Recuerdo.

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Tic tac, tic tac...

El reloj se oía en medio del silencio, eso y lo quejidos de dolor a lado mío.

Voltee los ojos.

-¿podría decirle que se calle?- pregunté irritada

-Señorita, respete - me regaño la señor enfrente mio.

-No te hice nada, cobarde - solté al muy idiota de a lado mío.

-me rompiste la nariz - se quejo agarrándose la nariz. Sonando constipado

-Se calman los dos - regaño de nuevo la señora.

Suspiré pesadamente cansada, haciéndome mil ideas de la regañiza que me darían, pero no me arrepentía en nada.

El teléfono sonó y la señora llamada "Directora" contestó.

- Si, va para allá - contestó y dejó el teléfono. - Toma tus cosas esta tu tutor afuera - me ordenó

Agarre mi mochila y mis cuadernos para dirigirme a la puerta de salida, la directora estaba de espaldas así que no me veía, el idiota me miró y yo le saque el dedo de en medio y me fui.

Mientras combinaba trataba de hacerme la idea de lo que me esperaba.

Camine apresuradamente, la furia me salía por las orejas.

-No me estés ignorando contéstame ¿por qué lo hiciste? - la voz de mi madre Fleur se hacía cada vez más fuerte, la comprendía, estaba enojada y con toda razón.

Y no, yo no estaba enojada con ella, si no que conmigo, por haberle fallado y por haber actuado antes de pensar.

-Se lo merecía ese imbecil - solté enojada.

-Tu sabes que recibiría su castigo, pero no de ti - me contestó.

-¡Merecía que alguien le rompiera la cara! - solté son arrepentirme

-Te mandamos para acercarte a el con un bajo perfil, no para que lo mandaras al hospital - me señaló.

Las palabras yo creo que sonaban fuerte ya que papá Mayne se unió.

-¿que es lo que está pasando aquí? - preguntó sorprendido al ver mi cara de enojada.

Me repaso con la mirada, viajo de mi mirada hasta mis manos, era tan inteligente que podía unir cosas en menos de un segundo.

-Oh.. - soltó

-Lo que pasó es que la chica que dijo que iba a mantener bajo perfil le rompió la nariz al estúpido niñato ese - soltó furiosa.

-¡Era un imbecil! Se lo merecía, por mi le hubiera enterrado mis tijeras en los huevos - masculle

-¿Tú hiciste eso? Oh vaya.. - rio

-No Mayne, no la apoyes - le advirtió mi madre

Papá se quedó callado y se puso serio para darle apoyo a mi madre.

Mi vida como una STEIN (fancic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora