capítulo 3

12 3 2
                                    


GABRIELE

Este capítulo aún no lo narrará Gabriel, es solo un poco de lo que pasa con él.

Su olor, ese olor que ella desprende, ese que inhalé, el que me hizo creer que ya había muerto, pues tal exquisito aroma no podía existir en la mierda en que me encontraba.

Intento abrir mis ojos, pero me pesan demasiado, el dolor en mi cabeza es insoportable, pero a medida que despierto ese dolor pasa a segundo plano al sentir el verdadero infierno en todo mi cuerpo al tratar de moverme, mis ojos no quieren obedecerme por más que quiero que se habrán, mi cuerpo no responde ninguna orden que le mandé a mi cerebro. Logro habría un poco mis ojos, cerrándolos de nuevo por la luz que cala en mis ojos, trato de acostumbrarme, aún que uno de mis ojos no me ayuda mucho, observo mi alrededor.

Ahí está ese aroma delicioso de nuevo que, flotando a mi alrededor, opacando todos los demás.

¿Dónde carajos estoy ahora? La última vez que estuve consiente, estaba en una puta celda colgado de los brazos, recuerdo por último que esos hijos de puta, con un tuvo me golpearon en las costillas. Quiero moverme, pero mi cuerpo sigue sin responder, volteo hacia una esquina dándome cuenta que una mujer está dormida sobre un sofá, tiene un vestido puesto que le ha subido y tiene medio culo al aire, su pelo cubre su rostro el cuál no puedo ver.

-Tu cuerpo aún no elimina del todo el sedante por eso no puedes moverte, aunque yo te recomendaría que no lo hicieras. Abrirías tus heridas y, eso a mi señora le enojaría -escucho la voz de un hombre, pero no lo veo. ¿Mi señora?

Quiero hablar, pero tampoco puedo mover mis malditos labios, esto es desesperante.

-Permanecerá de esto modo, mientras su cuerpo se recupera. Está en buenas manos ahora, aunque ella odie a los de tu clase, decidió ayudarte. Así que aprovecharía lo que me da. No intente forzar su organismo, mejor descanse -. ¿Los de mi clase? ¿Una mujer me ayudó?

Escucho un leve pitido, y todo a mi alrededor comienza a dar vueltas, haciendo que de nuevo cierre mis ojos para devolverme de nuevo a la obscuridad.

-Sedante número dos aplicado, buen viaje, señor Gabriele.
Escucho que hablan a lo lejos. ¿Saben mi nombre? Pedo, además... ¿Quién en su sano juicio, ayudaría a una persona como yo?

🥃 🔪🍷♠️🍷🔪🥃

DAYANNA

Estamos en la sala mi hermano y yo, vemos Batman inicia por milésima vez, una de nuestras películas favoritas, pero yo soy la fan número uno de Batman, él es más del hombre araña. Mamá está leyendo un libro que en su portada dice biología celular.

-Te toca ir por más jugo, te lo terminaste, abusiva -me reclama mi hermano cuando toma el vaso y ve que está vacío.

-Claro que no, tú te lo terminaste primero, mentiroso -me arroja el vaso en la cara- ¡Mamá! Helmut me pegó.

Mamá baja el libro para voltearnos a ver con cara de reproche.

-Helmut, ya te eh dicho que no le pegues a tu hermana. Es que acaso es mucho ped...

El regaño de mamá se queda a la mitad, cuando escuchamos que abren la puerta de la entrada y escucho la voz de papá.

-¡Papá llegó a casa! -escucho ah papá gritar nuestros nombres, le arrojo las palomitas que estaba comiendo a Helmut en la cara. Para salir corriendo rumbo al sonido de su voz, gritándole una y otra vez, "papi" estoy tan feliz, por fin regresó.

DAYANNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora