-Buenos días Layra- sonríe levemente
-Buenos días- mi voz suena débil y baja
-Te ves bien hoy- creo que no sabe qué decir- el comedor está en el otro edificio de al lado así que hay que salir- nos acercamos al ascensor
-Está bien, tendré que buscar alguna mesa solitaria para sentarme-
-Si quieres puedo sentarme contigo para que no estés sola- se apresura a decir mientras entramos en el cubículo
-No hace falta, no quiero que los demás piensen que tengo algún punto de favor con vosotras, pero gracias de todas formas- le sonrío un poco
-No hay que darlas, después la directora te enseñará las instalaciones de esta institución y te guiará en lo que son tus clases y demás- salimos del edificio y un fuerte viento de frío me envuelve, pero yo casi ni lo siento, avanzamos hacia el otro edificio cercano y ella se para justo a la entrada- aquí te dejo, tú solo tienes que ir por esa cola y puedes coger lo que quieras desayunar, cualquier cosa que necesites me lo haces saber, ¿si?-
-Está bien, gracias Angi- ella asiente con la cabeza y entra en la estancia y yo hago lo mismo y me dirijo hacia donde ella me indicó, solo cojo una manzana roja, amo demasiado estas manzanas y una botella de agua, ya con mi desayuno me dirijo hacia una mesa vacía y alejada del resto, me siento y tras observar un poco mi alrededor me dispongo a darle el primer bocado a mi manzana, pero me veo interrumpida por una chica que se acerca a mí con su desayuno en mano
-Hola, ¿puedo sentarme aquí?- señala el puesto a mi lado, yo asiento con la cabeza y trato de que ella no me observe demasiado- por cierto, soy Emily Krane, encantada de conocerte- me extiende su mano
-Layra Black, Layra Elisabeth Black- le estrecho la mano y ahora sí que me fijo en ella, es una joven de ojos verdes, cabellos rubios, piel blanca, cuerpo delgado y con una sonrisa tímida pero bonita
-Perdona que te pregunte, pero ¿tú eres la chica que llegó ayer verdad?-me mira curiosa
-Así es- es lo único que digo
-Puede que esto te resulte demasiado extraño al igual que intimidante y puede que estés un poco asustada, pero no hay nada que temer, al final acabas acostumbrándote y en lo referente a las clases no te preocupes por que yo puedo ayudarte a ponerte al día, creo que vamos al mismo curso, yo tengo 17, ¿y tú?-
-18, pero repito curso, tuve problemas en mi anterior instituto e iba a empezar en otro junto con mi hermana para que no estuviese sola, pero supongo que la que está ahora sola soy yo- intento retener las ganas de llorar
-No estás sola, no voy a dejar que estés sola y aunque no nos conocemos de nada me has caído bien y quiero que seamos amigas, así que no estás sola- pone su mano en mi hombro en señal de apoyo y yo le sonrío levemente- oye, he de admitirlo, te quedan bien esos mechones blancos- cambia de tema rápidamente
-Gracias, aún me estoy adaptando a estos cambios- inconscientemente pongo el pelo detrás de mi oreja izquierda, descubriendo mi ojo diferente de color gris que contrasta con mi ojo azul y veo el asombro en su rostro al igual que la sorpresa, yo inmediatamente me dispongo a volver a colocar el cabello como antes, pero ella me detiene
-No lo hagas, perdona por reaccionar así, es solo que me impresionó nada más, te queda mejor así, te ves más bonita si te soy sincera-
-Gracias supongo- siento mis mejillas enrojecerse levemente
Seguimos hablando un poco más hasta que terminamos y le pido si me puede guiar hacia el despacho de la directora y ella encantada me lleva y me deja en la misma puerta, ella se despide con la promesa de comer conmigo a mediodía y yo le doy las gracias. Después llamo a la puerta y al poco tiempo una voz de dentro me ordena que entre y eso hago, al abrir la puerta me encuentro en su interior a una mujer joven, de piel morena, cabellos rubios, de ojos marrones, cuerpo delgado y rasgos finos, ella me mira y me da una cálida sonrisa.
-Pasa por favor, cierra la puerta y siéntate- yo hago lo que ha dicho y me siento en asiento frente a ella- buenos días Layra, soy la directora Lilith Jones, encantada de conocerte por fin- me sonríe mientras me estrecha la mano y yo le miro confundida
-¿Porqué ha dicho conocerme al fin señora Jones?-
-Puedes llamarme Lily si quieres, pero en privado, tenía ganas de conocerte ya que conocí a tu madre, Eva, ella también estudió conmigo y porque Cordelia y Angelique me han estado hablando de tus avances desde que ellas llegaron al hospital a buscarte, siento mucho lo que os ha pasado, Eva era una mujer encantadora y Neira una niña llena de vida y revoltosa por lo que me han dicho- sonríe melancólica
-Sí, si lo eran las dos- se me escapa una lágrima traidora que va acompañada de más lágrimas
-No puedo hacerme una idea por lo que estás pasando- se levanta y me envuelve en sus brazos y noto que ella también empezó a llorar levemente- me tienes también para lo que necesites Layra, lo que sea-
-Gracias-digo levemente una vez estoy más calmada, ella se separa de mí y vuelve a su sitio
-Bueno, quería que vinieras para enseñarte la escuela y para darte tus horarios y demás-
Ella me da mi horario de clases ya que mañana empiezo con la rutina y de clases extraescolares he escogido baile y también dibujo artístico ya que siempre me ha gustado y también escogí lectura y escritura y se sorprende por mi elección de asignatura.
-¿Por qué has escogido esa asignatura Layra?-me mira curiosa
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Rojo como la sangre, negro como la oscuridad
CasualeNo todo es como uno cree o nos dicen que es. Un día estamos felices y rodeados de nuestros seres queridos y al otro estamos completamente solos. Simplemente nos dejamos ser abrazados por la fría oscuridad, pero a veces puede aparecer un ligero rayo...