Capítulo 11 "Tú eres el asesino."

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 -No iras a esa fiesta, están tratando de hacer algo muy malo. —Kikyo arrojo la invitación al cesto de la basura.

Mis amigas discutían sobre la fiesta y el plan detrás de esta, yo solo quería irme a dormir y despertar hasta que todo esto termine. Agarre mi bolso y le pedí a Sango que me dejara salir temprano, ella acepto sin objeciones y me deseo suerte. Abrí la puerta y decidida estire mi pie para irme muy lejos de aquí y olvidarme de todo pero un cuerpo arruino todo.

-¿Qué rayos?—Levante mi vista al hombre con quien había chocado. Unos ojos miel se cruzaron con los míos y casi se me detiene el corazón.

-Debes tener más cuidado. —Inuyasha me quita de un empujón y entra a la tienda.

Trate de ignorarlo pero cuando quise irme me llamo de nuevo, no lo pensé dos veces antes de darme la vuelta e ir hacia él, no quería huir más y si Inuyasha quería vengarse no tenía el derecho de prohibírselo. Le daría el placer de hacerme sufrir.

-Tengo algo que enseñarte y quiero que me digas la verdad. —Su mirada se cruzó con la mía y sentí unos escalofríos por todo mi cuerpo.

Le pidió una lap top a Sango. Después de conectar todo y decirme otra vez que no podía escapar, Inuyasha inserto su USB en la lap y espero que abriera unos documentos.

-¿Qué tienes en tu estúpida mente?—Sango lo miro, sabía que mi amiga estaba a punto de golpear a Inuyasha.

-Kagome, no puede escapar ahora. —Le sonrió.

Un audio empezó a escucharse y cuando reconocí la voz del hombre casi comienzo a correr pero la mano de Inuyasha me detuvo.

"-No tengo tiempo para esto."

"-Kagome, necesito que te vayas de aquí."

-"¡No! Izayoi es nuestra última oportunidad, ella nos ayudara a escapar"

"-Con un demonio, no quiero que estés aquí cuando todo suceda."

"-¿Qué? No entiendo."

"-Largarte de aquí."

"-No, por favor dime lo que sucede."

"-Izayoi no es nuestra aliada, ella nos traiciono."

De repente escucho un grito que reconozco muy bien y me hace recordar ese día, mis piernas me fallan y caigo al suelo, el audio se detiene y todos se me quedan viendo. Inuyasha se arrodilla a mi lado. Sango se acerca a mí y me ayuda a levantarme, una sonrisa triste se dibuja en su rostro y yo siento una pulsada en mi corazón. Kikyo y Kagura tratan de correr a Inuyasha pero yo las detengo.

-Necesito hablar contigo pero no aquí ni ahora. —Le digo, limpio mis lágrimas y lo acompaño a la salida. —Supongo que te invitaron a mi cena de bienvenida.

-¿Sabes que es una trampa? Tu papá y tu hermano te odian hasta la muerte, no creo que debas ir.

-Yo cargo con tu odio, puedo con los de ellos.

El peli plateado cierra los ojos y respira profundamente. Me da una mirada diferente y se va de la tienda sin decir nada más.

Es de noche y yo estoy caminando hacia la gran mansión de Naraku, mis pies duelen demasiado por los tacones y siento frio por el vestido que llevo puesto, pero aun así me encamino con decisión. Me paro enfrente de la gran puerta y toco una vez, espero que Naraku o Bankotsu abran la puerta pero ninguno de ellos es, sino enfrente de mí esta Sesshomaru con rostro preocupado

-Viniste, pero ¿por qué?

-Hola, hace tiempo que no nos vemos. —Le tendí la mano pero cuando él no la toma, la bajo con vergüenza.

-No debiste venir. —Es lo último que me dice, se aparta para que pueda entrar y se va hacia el otro lado.

En cuanto mi pie toca el suelo de la mansión, todos los presentes se me quedan viendo con asco, la mayoría dice algunas groserías sin contenerse. Bien, puedo hacerlo, solo tengo que hablar con Bankotsu y decirle que me apoye, él siempre me decía que me apoyaría y ahora es cuando lo más necesito.

-Bankotsu. —Lo veo hablando con Inuyasha y sin temor me acerco a los dos. —Bankotsu ¿podemos hablar?

Trato de tomarle el brazo pero él me avienta con todas sus fuerzas haciendo que caiga al suelo, todos los invitados empiezan a reírse y al mismo tiempo comienzan a decir "asesina, asesina" Yo trato de levantarme pero es cuando siento que me arrojan un líquido, al olerlo se revuelve mi estómago, era sangre.

-¿Qué sucede querida?—Una señora gorda se acerca a mí y con su dedo me pega en la frente. —El olor a sangre debe ser de tu agrado.

Las lágrimas me quemaban pero me negaba a darles lo que querían, y con toda la sangre me levante y mire enfrente, observe a Bankotsu pero este solo tenía una sonrisa en su rostro y aplaudía como foca retrasada, los hermanos Taisho no se encontraban ahí y di gracias a dios, esta humillación era demasiada para que los hijos de Izayoi la vieran.

-Es sangre de puerco. —Me dijo Bankotsu, la sonrisa aún permanecía en su rostro. —Sé que te convertiste en vegetariana, espero que aunque sea esta muerte este en tu conciencia, asesina.

-Soy una asesina. —Susurre y no pude más, las lágrimas bajaban por mis mejillas y entre en pánico, intente limpiar la sangre pero fue como aquel día, no se quitaba.

-Tranquila. —Inuyasha se quitó su abrigo y me lo puso, algunas miradas se dirigieron a nosotros y note que la señora gorda intentaba decirle algo.

-Querido no te ensucies tus manos con esta peste.

-Cállate si no quieres que te rompa la boca y no puedas comer más. —Inuyasha agarro la bufanda de la señora y se la arrebato, con ella me intento limpiar la sangre de mi rostro.

Bankotsu trato de agarrar a Inuyasha del brazo pero eso fue un error, en tres segundos el peli plateado lo sujeto de la camisa y lo estrello contra la pared. Sesshomaru apareció detrás de mí y me ayudo caminar hacia la salida, voltee para observar a Inuyasha, este todavía sostenía a Bankotsu del cuello.

-¿Por qué proteges a una puta?—Bankotsu trato de zafarse del agarre.

-¿Puta? ¡Es tu hermana!—Levanto su puño y le dio justo en la nariz.

Agache mi cabeza y solo seguí a Sesshomaru. Inuyasha se nos unió unos segundos después y con su mano roja por la sangre de Bankotsu.

-Ese hijo de puta, la próxima vez que lo vea no lo dejaré vivo.

-Tranquilo, estoy seguro que mañana tendremos problemas que solucionar.

Respire hondo y limpie mis lágrimas.

-Tu hermano es el verdadero asesino.

Los dos Taisho me voltearon a ver y sus rostros se volvieron pálidos.


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