Capítulo 3 "No digas nada."

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-¡Déjame ir!-Le grite a Inuyasha. Mis ojos se encontraban cristalinos por tantas lágrimas acumuladas.

-¿Lloraras?-Rio. -No quiero tus lágrimas de cocodrilo. Eres una asesina y mereces lo peor.

Un guardia abrió la puerta y me saco de la habitación jalándome del brazo fuerte, pero eso no me importaba, lo que me preocupaba era la mirada fría y calculadora que me lanzo Inuyasha en toda su visita y sus palabras que eran como cuchillos dirigidas para mí. Con mis piernas débiles, entre a mi celda y camine hacia Kagura y Kikyo, quienes al verme me ayudaron a sentarme.

-¿Qué paso?-Kagura me aparto un mechón de cabello que caía a la mitad de mi rostro.

-¿Cómo pueden idénticos y al mismo tiempo diferentes?-Me pregunte en voz alta. Mi cabeza me daba vueltas y mis lágrimas amenazaban en salir.

¿Por qué? ¿Por qué él regresaba? Rezo porque ninguno de los dos se encuentre en esta vida. Ahora lo único que me mantenía viva era el deseo de haberlo salvado de su tortura y dolor, espero que mi sacrificio no fuera en vano.

POV. INUYASHA

Miroku me detuvo y me observo decepcionado. No lo culpaba, ni a mí me gusto en la forma que me dirigí a Kagome pero tenía que recordar que aquella niña inocente que conocía, estaba muerta y asesino a mi madre. Aparte la mano de Miroku de mi brazo y seguí con mi camino. La empresa no se encontraba en buenas condiciones después de la muerte de mi madre, aunque Sesshomaru y mi padre quisieran calmar a la prensa y accionista, todos sus esfuerzos eran vano, por ello tuvieron que pedirme ayuda y que el resto del mundo nos viera como una familia unida después de una tragedia.

-Espera Inuyasha. -Mi mejor amigo de nuevo me tomo del brazo y me llevo lejos de la oficina de mi padre. -Debes escucharme antes de entrar ahí.

-Si te refieres a Sesshomaru y mi relación con él, sabemos que con los años mejoramos nuestras mentiras y gestos. -Suspire, Miroku pensaba de más como siempre.

-No es eso. -El moreno negó con la cabeza y se mordió una uña. -Antes que estalles de ira, debes saber que tu padre y hermano tienen sus razones para mantener cerca a esa persona.

-Habla.

-Naraku y Bankotsu se encuentran hablando son tu padre ahora mismo en su oficina.

No escuche el resto. Mis pies se movieron por si solos, mis manos sudaban y mi cabeza no pensaba con claridad. Al entrar a la oficina, Bankotsu y Naraku se quedaron viéndome con curiosidad, mientras que mi padre me pedía una explicación para mi acto.

-¡Ellos son familia de la asesina de mi madre!-Los apunte con mi dedo.

-Inuyasha, tranquilo. -Naraku se levantó y se acercó a mí, pero no lo suficiente para arriesgarse a que le diera un golpe. -Kagome no es nada mío y cómo puedes ver, Bankotsu también renuncio a ella. Esa niña estúpida no tiene nada que ver con nosotros y tienes que estar seguro que más que nadie, la odiamos.

Tome mi bandeja de comida y me acerque a la mesa con Kagura y Kikyo, las demás chicas no se acercaron a nosotras y nos veían con desprecio.

-Es siempre así. -Kagura tomo un bocado de su sopa e ignoro los comentarios de unas chicas que pasaban a nuestro lado.

-Es mi culpa, todo por defenderme después de la bienvenida. -Agache la mirada y me mordí mi labio inferior.

-Kagome. -Kikyo tomo mi mano. -Nosotras sabemos que tú no mataste a nadie. Tu personalidad e inocencia no te dejarían hacerlo.

Levante mi rostro y las observe a las dos, ellas solo me sonrieron como si compartiéramos un secreto. Un guardia apareció enfrente de nosotras, me dio un papel arrugado y me dijo antes de retirarse, "Debes tener amigos con poder."

Abrí el papel con cuidado.

"No digas nada." Con amor S.

Me quede helada. Él escapo, realmente escapo. Mis lágrimas cayeron por mis mejillas y un dolor en mi pecho sentí al darme cuenta que no lo volvería a ver jamás.

-¿Kagome?-Kikyo me llamó preocupada.

-Deben jurarme que jamás le dirán a nadie que yo no mate a esa persona. Aun cuando deba pasar por el mismo infierno, no diré nada. -Asegure, aplaste el papel con mi puño y lo lleve a mi pecho.

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