Capitulo 13 "Kagome y Shin."

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(HACE 7 AÑOS)

La historia comienza cuando Shin y yo nos encontramos de nuevo. Se supone que ese bastardo se encontraba muy lejos de aquí, en un lugar donde su padre ni el mío pudieran alcanzarlo y destruirlo. Shin es el gemelo de Inuyasha, pero a comparación de él, era divertido y muy amable, recuerdo que en sexto de primaria decidió pintarse el cabello de café asegurando así que nadie jamás en la vida lo volvería a confundir con Inuyasha.

Era un día lluvioso cuando volvió a aparecer en mi vida. Corría por las calles escapando de un hombre, cuando de pronto choca conmigo y los dos caemos al suelo.

-¿Kagome?—Los ojos miel de Shin me ayuda a levantarme y con una sonrisa en su rostro me abraza. —Pensé que no te volvería a ver.

-Yo tampoco, ¿Cuánto ha sido? ¿3 años? Yo tenía 14 cuando te fuiste y ahora acabo de cumplir los 17. —Acomode mi cabeza en su hombro y respire su aroma.

-Sí, pero quiero que me prometas una cosa. —Se separó de mí. —No le digas a nadie que me has visto, menos a Inuyasha.

-¿Eh? ¿Por qué? No puedes seguir enojado por eso, fue un accidente. —Levante mi mano y acaricie su mejilla. —Debes olvidar, debemos olvidar.

-¿Olvidar?—Negó con la cabeza. —No entiendes, lo que vivimos esa noche no puede ser olvidado y menos perdonado.

-Mi papá me pidió perdón y todo ha vuelto a la normalidad.

Shin aparto su mirada y cerró sus puños, las venas de su cuello se notaban. Me dio un beso en la frente y me abrazo de nuevo.

-Ese bastardo no es tu papá, no puedes confiar en nadie ¿entendido? Encontré una manera de poder estar juntos ¿Recuerdas que Naraku te ofreció pagarte tus estudios en el extranjero? Debes aceptar.

(EN EL PRESENTE)

Inuyasha me bajo del auto y sin delicadeza me agarro de los hombros. Su mirada daba miedo, sus ojos solo observaban cada movimiento que hacía y cada vez más sus manos se aferraban a mí.

-¿Dónde está Shin? Ese imbécil está aquí ¿cierto?

-Shin se fue hace mucho tiempo, ¿recuerdas? Tu padre lo envió lejos para callarlo. —La rabia que sentía hacia los Taisho volvió a mí y sin pensarlo dos veces le di una patada en su miembro a Inuyasha.

Inuyasha se encogió y me dejo libre de su agarre. Sesshomaru salió de automóvil y fue a ayudar a su hermano, trato de pararlo.

-¡Shin, jamás volverá!—Les grite, me di la media vuelta y corrí.

Los autos me tocaban pero yo no paraba, mis piernas me dolían, mi respiración era agitada y estaba cubierta de sangre seca en mi ropa. No voltee atrás, no valía la pena preocuparme por ellos, ahora solo importaba Shin, mi amado, mi confidente y el único que presencio mi desgracia.

"Izayoi nos traiciono."

Al recordar esas palabras, un nudo en mi garganta apareció en mi garganta y mi cuerpo empezó a temblar ¿por qué? Izayoi era nuestra única oportunidad y nos defraudo.

Me senté en un banco que se encontraba enfrente de un parque, mis piernas me ardían, me encontraba cansada y no ayudaba mucho que Inuyasha y Sesshomaru supieran la verdad

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Me senté en un banco que se encontraba enfrente de un parque, mis piernas me ardían, me encontraba cansada y no ayudaba mucho que Inuyasha y Sesshomaru supieran la verdad. Peine mi cabello hacia atrás con mi mano y me mordí mi uña del pulgar de la mano, tenía que desaparecer y llevarme conmigo a Shin pero no sabía dónde estaba, mi último contacto fue en la prisión y esa nota que me envió.

-Mierda, mierda, mierda y triple mierda.

-Aun tienes la costumbre de morderte la uña mientras que maldices.

Levante mi rostro. Shin camino hacia mí y se sentó alado, me dio una palmadita en la cabeza y sonrió. Yo sonreí. Entrelazo sus dedos con los míos y se quedó callado mientras contemplaba el cielo.

-Idiota. —Susurre, sentí las lágrimas bajando por mis mejillas. Le di un pequeño apretón y comencé a reír.

- Perdón por llegar tan tarde.

-Al fin apareciste. —Limpie mis lágrimas con la mano que no sujetaba a la de Shin.

-Siempre estuve cerca, simplemente no podía aparecer. He visto todo ¿Dónde está Inuyasha?

-Él lo sabe.

-¿Todo?

-No, solo el hecho de que tu mataste a tu mamá. Soy una idiota, yo se lo dije. —Aparte mi mano de él. —Ódiame, no merezco estar a tu lado.

Shin me abrazo, beso mi frente y me susurro al oído. —No, soy yo quien no merece estar a tu lado. No importa si lo saben, ahora debemos enfocarnos que no se acerquen más a la real verdad de todo esto. Esta los puede destruir por siempre.

-¿Qué haré? Inuyasha me buscara por todas partes.

-Ven a vivir conmigo.

"Todos cometemos errores, porque somos humanos."


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