Pesadillas

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El Ángel de las Almas

       Creado por Mary G.B

Capitulo 5:  Pesadillas

Me desperté, cuanto tiempo había pasado desde la pelea?  Abrí mis ojos y me encontré en mi cuarto, ahora  arreglado como si nada hubiera ocurrido.

-que bueno que haz despertado- entro a la habitación con una taza de te.

-klein! Estas bien?- dije aun asustada.

-si, mocosa- dijo molesto y se sentó a un lado de mi cama- toma, te hará sentirte mejor.

-siento, haber…-pronuncie tristemente.

-no fue tu culpa- miro mi cuello- te arde?

-si, un poco…pero estoy bien- me rei

-eso no lo creo, estúpida- sonrio

-imbécil- nos miramos retadoramente. 

 Se escucha como se abre la puerta, ambos se tensan. Un señor de cuarenta y cinco años entra cansado a la casa, toma una taza y pone te en ella.

-que bien, esto necesitaba! Una taza de te- dice feliz.

                                                                  *                *                 *

En la otra habitación los jóvenes se ven el uno al otro.

-quien es ese viejo?- dice en bajo el chico.

-no le digas viejo, estúpido! Es mi padre-  dice pegándole a este en la cabeza.

-Amy? Estas en casa?- el Señor abre la puerta.

-papa! Haz llegado! Me alegro- sale rápidamente de la habitación cerrando la puerta.

-eeh si! Tu hiciste este te? Esta delicioso!- ríe.

- papa, eres como un niño, vamos! Pensé que estarías en junta- sonríe.

Ambos se sientan en la mesa, conversando solo padre e hija, hace años que no conversaban así, bueno desde que su padre se caso con Mely.

Era todo diferente, su papa trabajaba en la Editorial Félix conocida por tener grandes escritores y libros para el comercio educativo.

Tomo un sorbo de su te, vio a su hija, era muy hermosa idéntica a su amada…

-dime, hija, algún novio o chico que te agrade?- dijo sonriéndole.

-que? Esas tonterías? Sabes que no me gusta hablar de ello, papá-  dijo mientras tomaba un pastelillo de la refrigeradora y se sonrojaba.

-si, lo se, lo se pero tu sabes, es algo muy común en tu edad, enamorarte de un muchacho tal vez rebelde o inocente eh? Que me dices, picarona?- la ve.

- ashhh…eres peor que mi maestro de mitología- se ríe a carcajadas.

- uuhh entonces seria bueno para maestro?- sonríe.

-que va! Te sacarían del colegio!- ambos se empiezan a reir.

Después de unas horas de platicar de la vida diaria de Amy y de su padre, hubo un pequeño silencio, muy incomodo por parte de la joven.

-papa..?- lo miro extrañada.

-Amy…eres feliz sin tener a tu madre aquí?- baja la cabeza.

-yo…claro que soy feliz! Digo, no conozco mucho de mi madre pero no quiero rendirme por lo que ella me dio.

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