Por qué no me lo dijiste entonces? Por qué, Nina?

Irina camina de un lado a otro, yo permanezco sentada en la cama aún en shock.

- No pude hacerlo - digo cuando soy capaz de responder - Traté, pero no pude. Nunca te había visto tan entusiasmada por alguien como lo estás con Till, así que yo...

- Te lo callaste - su mirada es dura.

Muerdo mi labio, y mi barbilla tiembla ligeramente.

- Yo no quería hacerte daño Irina - le digo con tono conciliador.

- Pensé... Pensé que me conocías mejor - Veo con horror como se rompe y empieza a llorar.

- Irina - mi voz es temblorosa - No intento justificarme, de verdad que no, pero todo fue...- inhalo profusamente - Yo crei que ustedes habían terminado lo que tenían, y por eso... - Ella me mira incrédula.

Quien en su sano juicio dejaría a una mujer con las proporciones de Irina, por alguien como yo?

- Me equivoqué y entiendo que en estos momentos estés odiandome, y sientas que traicione nuestra amistad, pero debes admitir que tienes en parte culpa.

- Oh, no! - niega con la cabeza - No te obligue a nada, deberías de estar enterada de que tanto los novios como los ex's de las amigas están prohibidos!

- Irina... - trato pero ella me deja con la palabra en la boca.

La sigo por el pasillo, es un torbellino que se dirige al ascensor, esté pita y se abren las puertas dejando ver a Paul, Richard y Schneider.

- Estás bien? Pasa algo? - es Richard quien le pregunta al ver lo agitada que esta.

- Por qué mejor no le preguntas a la perra de tu novia... - y se pierde tras las puertas del ascensor.....



Diamante - Richard Kruspe - Rammstein - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora