Capitulo 15 "No vengas a mí."

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Narrado por Inuyasha

Kagome huyo de nosotros hace algunas horas. Sesshomaru sugirió buscarla mañana y sacarle toda la información, acepte porque era razonable, ahora mismo no sabíamos dónde pudo ir y era ya de noche.

-No puedo creerlo. —Aventé mi corbata al sillón de la sala de Sesshomaru y me acosté en él. —Esa mujer lo tenía muy escondido. Ese bastardo de Shin volvió y más psicópata que antes.

-No lo puedes culpar de casi matar a Naraku, ese bastardo es un mal nacido. —Me dio un golpe con una almohada y se acomodó delante de mí, cruzo las piernas y bebió una botella de agua.

Naraku podía ser un gran hijo de puta pero cuando Shin quiso asesinarlo no tenía motivos, sabía que él un día podía regresar pero jamás imagine que fuera el asesino de su propia madre. Todo era un caos, primero Kagome declaro que era culpable, después oculto al verdadero asesino y si fuera poco estaba enamorada de él. Muy obvio.

Trate de calmarme, era mejor irme a dormir para descansar y así pensar en un plan. Kagome podía tener una razón para proteger al bastardo de Shin, y no solo era porque se encontraba profundamente enamorada de él, era otro cosa que mi mamá quiso ayudarlos pero al final se arrepintió.

¿Por qué? ¿Por qué no puedo ser el hombre que la está protegiendo? Quiero agarrar su mano y decirle al oído que todo estará bien, que no debe temer porque yo estoy a su lado.

.

Me levante con un gran dolor de cabeza. Este día será terriblemente odioso, sin contar que tendríamos que enfrentar la ira de Naraku y Bankotsu por interrumpir su venganza contra Kagome.

Me quite mi pijama—que realmente solo eran mis bóxer—Y me metí a la regadera. Cuando sentí el agua fría en mi cuerpo pude tranquilizarme, la noche anterior fue realmente extraña y llena de sorpresas de parte de Kagome, pero por alguna razón me dolía el corazón al pensar en Shin siendo amado por ella.

-¡Corre!—Sesshomaru me grito.

Odiaba que me apresurara cuando me bañaba. Aleje los pensamientos de Shin y salí de la bañera.

Sesshomaru se encontraba alado de mí, su rostro se encontraba totalmente serio pero sus manos se movían inquieta ¿Acaso todos tiene ese tic? Mire a Bankotsu, quien por su lado solo se concentraba en su celular, pretendiendo que todo estaba bien.

Naraku se levantó de su asiento y nos observó a los dos, inhalo aire y comenzó a caminar por la oficina de juntas, sus pasos eran firmes y lentos.

-No entiendo porque protegieron a la mujer que mato a su madre. —Negó con la cabeza. —Estoy decepcionado de los herederos Taisho.

-Y yo no entiendo porque sigues en esta empresa después de que traicionaste a mi padre con otro empresario que al final te dejo en bancarrota. —Sonreí al notar la mirada molesta de Naraku. Sesshomaru me dio un golpe en el brazo.

-¡Ese no es asunto de un niño mimado! Kagome es un peligro para todos nosotros. Es una puta que se vendió a tu hermano gemelo ¡Una puta!—Golpeo la mesa, apretaba con fuerza sus dientes.

-¡No entiendo! Realmente no entiendo como su familia le puede decir esas palabras a alguien que formo parte de ustedes. —Me levante y lo observe con furia. —Kagome tendrá sus razones de formar parte del plan de mi gemelo. Y le pido que no le vuelva a faltar al respeto.

Naraku estaba a punto de contestarme pero Sesshomaru le interrumpió. —Nadie ha dicho que Kagome estaba con nuestro hermano ¿Lo sabía?

Bankotsu casi escupe el café que se encontraba bebiendo. Naraku se desato su corbata e intento mirar a otro lado. Ese maldito infeliz sabe que Kagome no es la asesina pero aun así la trata como a una. Si pensarlo mucho, me lancé a él, no me importaba nada, no quería ser reconocido como el gran hijo de Taisho, tampoco me importaba que todos hablaran a mis espaldas por ayudar a Kagome, mi única felicidad y lo más importante era ella, quería probarle a todos su inocencia.

Lo agarre de la camisa y empecé a darle golpes en el rostro, sentía como su sangre salpicaba a todos lados y mi mano dolía, pero no me detuve. Sesshomaru y Bankotsu me agarraron de los hombros y me apartaron, antes de alejarme completamente de él, le escupí y le levante el dedo de en medio.

-¡Tú eres la puta! Te vendiste a los periódicos. —Me quite las manos de Sesshomaru y Bankotsu. —Tu solo querías que el mundo de nuevo te viera y comenzara a apoyarte ¿Qué pensabas? ¿Tratando a Kagome como la asesina tendrías la compasión de todos? Todos dirían "pobre de él, educo a una asesina", vete a la mierda.

Aparte a mi hermano, quería escapar de aquí, de toda esta mierda. Cuando alcé la mirada a la puerta, me quede atónico. Kagome se encontraba parada mirándome, sus labios se encontraban hinchados, por algún motivo sentí la necesidad de asesinar a Shin.

-¿Qué haces aquí?—Me pregunto, cargaba una bolsa en sus manos.

-Eso debería preguntarte yo ¿Dónde has estado? Tenemos muchas cosas que hablar. —Camine hacia ella y agarre su mano. Trate de llevármela de ahí, de todo lo sucio.

-¿Qué haces?—Se soltó de mi agarre. Camino hacia Naraku y lo saludo con miedo.

Sesshomaru igual que yo, se quedó viendo lo que sucedería. Naraku escupió en los pies de Kagome, lo único que me hizo reír fue que escupió sangre por la herida que le hice en el labio. Bankotsu se sentó y de nuevo solo presto atención a su celular.

-Has venido, puta. —Naraku sonrió al voltearme a ver. Ese cabrón quería morir.

-Tenía que venir ¿Cómo nos encontraste?

-Tengo gente, tú más que nadie debería saberlo.

-Solo déjame vivir. Si no lo haces, te juro que les diré toda la verdad a la prensa.

Entonces lo que paso después de esas palabras fue demasiado rápido. Naraku agarro del cabello a Kagome y la aventó al suelo, empezó a darle patadas en su estómago mientras que la maldecía, ella se mordía los labios con fuerza para no gritar.

Sesshomaru corrió a detener a Naraku, sus manos agarraron su brazo y lo jalo para que no atacara más a Kagome, mientras yo solo observaba horrorizado la escena.

-¡Detente!—Sesshomaru lo intento controlar pero sus fuerzas no eran lo suficientes para apartarlo de ella.

Comencé a llorar sin darme cuenta ¿Cuánto llevo llorando?, mis pies se movieron solos, me interpuse entre él y ella, me arrodille donde se encontraba y la cubrí con mi cuerpo, yo recibí el ataque de Naraku, pero no me importaba.

-Lo siento, lo siento. —Le repetía una y otra vez.

Los guardias de seguridad llegaron y apartaron a Naraku, se lo llevaron para tranquilizarlo. Me levante, ayude a Kagome también a levantarse, su cuerpo se encontraba herido después de esa paliza.

Unos paramédicos llegaron con nosotros y empezaron a tratarnos las heridas, yo solo tenía unos moretones en mi espalda y al costado, Kagome tenía una costilla rota. Mientras que me curaban, lo único que podía observar era a ella, cada parte de su cuerpo lastimado y su rostro lleno de lágrimas secas, observe sus manos temblando y sus piernas que apenas se podían quedar quietas, observe sus ojos rojos por tanto llorar y sus labios lleno de sangre por morderse a ella misma para no gritar, observe sus mejillas pálidas y su cabello hecho un desastre, pero lo que más observe fue sus heridas en los brazos.

Me sentí tan impotente que comencé a llorar, agache mi mirada y tratando de silenciar mis sollozos, maldije a Naraku.

"La verdad puede ser descubierta tarde o temprano, pero ¿estas lista para ella?"


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