XXXIII

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Yo salgo corriendo y empiezo a trepar un árbol y empiezo a pasar de árbol en árbol con agilidad mientras presto atención a todo, al igual que veo en mi ojo izquierdo de vez en cuando lo mismo que Allan que viene tras de mí. Me paro un momento para coger aire y sin querer bajo la guardia y algo me tira del árbol y con magia he logrado evitar el golpe contra el suelo y rápido me pongo en alerta. Y ahí empiezo a defenderme sin prestar atención con quien me enfrento, creo que llevo unas tres o cuatro personas, incluyendo a los tres lobos, sólo me queda una, Cordelia. Justo aparece frente a mí y comenzamos a luchar casi igual que la última vez, pero de repente siento algo rozar mi mejilla y veo en sus manos unas cuchillas similares a las mías y al tocar la zona noto que me ha hecho un corte, eso hace que me enfade y yo cojo las mías y sigo defendiéndome con ellas hasta que me doy cuenta que estoy haciendo movimientos que en mi vida había aprendido y finalmente lo he logrado de nuevo, he vuelto a vencerle. Miro a los demás y estos me miran con asombro, pero yo percibo un olor totalmente diferente al de ellos y escucho que alguien empieza a aplaudir mientras se acerca.

-Bravo hija, maravillosa demostración del poder que tienes gracias a mí, pero necesito que vengas conmigo para hacerte más perfecta que ahora- aparece el que se supone que es mi padre de entre los árboles

-Ya te lo dije, eso jamás y yo no soy tu hija, ahora márchate antes de que te arrepientas de haber venido- le amenazo mientras me mantengo en estado de alerta

-Bueno, como no has querido acceder a las buenas, no me queda de otra que hacerlo a las malas- extiende sus brazos y detrás de él aparecen entre licántropos y vampiros

-No te la vas a llevar, eso sobre nuestro cadáver desgraciado- escupe enfadada Cordelia mientras se pone a mi lado junto con los demás que nos acompañan

-Vosotros lo habéis querido- y tras decir estas palabras empieza un campo de batalla en el que nos ayudamos entre nosotros

Yo me defiendo como puedo y cuando me giro a un lado veo que Mina está en peligro debido a que un gran lobo de ojos negros le está acorralando, así que sin dudarlo voy a auxiliarle y logro hacer que quede inconsciente y me dispongo a ayudarle a levantarse.

-¿Estás bien?- le ofrezco mi mano para que se levante, pero ella mira detrás de mí y su rostro refleja el miedo y el terror en todo su esplendor

-¡Layra cuidado!- intento apartarme pero ya es demasiado tarde, un licántropo se ha abalanzado por mi espalda y tengo sus colmillos clavados en mi clavícula con mucha fuerza

-¡Layra!- gritan y rápido me quitan el peso que tengo en mi espalda y soy incapaz de moverme

-Ya está hecho jefe- grita otro de los atacantes

-Perfecto, ya nos veremos Layra, espero que disfrutes de mi obsequio-

Nada más él decir esto siento como que algo invade mi organismo y arde dolorosamente haciendo que grite con todas mis fuerzas, me toman rápido y me llevan a la escuela y creo que me llevan a la enfermería pero una parte oculta y me dejan sobre una helada camilla. Mi cuerpo comienza a convulsionar hasta que me inyectan algo en el brazo y mi cuerpo empieza a relajarse y caigo en la inconsciencia aunque aún puedo oír lo que me rodea.

-Mierda, esta mordida es de un Alfa y uno de los fuertes- la voz acelerada y asustada de Angi me da a entender que esto es grave

-¿Hay algo que podamos hacer para evitar la conversión en licántropo?- pregunta Cordelia con un poco de esperanza

-Me temo que no podemos hacer nada salvo dormirla hasta que su cuerpo termine de adaptarse a lo que le han metido en el cuerpo, así no sufrirá- suelta un suspiro agotada y creo que está llorando- no quiero que le pasen estas cosas Delia, se supone que debemos cuidarla y protegerla y mírala, le ha mordido un licántropo por no haber prestado tanta atención, le hemos fallado a Eva- estalla en llanto, ojalá pudiera abrazarle y decirle que no le ha fallado,  y que están haciendo lo que pueden de la mejor manera posible

-Tranquila Angi, aún podemos contrarrestar este error ayudándole a superar estos nuevos cambios y evitar que vuelva a caer y hacerse daño por todo esto- trata de calmarle- ella ahora nos necesita más fuertes que nunca para poder ayudarle con todo-

-Si, tienes razón, mejor vamos a dejarla en un sitio más cómodo-

Y ahora sí que caigo en la inconsciencia absoluta, o no tanto ya que me vuelvo a ver rodeada de blanco y a lo lejos a mi madre y a Neira esperándome y yo me acerco a ellas.

-Layra, siento mucho haberte metido en este problema con él, de verdad que no tenía ni idea de que su intención era hacerte ser una mestiza de las tres razas- se disculpa mi madre nada más llegar a ellas

-Si, sabíamos que él deseaba la idea de tener un descendiente mestizo, al principio se decepcionó al supuestamente ver que eras bruja, pero por qué no te habías desarrollado desde el principio y volvió a decepcionarse al ver que yo nací siendo solo vampira- sigue explicando mi hermana- mamá y yo siempre hemos tratado de ocultar tus capacidades de él, desde que tuve 5 años estoy al corriente de lo que somos-

-Siempre supe lo lista que eras bichito- le acaricio el rostro

-Ahora debes afrontar nuevos cambios al ahora ser también una licántropa por obligación, cabe la posibilidad de que seas un Alfa, pero eso ya estará por ver, sólo te pedimos que tengas paciencia con ellas, esto es nuevo tanto para ti, como para ellas y van a actuar como crean conveniente que es lo mejor para ti-

-No nos queda más tiempo, recuerda, eres mucho más fuerte de lo que crees y todo lo que te propongas lo vas a conseguir Aneki-

-Está bien onee-chan-

Ellas me abrazan justo antes de sentir como me arrastran y vuelvo a despertar, veo que estoy en mi cuarto, siento algo en mi brazo y veo que tengo una vía intravenosa. Trato de levantarme un poco, pero me duele el cuerpo, veo que Allan se acerca a la mesa que hay al lado de la cama y después se posa al lado de mi mano y yo le acaricio un poco.

Rojo como la sangre, negro como la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora