Exhausta

211 13 0
                                    

La electricidad recorrió todo mi cuerpo.

Estábamos a punto de besarnos.

A punto...

Pero entonces escuchamos unas risitas y seguido la puerta abriéndose.

Rápidamente, Frey y yo, nos separamos y buscamos un escondite, nos escondimos atrás del sofá y él me ayudó a inclinarme.

Las risitas se seguían escuchando, pude apreciar como la perilla se movió avisando pronta abertura. Mire por encima del sofá como niña, esperando a que se abriera.

Heist entró con una sonrisa maliciosa.

A lado de él una chica con vestido apareció.

La chica se reía de quien sabe que, mientras que Heist sonreía maliciosamente y radiante. La chica tenía el cabello hasta los hombros, color entre el rubio y café, sus ojos eran cafés. El vestido que traía era uno con muchas lentejuelas rojas y moradas, le quedaba hasta arriba de las rodillas.

Yo mire a Frey, extrañada, y fruncí el ceño.

Recordé la charla que le dio mi madre a Heist sobre él porque no jugar con los sentimientos de las chicas. Mi mamá le remarco muy bien que no quería que se liara con más chicas, y menos que las lastimara para demostrar algo.

Heist acordó no volverlo hacer.

Pero, bueno, era Heist, no dejaría de hacer algo que no quisiera.

Mire como Heist hablaba de algo y le susurraba cosas sucias al oído de la chica, haciéndola enrojecer y reír. Pasaron a la parte de la cocina.

Heist sacó una botella de wiski y la puso sobre la barra junto a un vaso de vidrio. ¿Seguía tomando?

Se sirvió un poco mientras seguía sonriendo, y la chica seguía riendo.

Heist, ya no tenía el saco, de hecho, solo tenía la camisa blanca medió desabotonada y arrugada salvajemente. Su cabello rubio estaba revuelto, más de lo normal como si hubieran jalado de el.

Mmm alguien estuvo haciendo cosas sucias.

La chica reía mientras veía a Heist beber. Ella se acercó de manera seductora a Heist.

Tomó la corbata que ya hacía en la barra y la enredó en Heist, él dejó el baso para concentrarse en ella. La miro maliciosamente y ella le susurro al oído.

- Quiero que me lleves a la cama –

Heist ni siquiera se molestó en ocultar que su objetivo se había cumplido. Descaradamente, se volteo hacia ella y le tocó las pompis y las acarició hasta los muslos.

La chica enloqueció al tener las manos de él en su cuerpo.

Él la beso tan salvajemente que yo abrí la boca en forma de "O" me cubrí la boca para no gritar.

Esta bien, sabía las cochinadas que hacía y como jugaba sus cartas, pero, una cosa es saberlo y la otra verlo. Verlo tan tranquilo y con un descaro interminable.

La estupefacción fue más, cuando la tomó de los muslos y la puso en la barra mientras la besaba, y sin un poco de problema pude apreciar como él le metió la mano en la parte íntima. Haciéndola gemir.

Estaba excitándola enfrente de nosotros.

ESTABAN HACIENDO ESO ENFRENTE DE NUESTRAS NARICES.

Nada más falta que se follen enfrente de nosotros.

Mi cara fue de:

¡Madre Santa! Yo leía estas cosas, no las veía.

Mire a Frey esperando alguna señal.

Mi vida como una STEIN (fancic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora