Xing solo pudo soltar un suspiro ante la determinación de su niño que caminaba a unos cuantos pasos delante de él.
–A-Cheng... ¿no tienes hambre? ¿Sueño?
–Nop
Acelerando sus paso cargo al bebé en sus brazos y siguió avanzando para evitar cualquier conflicto.
–Aunque A-Cheng quiere hacer algo noble, también debe descansar.
– ¡Pero la Jie está enferma! Y tú dijiste que en Qisha Wey hay medicina.
–JAJA, no así no mi niño. A ver repite después de mí. Qin-sha, We-n
–Qin-sha... ¡Wey! – grito siendo celebrado por sus amigos.
Xing soltó un pequeño bufido y siguió caminando, a este paso tardaría 1 a 2 días llegar a la Secta Wen, viendo como el niño en sus brazos comenzaba a cabecear y los pequeños cachorros lo seguían con bostezos. Levanto su mirada y vio al sol que apenas se asomaba, no podría utilizar su poder para avanzar hasta que la noche estuviera presente, sostuvo de manera más cómoda al bebé y se sentó en la sombra de un árbol para dejar al menor dormir una siesta junto a sus cachorros.
(....)
Cuando Jiang Cheng abrió los ojos se encontraba en una superficie suavecita y acogedora, acariciaron su cabeza y lo volvieron a cubrir con una delicada manta.
–Aún no hemos llegado pequeño, sigue durmiendo. – murmuro una suave voz.
No muy lejos de ahí Jiang Cheng logró visualizar a sus amigos que aún seguían dormidos, confiando plenamente en las palabras de se Gege cerro los ojos y volvió a dormir.
(....)
– Xu-ge ya me aburrí – sentencio un pequeño niño colgándose del brazo de su hermano mayor.
–Aun no A-Chao, no hemos encontrado algún regalo para padre – el mayor palmeo la cabeza del menor y siguieron parando puesto en puesto buscando el regalo para su padre.
.
.Cuando Jiang Cheng abrió los ojos se encontraba frente a un gran mercado, uno más grande que el de casa, volteando a ver a su estrella este solo le sonrió y le impulso a adentrarse en el lugar. Xing volvió a esconderse para el ojo humano solo dejándose ver por su niño y los amigos de este.
Jiang Cheng corrió pasando puesto por puesto, en ocasiones se quedaba viendo pequeñeces o dejándose guiar por sus cachorros. Los pueblerinos (más las mujeres) no podían evitar soltar al ver a la pequeña manchita de no más 6 años correr de un lugar a otro mientras soltaba "Ooooh" o "Aaaaah" ante todo lo que veía.
– Disculpe, ¿Qué es esto? – pregunto a la mujer del puesto donde se detuvo.
– ¿El joven maestro no conoce las manzanas acarameladas? – sonrió dulce mente la anciana señalando las manzanas. – Son manzanas mágicas que te hacen muy feliz.
Jiang Cheng solo pudo quedárseles con ojos brillosos, formando una O con su boca. Abriendo su bolsa saco una moneda de plata y dos dulces y los puso en el mostrador.
– ¿Esto es suficiente? – pregunto dando saltitos para alcanzar a ver de mejor manera las manzanas. "¿Esto haría feliz a su A-Niang?".
Las personas cerca no pudieron evitar sentir ternura y rápidamente se acercaron al puesto de la anciana comprando todo las manzanas que el pudiera cargar.
– ShuShu, Yima* ¡Gracias! – grito Jiang Cheng haciendo una reverencia e irse con sus manzanas, una en cada mano, mientras Jazmín y Amor cargaban dos pequeñas bolsas donde dentro iban otras tres manzanas.
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Las aventuras del pequeño Cheng
Fanfiction┍━━━━━━━✿━━━━━━━┑ Qué pasaría si cuando Jiang Fengmian le ordenó a su hijo menor deshacerse de sus tres amigos este se negara. Jiang Cheng prometido cuidar a Amor, Jazmín y Princesa y si eso significaba irse con ellos así sería. O un Jiang Cheng de...