Capítulo 6 "Ella."

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_Capítulo mejorado_

Me levante de golpe, mi cabeza me daba vueltas y el sudor recorría toda mi cara. Temblando, me abrace a mí misma y me jure que jamás nadie me haría daño de nuevo y lo protegería por siempre, aun cuando eso significaría traicionar a mi propia familia.

Hace dos días salí de la cárcel, pero el mismo día que me sentí libre de nuevo, mi padre Naraku volvió a mí para recordarme que siempre seré un ave que nunca volara.

Observe la ventana que se encontraba en mi habitación y con lágrimas acumuladas en mis ojos, puse un pie afuera de la cama y fui hacia la sala para encontrarme a Kikyo o Kagura. Mis amigas al verme entrar, sus rostros se oscurecieron pero trataron de sonreír.

-Hola. —Las salude sin ánimos. Fui hacia la cocina y tome un vaso con agua.

Kagura se acercó a mí y me dio un pequeño abrazo. —Solo quería que supieras que estamos aquí a tu lado, apoyándote.

-Lo sé. Mi padre no me ha llamado desde que me dijo que estoy muerta para él, supongo que realmente lo estoy para él y también para mi hermano.

Kikyo me dio una palmada en mi cabeza y negó con la cabeza. Y de una manera sabía que esto iba a suceder después de ayudar a aquella persona pero aun así dolía que mi hermano me viera como una asesina de sangre fría.

-Dejemos estas cosas de princesas y vamos a tu nuevo trabajo. —Kagura se separó de mí y me dio un golpe suave en mi hombro.

-Estoy nerviosa, espero que no me despidan tan rápido. —Les confesé a mis mejores amigas, no todas las personas estaban de acuerdo de trabajar con un ex convicto.

-No te preocupes, es amigo nuestro. —Kikyo me guiño el ojo y me apresuro para bañarme.

Suspire y pensé que todo estaría bien ahora, tengo que seguir con mi vida y olvidar todo mi pasado, porque cuando él se fue, la mitad de mi corazón también se esfumo.

"Corre, huye de aquí y jamás hables con nadie de esto."

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POV. INUYASHA

Sesshomaru espero una explicación de mis acciones de la mañana, y yo como suelo divertirme molestarlo, le decía que era una broma que se me antojo realizar. Su rostro estaba rojo como un tomate y sus venas del cuello resaltaban.

-¡UNA BROMA! ¿¡ACASO ESTAS LOCO?!—Sus manos temblaban por ira.

-Me gritas como si hubiera cometido un crimen. Acostarse con tu secretaria no es nada del otro mundo.

Sesshomaru abrió la boca pero no pronuncio palabra y salió de mi oficina apretando sus puños. Mi hermano me trataba peor que una basura pero después de la muerte de mi madre se calma y trato de comprenderme más pero, al final siempre chocábamos por nuestros caracteres diferentes: Yo era extrovertido y él serio como la roca.

Bankotsu se convirtió en un socio muy importante en nuestra empresa y aun cuando yo no confiaba en él, tenía que trabajar muy cerca de él y tratarlo amablemente. Naraku me invitaba por una copa todos los días y me trataba de convencer que Kagome no era parte de su familia ya, aunque también tenía mis sospechas de su esposa, que misteriosamente, un día después de la muerte de mi madre, ella desapareció.

-Inuyasha. —Miroku entro con una sonrisa en su rostro.

-Miroku ¿ha pasado algo?

El moreno se sentó y con una sonrisa arrogante, me aventó unos papeles. Con curiosidad los tome, abrí el sobre y empecé a leerlos. Una sonrisa diabólica se formó en mis labios y sin decirle nada a Miroku salí de mi oficina.

Me estacione frente a su departamento que compartía con sus ex compañeras de la cárcel. Quería verla una vez, antes que tomara lo que me pertenecía. Miroku me dio un golpe en el hombro y me señalo a 3 mujeres que salían del edificio, una de ellas era Kagome, sus ojos solo presentaban un vacío, cuando trataba sonreír, era como si le quemara por dentro y su cuerpo tenía las marcas de sus años en la prisión.

-Creo que es hora de visitar a la pequeña bastarda. —Le dije a Miroku, y antes de que pudiera detenerme salí del auto y camine hacia ellas.

La primera en darse cuenta de mi presencia fue una alta de cabello largo negro, sus sonrisa desapareció y llamó la atención de las otras dos mujeres. Kagome al cruzar miradas, sus ojos se abrieron, agarro su bolso con fuerza y desvió su mirada de inmediato.

-Hola. —Quite a sus amigas de en medio y trate de que Kagome me viera a los ojos, pero ella solo agachaba más su rostro.

-¿Quién eres?—La otra chica me aparto de Kagome y me observo de pies a cabeza. Sus ojos eran rojos como la sangre.

-No te involucres, ella tiene algo que pagarme. —La empuje y de nuevo trate que Kagome me viera a los ojos.

Sentí como una mano me agarro del hombro y me hizo que volteara, la mujer anterior levanto su mano pero antes de que aterrizara en mi cara, un cuerpo se interpuso y recibió el golpe. Kagome se tocó el reciente golpe en su mejilla y con señales les dijo a sus amigas que se alejaran del lugar. La azabache me observo por unos momentos antes de hablar, sus ojos se encontraban vacíos, como si no quisiera vivir y, de una manera eso me molestaba.

-¿Qué quieres? ¿Has venido a cobrar tu venganza?—Me dijo con esfuerzo, su voz era tan débil que pensé que en cualquier momento se iba a derrumbar.

-Yo. —Me quede sin palabras, ¿realmente ella era la asesina de mi madre?

-Solo déjeme en paz, yo intento empezar de nuevo. —Kagome trago saliva. Su voz y su cuerpo eran tan frágiles que me temía lo peor. Sus manos tenían cicatrices, era tan delgada que dudaba que comiera todo este tiempo y no quería hablar de su rostro.

-No puedo dejarte sola, me he jurado vengarme de ti sin importar que.

-Pero ¿no he sufrido lo suficiente estos 6 años? Mi cuerpo tiene las marcas de mi dolor.

-No me importa. Yo quiero que me ruegues estar muerta.

Sus lágrimas se formaban en sus ojos pero el limpio de inmediato.

"-¡Inuyasha!—Mi madre me grito desde abajo, su voz era tan dulce.

Baje corriendo y beso la frente de mi madre, quien me aseguro que llegaría tarde el día de hoy, se supone que tenía que arreglar algo en el edificio Taisho que abrieron hace unas semanas.

-Deberías dejar que te acompañe. —Le sugerí.

-Está bien, cariño. —Me dio un beso en la mejilla y se dirigió hacia la puerta."

Si hubiera sabido que esa tarde nunca regresaría de nuevo, jamás la hubiera dejado salir por esa puerta.

Me acerqué a Kagome y con una mano, la agarre de su camisa, ella trato de zafarse pero sus intentos eran inútiles.

-Escúchame muy bien, descubriré todo sobre el asesinato de mi madre y encontrare a tu cómplice.

Kagome abrió su boca pero no pronunció palabra. La solté y di media vuelta, tenía que calmarme antes de que la matara.

-¡Inuyasha!—Me grito la morena. Al voltear a verla, una pequeña sonrisa se formó en su rostro. —Jamás lo encontraras.

¿Encontrarlo?


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