Las Misiones: Las Especies

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Las Misiones: Las Especies.

Por Mary G.B

Saltaba de un lado a otro, piedra por piedra con cuidado, estaban en un pantano lleno de platas raras, árboles viejos y el oscuro rio, miraba hacia todos los lados y al escuchar un crujido entre los árboles se agacho para no ser vista su corazón latía y su cabeza planeaba cualquier ataque. La joven que su cabello estaba recogido con una coleta alta llevaba dos mochilas en su espalda una mochila roja de Klein y su pequeña mochila en su hombro color beige.

Respira profundamente.

Cuidadosamente mira fijamente los árboles y saca de su mochila dos libros.

Estaba nerviosa, que tal si era un demonio u otro ser? Enseguida escucho unas risas.

-La vez, tiene miedo- dijo una vocecilla.

-Se parece a Ciflo- se ríen todos-  él siempre tiene miedo!

La chica entrecerró sus ojos grises para poder ver a las criaturas, eran pequeños parecidos a los humanos con trajes verdes.

-No tengo miedo, veis todos? – un duendecillo algo regordete salió en el hombro de Amy.- Ustedes no harían esto, cobardes!

La chica miro al diminuto duende y grito.

-QUE TE PASA!??

El duendecillo cayó al suelo rodando.

-Yo pregunto lo mismo!!- dijo levantándose- Eres muy escandalosa, humana!

Amy miro que a su alrededor habían varios duendes alguno azules, rojos o verdes era toda una comunidad de ellos. Tomo el Libro rojo para  protegerse.

-Miren, es el Libro Rojo!- decía un duende.

-Hey chiquilla donde lo haz sacado?- preguntaron.

-Qué son? – Pregunto Amy- no se atrevan a atacarme!

-Aunque quisiéramos no podemos, va en contra de las normas atacar a un humano- dijo Ciflo.- Además, tienes ese libro que te protege de cualquier hechizo, que este escrito en el.

Amy  suspiro tranquila y se agacho aún más para verles a todos.

-Si no estoy mal, ustedes son Duendes según el Folklore- la chica les sonreía- pensé que sería algo diferente.

-Oye! No dudes de nuestra capacidad, además somos los únicos de nuestra especie con poderes mágicos como las ninfas y hadas- dijo orgulloso un duende rojo.

-ya veo, bueno vengo a hacer investigaciones sobre ustedes no me tomen a mal- la chica se sentó en el suelo para sacar su cuaderno junto con un lapicero- Soy Amy por cierto.

Los duendes la rodearon y algunos se subieron a sus rodillas, que bueno que ese día llevaba un pantalón negro con una sudadera gris oscuro.

-Eh Eh! Yo soy Timoti- dijo un chiquitín.

-Haber Timoti, puedes contarme que hacen ustedes aquí ¿?- pregunto la chica.

Todos miraron con atención a Timoti.

-Eh, Eh! Procuramos que los insectos no se coman la vegetación de los humanos aunque a veces nos gusta hacerles bromas- empezó a reírse junto con los demás.

La chica tomaba nota de todo lo que le decían, incluso habían duendes que le agradaban  y le hacían reír.

-Entonces, odian que los confundan con los gnomos- la chica se paró.

-Sí, esos igualados nos dan guerra pero los duendes somos más listos y sabios- hablaron.

La chica metió el libro Rojo y después el libro Negro de Especies.

El Ángel de las AlmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora