Capítulo 21

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—¿Así que ya son amigos? —Un JiMin muy borracho enganchó su brazo alrededor de mi cuello en la hoguera después de la carrera.

Sabía de qué hablaba.

—No iría tan lejos. —Tomé un sorbo de mi cerveza caliente y seguí con la mirada hacia adelante.

Tate y yo intercambiamos bromas cuando llegué, pero sabía que tendría que hablar con ella de nuevo esta noche.

Me encontraba obligado y determinado a conseguir ese collar de vuelta. Tenía que ver a mi padre mañana.

—Estoy seguro que funcionará —suspira con indiferencia—. Ahora que ella tiene novio, creo que puedes cambiarte a pasatiempos más interesantes que odiarse el uno al otro.

El vaso se rompió en mi mano.

—Ella no tiene novio.

—Lo tiene —escupió de nuevo, y podía oír la sonrisa en su voz—. Él va tratar de poner sus manos sobre ella esta noche.

No.

Tate y Ben no estaban está noche como amigos. Sabía eso. Pero que JiMin lo dijera en voz alta hizo que mi estómago rugiera con rabia.

—¿Ves a esos chicos? —Él hizo un gesto con la barbilla y saludó con la mano al grupo con el que hablaban Tate y Ben—. Todos quieren meter sus manos bajo esa falda. ¿Lo sabes, verdad?

Sólo respira.

—Y tarde o temprano —continuó JiMin—. Ella va a dejar que alguno de ellos lo haga.

Maldito.

Tragué saliva y relajé el agarre que tenía sobre el vaso de plástico rojo.

JiMin se alejó, una vez que hizo el daño que venía a hacer.

Sabía que él estaba tratando de meterse en mi cabeza, pero tenía razón, y mi alta carrera para drenarla de mi cabeza se encontraba en flujo constante.

Ella nunca me lo perdonaría.

Ella tenía un futuro y el mío era cuestionable.

Pero miré a Tate, quien de inmediato me miró a través del fuego, y era como tratar de caminar lejos del agua que necesitaba para vivir.

No hubo más remedio que beber.

Antes de que pudiera comprender en mi cabeza qué diablos iba a hacer después, sentí unos brazos abrazándome el cuello.

—Dios, te he echado de menos. —Un cuerpo con olor dulce estaba apretado suavemente contra mí, unos labios húmedos se quejaron contra mi cuello.

Piper.

Tranquilamente desenvolví sus brazos.

—He escuchado que te has mantenido ocupada con Nate Dietrich — le reproché, pero no me importaba.

Se dio la vuelta para mirarme.

—Salimos un par de veces. Pero soy toda para ti —dijo, inclinándose—. Incluso tengo una sorpresa para ti.

—¿Y qué es eso? —le seguí la corriente.

—Oh, qué bien. —Juntó las manos—. Estás interesado. ¿Ves a esa chica de allí? —Apuntó a una pelirroja al otro lado de la hoguera, pantalón negro y blusa ajustada.

—¿Qué pasa con ella? —le pregunté, sin saber a dónde iba con esto.

—¿Qué hay de ti, de mí, y ella yendo de regreso a casa?

¿Qué? Parpadeé, no muy seguro si había escuchado bien.

¿Acaba de ofrecer...?

—Ya he trabajado en eso. Ella juega. Podemos jugar, o... —Bajó la voz—... Puedes mirar.

Hasta Ti {F.A.S; #1.5} ➳ Jung HoSeokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora