🍭Capítulo 26🍭

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Ruan Tang estaba inmóvil en la cama, permitiendo que Auston lo sostuviera en sus brazos, y lo frotara, chupando sus glándulas furiosamente. Si cualquier otra persona hubiera sido despertada en medio de la noche de esa manera, se habría muerto de miedo.

Ruan Tang se empezaba a acostumbrar a la idea de que lo chupen como un dulce todos los días.

Aun así, no le tenía miedo a Auston.

Se acostó tranquilamente, dejando que Austen lo oliera y tocara hasta que estuviera satisfecho.

Sólo entonces, en la oscuridad, Ruan Tang dijo de repente: "Mi señor, ¿por qué hace esto?"

No podía averiguar si Auston seguía fingiendo estar loco o si su normalidad era realmente una falsa.

"Nada, me he acordado que hace un día que no te toco, ni te huelo". Auston no ocultaba su afición a tocar a Ruan Tang.

Estaba obsesionado con el olor del cuerpo de Ruan Tang, que era una fragancia a orquídeas y ciruelas, único y especial. Auston sintió que toda su mente se tranquilizaba y sus preocupaciones desaparecían en cuanto lo olía.

Es como si fuera adicto a ella, y no puede parar.

Todo un día sin Ruan Tang le hizo sentirse desubicado y sintió que le faltaba algo.

Después de estar en la cama dando vueltas, Auston decidió acercarse a oler a Ruan Tang y lo despertó.

Ruan Tang: "..."

Ruan Tang se quedó sin palabras, no sabía qué pasaba con el fetiche de Auston de oler, chupar y tocar a la gente, pero se vio obligado a convertirse en un gatito obediente y dejar que lo chupara y tocara.

"¿No me tienes miedo?" Auston estaba manoseando a Ruan Tang, pero cuando vio que éste estaba despierto y le miraba en la oscuridad, sintió de repente la necesidad de hablar con él.

En realidad tenía bastante curiosidad por el hecho de que Ruan Tang no le tuviera miedo, había tenido curiosidad por esto desde la primera vez que vio a Ruan Tang.

Auston es bastante consciente de sí mismo, cree que tiene fama de ser un hombre feroz en el planeta y tiene el efecto de que "los niños lloren", cuando alguien lo miraba, especialmente los Omegas, temblaban de miedo.

Pero Ruan Tang, en cambio, parecía no tener temor de él.

Ya sea la primera vez que se conocieron y dijo que quería despellejarle y desenterrar sus glándulas, o el momento en que apareció de repente en su habitación en mitad de la noche y le despertó de forma extraña, dejó a Auston bastante sorprendido cuando noto que Ruan Tang no demostró temor, otro en su lugar, hubiese salido huyendo.

"Señor, realmente no tengo nada que temer en realidad". Los nervios somnolientos a mitad de la noche hicieron que Ruan Tang fuera completamente incapaz de luchar contra el cansancio para responder a la pregunta de Auston, y sólo pudo responderle casualmente.

No sabía por qué no tenía miedo de Auston, pero simplemente no sentía temor alguno.

Si había que preguntarle, Ruan Tang sólo podía explicarlo diciendo que era valiente por naturaleza.

Auston parecía no estar preparado para esta respuesta: "¿No tienes nada que temer?".

Como el famoso hombre psicópata de la Estrella Imperial, era la primera vez que escuchaba una respuesta así.

"Sí, así es, de hecho no das miedo en absoluto, o no das tanto miedo como las leyendas y tu propia imaginación te hacen ver". Ruan Tang bostezó somnoliento, con muchas ganas de dormir, su cerebro era un caos, y sus manos suaves acariciaron el hombro de Auston: "Así que, se un buen chico, ten un poco más de confianza en ti mismo."

Después de casarme, los que me traicionaron renacieronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora