Después de casarme, los que me traicionaron renacieron

🤕Capítulo 11🤕

Ruan Tang envolvió la cara de Seth con una gasa y cuando bajó, se encontró con el mayordomo que le dirigió una mirada de sorpresa.

Como si se sorprendiera de que Seth tuviera una gasa envolviendo su cara.

"Señor Andrei. La herida de mi cara me la vendó el señor". El joven recibió una mirada extraña y asustada del mayordomo, como si hubiera visto un fantasma, y el joven se apresuró a explicar: "Esta mañana sí he servido al señor como es debido, si no me cree, pregúntele al señor. No he roto las reglas de la casa sin permiso".

Cuando Ruan Tang vio lo asustado que estaba el joven, inmediatamente le dijo al mayordomo con voz cálida: "Así es, la herida de su cara es realmente grave y le dije que la vendara. Si el Duque pregunta, puedes decirle que venga a verme, no hay necesidad de culparlo a él".

No tenía conocimiento de las reglas de esta residencia, no sabía si su 'querido' marido sanguinario y perverso sólo le gustaba ver a sus subordinados chorreando sangre y con sus cuerpos mutilados.

Ni siquiera sabía si fue una orden del duque dejar que los jóvenes se paseen con sus caras heridas y sangrantes.

Pero al ver al joven asustado, Ruan Tang no pudo soportar verlo de esa manera, así que habló para defenderlo.

Ruan Tang pensó que, ya era otro de los dueños de la residencia del Duque, el Duque no diría nada. Si le ocurriera algo malo al sirviente, estaría dispuesto a dar la cara por esta pobre gente.

Cuando el mayordomo vio a Ruan Tang decir esto, inmediatamente recogió la mirada, miró profundamente a Seth y ordenó: "En ese caso, debes servir bien a tu señor".

El joven asintió con la cabeza y dijo que sí, e inmediatamente llevó obedientemente a Ruan Tang a recorrer toda la residencia del Duque Auston.

La residencia ocupa una gran superficie y está decorada de forma muy lujosa y retro, sin nada que no sea exquisito o extravagante.

 Sin embargo, debido a la preferencia del propietario, esta lujosa casa no ve ni un solo rayo de sol, y siempre está en perpetua noche, lo que provoca en la gente una indescriptible sensación de pesadumbre y depresión.

Mientras caminaban por los pasillos, sentía  como si estuvieran en el infierno.

En el camino, se encontraron con otras personas, tal vez por la presión abrumadora que había ejercido el duque Auston sobre sus trabajadores, estos sirvientes no se atrevieron a levantar la vista cuando se encontraron con su nuevo amo.

Algunos de ellos no pudieron evitar contener la respiración cuando llegaron a Ruan Tang y empezaron a temblar ligeramente.

Ruan Tang se sintió un poco incómodo por esto, pero no había nada que pudiera hacer al respecto, así que después de pasearse despreocupadamente, sintió que no tenía más sentido pensar en ello.

"¿Señor, se esta aburriendo?". Como si pudiera ver su aburrimiento, Seth tomó la iniciativa de preguntar: "Hay un parque de animales en la casa, donde el Duque guarda muchas serpientes y animales venenosos, y hay un espectáculo todos los días, ¿te gustaría ir a verlo?"

Ruan Tang no estaba interesado: "¿Qué tipo de espectáculos se realiza?"

"Los pájaros se tragan entre sí, los animales se matan entre ellos y los tigres salen a cazar.", respondió Seth.

A Ruan Tang ya no le interesaban los llamados espectáculos de animales en la residencia, y cuando escuchó el contenido de los mismos, sintió que estaban muy en sintonía con la afición cruel y sanguinaria de su marido.

Por lo tanto, no sintió ninguna sorpresa.

Ruan Tang sacudió suavemente la cabeza y dijo: "No hace falta, odio la sangre, así que no iré a verlo".