-Puede que esto os impacte, aún lo estoy intentando asimilar, yo no he venido antes porque sufrí un accidente de coche con mi madre y mi hermana, yo fui la única superviviente, estuve en coma por casi dos meses y al chocar con un camión que tenía productos químicos extraños de un laboratorio, algunos productos cayeron sobre mí, dejándome con el cabello así y también el ojo izquierdo- me quito el gorro y aparto el pelo de la cara mientras lágrimas amenazan con salir- y desperté del coma ayer o antes de ayer, con la noticia de que mi madre y mi hermana pequeña Neira habían muerto y que tenía que irme a otro lugar totalmente desconocido, con personas desconocidas y con cambios en mi cuerpo y aún no sé ni cómo he podido seguir aquí y no en mi cuarto con ganas de morirme- rompo en llanto y ellos enseguida me acogen en sus brazos
-Sentimos mucho todo lo que has tenido que pasar en tan poco tiempo- Amelia me acaricia el brazo
-Nosotros estaremos aquí para lo que necesites, nosotros vamos a estar para ayudarte y cada vez que necesites llorar o algo no tienes más que avisarnos, ¿si?- Alcides me mira con los ojos cristalinos
-Gracias, son de las pocas personas que han sido amables desde hace mucho y sin conocerme de nada- me quito las lágrimas
-Es nuestro defecto ser así de empáticos con los que son diferentes, siempre tratamos a los demás como queremos que nos traten a la vez-
-Eso me lo enseñó mi madre, trata a los demás como quieras que te traten a ti y tiene razón- sonrío débilmente
-Si, y gracias a eso tienes nuevos amigos, que por cierto, ya va siendo hora de prepararse- Emily mira el reloj de la pared y se levanta- me cambio enseguida y te acompaño a tu cuarto para que te cambies, toca baile- me mira y sonríe
-Nosotros nos vamos yendo, nos vemos después- los dos hermanos salen y Emily ya está saliendo del baño con diferente ropa, coge una pequeña maleta y las dos vamos hacia el ascensor
-Por cierto, ¿dónde está tu cuarto?-
-En la quinta planta, puerta B612-respondo a la vez que se cierran las puertas de la máquina
-¿Estás en la planta de las profesoras Blunt y Mills?- sus ojos casi se salen de sus órbitas del asombro
-Si, una la tengo enfrente y a la otra al lado, ellas fueron las que me trajeron aquí tras sufrir el accidente, ¿por qué?- le miro extrañada por su reacción
-Eres muy valiente al poder estar tan cerca de ellas, sin tener miedo, son muy intimidantes, secas y frías, además que ningún alumno tiene permitido ir a las plantas de los profesores, mucho menos de ellas dos- baja la voz como si ellas pudieran escucharla
-No te entiendo, ellas conmigo han sido muy amables y comprensivas y sí, al principio me intimidaron un poco, pero después eso cambió, ellas son todo lo contrario a lo que has dicho, pero tal vez y lo más probable es que ellas actúen así para que les respeten, les hagan caso y no hagan de las suyas pasándose de listos con ellas y tal vez fuera de clases son diferentes, no juzgues a un libro por su portada-le digo mientras caminamos por el pasillo y entramos en mi cuarto- pasa y ponte cómoda, aún no está del todo adaptada y me faltan un par de cosas por colocar- cierro la puerta y cojo de mi armario un body que suelo usar en baile de color negro, de manga tres cuartos, ceñida al cuerpo, unas medias de rosa pálido y me pongo encima unos pantalones nórdicos junto con la misma sudadera, cuando salgo veo que ella no deja de observar mi cuarto con asombro
-Tu cuarto es muchísimo más grande e impresionante, que suerte tienes-
-No te creas, tengo que buscar la manera de llenar el cuarto, lo veo muy vacío- me doy cuenta que tiene en sus manos la foto de mi madre y mi hermana y me acerco- esas eran mis dos amores-
-Tu madre era muy bella, con razón eres así- me sonríe apenada
-Que va, nadie era más bello que ella, yo ni le llegaba a los talones- me río un poco
-Y se nota que esta es tu hermana, por la sonrisa y por la nariz- da dos toques a su propia nariz- bueno, dejemos de lado los malos momentos y vamos a clase, a la profe no le gusta que lleguemos tarde- vuelve a tomar su maleta y yo hago lo mismo tras coger también algunas cosas para mis siguientes clases, me vuelvo a colocar el gorro y las dos salimos de mi cuarto, justo cuando cierro mi puerta se abre la de Cordelia y ella sale con ropa deportiva
-Señorita Black, señorita Krane, ¿van a alguna parte?- wow, menudo cambio, ahora sí que es intimidante y fría, creo que es lo que yo dije antes
-Yo solo acompañé a Layra a coger sus cosas, pero ahora nos dirigimos a su clase profesora Mills- mi amiga agacha la cabeza-Yo le pedí que me acompañara profesora Mills, no me atrevía a pedirle ayuda para guiarme a su clase y ella se ofreció- trato de ayudarle
-Está bien, yo también me dispongo a ir a clase, pero he de advertirle señorita Black, que no me gusta que mis alumnos lleguen tarde a mis materias- me doy cuenta que ya estamos frente a la clase de baile, ¿cómo hemos llegado tan rápido si ni me he dado cuenta de ello?, bueno, entramos y nosotras nos juntamos a las tres o cuatro que hay en clase, veo que algunas se ponen los zapatos de punta y otras las medias puntas y yo tengo los dos tipos de calzado y no sé cual usar, así que bajo la mirada de las demás compañeras me acerco a Cordelia y ella me dirige una mirada tan fría e intimidante que hace que me estremezca y me de un poco de miedo-¿algún problema señorita Black?-
ESTÁS LEYENDO
Rojo como la sangre, negro como la oscuridad
AcakNo todo es como uno cree o nos dicen que es. Un día estamos felices y rodeados de nuestros seres queridos y al otro estamos completamente solos. Simplemente nos dejamos ser abrazados por la fría oscuridad, pero a veces puede aparecer un ligero rayo...