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-Aún no está terminado- sigo tapándolo como puedo y ella me mira divertida- y voy bien profesora Blunt, es algo que relaja- le miro con timidez

-Muy bien, le dejo para que termine su trabajo- se va y yo sigo con mi dibujo hasta que nos dice que se ha acabado el tiempo y tenemos que presentarlos- bueno, como de seguro nadie va a querer salir voluntario voy a elegir yo, y elijo a usted, señorita Black pase al frente y muestre lo que ha hecho-

Yo me levanto con la hoja en mano y lo muestro entre mis manos y algunos lo miran asombrados y yo también lo miro ya que he decidido no fijarme en lo que hago hasta terminarlo y veo que me ha salido una chica con alas en el suelo, una de sus alas como que se la han arrancado y está ensangrentada a un lado de ella.

-Bueno, a decir verdad, ni yo misma sé porqué he dibujado esto, solo me he dejado llevar por mis emociones, así que si quieren pueden hacer preguntas y yo trataré de contestar dentro de lo que pueda- me encojo de hombros y veo a una chica levantar la mano y yo asiento con la cabeza

-Dos cosas, la primera, me encanta como dibujas, he de admitirlo- hace que sonría un poco- y lo segundo, ¿por qué le has cortado un ala?-

-Creo que es por que representa el hecho de la falta de una parte primordial de la chica, en el caso de ella, un ala es algo esencial para volar y ella se culpa y llora por que se siente culpable por lo que ha hecho y es el motivo de la falta de esa parte de su cuerpo, o eso es lo que creo porque yo simplemente dejé escapar mis sentimientos y los plasme en el papel- termino de explicar mientras contengo mis lágrimas

-Muchas gracias señorita Black, ya puede sentarse en su sitio- yo asiento con la cabeza, Emily me toma la mano en señal de apoyo, terminamos la clase y ahora me toca la actividad de lectura y escritura, Emily me lleva donde está su hermano Alcides y juntos vamos a la biblioteca que está en otro edificio y en el camino yo trato de aferrarme al calor de mi cuerpo hasta que él me deja su chaqueta

-¿No tienes frío?-lo miro preocupada porque él está en ropa deportiva corta

-No, aún tengo calor de hacer deporte y no quiero que te resfríes- pasa su brazo sobre mis hombros y me acerca a su cuerpo y noto su agradable calor, entramos en el edificio y después a la biblioteca, nada más entrar yo me quedo maravillada por todos los libros que nos rodean, nunca había visto tanto libros en una misma habitación

-Es enorme- es lo único que sale de mi boca mientras sigo admirando todo

-Cuando quiera, puede llevarse los libros que quiera- una voz sale de entre las estanterías y veo que es Cordelia- no me sorprende verle por aquí señorita Black, gracias señorito Harker por acompañarle- mira seriamente a mi amigo

-Siéntense donde quieran- Angelique aparece detrás nuestra y señala unas mesas donde hay dos personas más esperando, nosotros nos acercamos y nos sentamos, la pelirroja se sienta a la cabeza de la mesa, es decir, a mi lado y a su otro lado está la pelinegra- bueno, ahora tenemos una nueva integrante en el grupo y hay que ayudarle a ubicarse, pero justamente hoy toca escribir un poema de algún autor que se acuerden y después explicar lo que les transmite-

-En cuanto terminen nos avisan a una de nosotras y los revisamos-

Cada uno cogemos una hoja que nos han dado al igual que un lápiz o bolígrafo y lo único que me viene a la cabeza es un poema de un escritor inglés llamado John Clare, fue lo que me vino a la cabeza al poco tiempo de despertar en el hospital y dice así:

Soy

Más que soy nadie sabe

ni a nadie le interesa,

mis amigos,

me dejaron como un recuerdo inútil

que solo se alimenta de su propia desdicha

de mis penas que surgen y se van, sin más, y para nada

ejército en marcha hacia el olvido,

sombras confusamente mezcladas a los pálidos

mudos, convulsivos, escalofríos, de algo parecido al 

amor.

Y pese a todo soy, y vivo

como vapor en el cristal, que borrarán seguro

cuando llegue el día.

En la nada del desprecio, en el ruido de la vida,

en el mar frenético de los sueños, del delirio

que tranquiliza a los hombres, pero más allá aún

donde hay rastro de sensación de vida

nada más que un gran náufrago en mi vida de 

todo lo que quería

hasta de los más íntimos amores, por los que 

hubiera dado la vida,

son ahora extraños,

más todavía que el resto.

Languidezco en una morada que ningún

hombre olló.

Un lugar en que jamás aún mujer lloró o sonrió

para estar a solas con Dios; el Creador

y dormir ese sueño que dormía en la infancia

procurando no molestar a nadie

helado, mudo, llazco sobre la hierba

como un perro,

irreal como el cielo.

Termino de escribir el poema y miro al resto de mis compañeros y creo que soy la primera en terminar la actividad y me da vergüenza ser la primera y trato de hacer tiempo, pero ellas se han dado cuenta.

-¿Ya ha terminado señorita Black?-pregunta en voz baja Cordelia

-Si profesora Mills, pero no sé si lo he escrito bien, es todo lo que recuerdo- me encojo de hombros

-¿De quién es el poema?- Angi coge la hoja donde están escritos los versos

-Es de un poeta y escritor antiguo inglés, no es muy conocido, se llama John Clare, fue una de las primeras cosas que me vino a la cabeza después de despertar del accidente y no se ha ido de mi cabeza desde entonces- les explico mientras lo leen

-Como bien ha dicho, no es muy conocido John Clare y lo ha escrito correctamente, si quiere, y en lo que sus compañeros terminan puede escribir otro usted por la otra cara de la hoja- me devuelven el papel

Rojo como la sangre, negro como la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora