Después de casarme, los que me traicionaron renacieron

🥢Capítulo 14🥢

Ruan Tang sujeto la mano de Auston ante el riesgo de que éste se enojara y le hiciera daño en cualquier momento. Aunque estaba tranquilo en la superficie, su corazón siempre estaba en guardia para ver cómo escaparía si Auston intentara hacerle algo.

No tenía ninguna intención de cumplir las órdenes de la Reina, pero se lo había ordenado y al ser ella una de las gobernantes del imperio, le obligaba a cumplirlo.

Aunque tuviera que fingir, tenía que ser obediente, hacer lo que la reina le dijera, estar cerca del Duque para poder vivir más tiempo y salvarse a sí mismo y a su pequeña familia.

En cuanto a si puede lograr un acercamiento intimo como la reina deseaba, Ruan Tang no puede garantizarlo, después de todo, el Duque Auston quiere despellejarlo.

Ruan Tang sostuvo su mano y, con un corazón valiente y generoso, mostró una expresión halagadora en su rostro que era demasiado fingida para ser cierta, intentando seducir al duque: "¿Ha comido mi señor Auston esta mañana? Todavía no he desayunado, ¿por qué no comemos juntos?"

No esperaba que Auston le dijera que sí, sino que apartara su mano y se fuera en su silla de ruedas.

Así podría darle la Reina una excusa y ganar un poco más de tiempo.

Lo primero que ocurrió fue que Auston le miró largamente, pero parecía haber entendido algo mal y frunció el ceño profundamente, diciendo: "¿Qué? ¿Necesitas compañía para comer por la mañana?"

Ruan Tang: "...."

Ruan Tang no tenía ni idea de cómo había entendido de sus propias palabras que necesitaba compañía para comer, y se quedó sin palabras.

Por supuesto, el circuito cerebral de un loco no es comprensible para la gente común.

Lo primero que quiso hacer fue dar por terminado el asunto e ignorar al loco, pero cuando pensó en el objetivo fijado por la Reina, quiso que se viera que estaba trabajando duro, sin importar el resultado.

Entonces se le ocurrió una idea e hizo ademán de mirar a Auston: "Sí, desde pequeño he necesitado que alguien me acompañe para comer…si como solo mi apetito se pierde, mi señor"

Ruan Tang esperaba una mirada general de disgusto e impaciencia, sus cejas se relajaron, como si estuviera aburrido.

Ruan Tang planeaba aprovecharse de la situación, para que Auston se aburriera de él y lo dejara en paz, molestándolo al punto de que no quisiera verlo en los próximos días.

Entonces tendría una excusa más para la Reina y pensaba decirle: No es que no lo intente, es que a tu hijo le caigo muy mal.

"Qué pretencioso." Auston frunció el ceño profundamente y miró a Ruan Tang con impaciencia, como si estuviera mirando a alguna mascota caprichosa: "He oído que los omegas son delicados y molestos, difíciles de complacer. Pensé que no eras así, pero no esperaba que mostraras tu verdadera actitud después de sólo unos días."

Ruan Tang no sabía cómo dio a entender esto, y se quedó sin palabras: "...."

Sólo pudo mirar a Auston con ojos desconcertados, observando esa mirada impaciente en su rostro, sólo esperando que se hartara de él y se fuera para poder dar por terminada la rutina.

"Ya que quieres que coma contigo, comeré contigo, aunque no me guste" Sin quererlo, Auston miró a Ruan Tang con desgana durante mucho tiempo, pero dijo accedió al deseo de su esposo.

Ruan Tang estaba completamente confundido con esta actitud: "...."

Siente que ya no puede entender el circuito cerebral de este loco.