Ocaso || Mikemba

O3

— Esta bien, aunque creo que deberías aprender a decir las cosas con más...

— Delicadeza. Eres muy cruel — complete la frase de Rubén.

— Oigan, no se pongan de acuerdo para atacarme con sus palabras tan "delicadas" — dijo haciendo comillas con los dedos.

— No te estamos atacando, solamente digo que seas más sensible — dije.

— A veces lo que la gente necesita es que alguien le recuerde la realidad por más dura que sea — se escuchaba como si hubiera alguien a quien le tenía rencor.

Y esque era raro, yo jamás conocí al Javi rencoroso, parecía feliz ante todo porque siempre me animaba cuando lo necesitaba y, a veces, era un poco egoísta con gente que no se tratara de alguien que el amará o que conociera.

— Mike tiene razón Javi, el taller de práctica que te toque no creo que te permita ser tan duro

— Se que no me lo van a permitir así que por eso pienso dar consulta por mi cuenta — realmente quería saber a quién le tenía tanto rencor.

— Hey, Javi, cuando estaba pequeño siempre me preguntaba como era posible que alguien no pudiera caminar. La chica que me daba terapia solo me enseñó a intentar caminar pero jamás pudo responderme porque no podía, supuse que era porque estaba pequeño y no podía procesar algo que no entendería

— Es algo difícil para ti, lamento ser tan egoísta pero espero que lleves mejor eso

Al parecer Javier estaba decidido a hacer las cosas como decía que le parecían mejor, no lo juzgó pero estaría bien que pensará en alguien más que solo el y aunque no pensaba hacerle cambiar de opinión esperaba que lo pensara mejor.

— Bueno, cambiando de tema, aún no llega tu mamá ¿de verdad llega tan tarde?

— A veces — Javi se dirigió a la cocina y comenzó a preparar algo de cenar. Fuimos con el.

— Aún no me acostumbro a la comida oriental - dijo Rubén.

— Yo si, obviamente porque prácticamente comí eso durante mi infancia hasta hoy

— Lo difícil a veces no es comerla,si no prepararla. Tuve que obligarme a aprender

— Entonces déjame ayudarte, quiero saber cómo se hace - dije.

— Lo siento, estás muy pequeño, siéntate bebesito

Lo golpeé.

— Bien, ayuda

Mientras comenzamos a preparar note lo difícil que era cocinar, Rubén y yo solo vimos tutoriales y como se realizaban mejor gracias a Javier pero aún así quedaba del asco la comida. Su mamá llegó y solo reía por hacer la comida tan mal.

— Lamento que este así, la verdad ni me dan ganas de comer lo que preparé

— No te preocupes Mike, Javi empezó así como ustedes jajaja

— No me preocupó, me lamento

Al final dieron las once y Rubén y yo decidimos irnos a casa, seguro mamá iba a regañarme porque olvide avisar.

Iba acompañado de Rubén.

— ¿Te gusta vivir aquí? — pregunté.

— La verdad si, se me hace muy tranquila está zona e incluso hay veces en las que siento que no existe nadie más, solo la gente de aquí

— Vaya explicación, era un si o un no

— Lo siento

— No te disculpes solo bromeó