Después de casarme, los que me traicionaron renacieron

👨‍⚕️Capítulo 71👨‍⚕️

Auston se quedó despierto hasta altas horas de la noche con los papeles del divorcio que había preparado, sin saber cómo iba a hablar al petulante y pegajoso omega lo del divorcio.

¿Y qué podía hacer para evitar que gritara y llorara?

Estaba indeciso, y antes de que se diera cuenta, era muy tarde en la noche.

Cuando levantó la vista para ver la hora, se dio cuenta de que ya era hora de irse a dormir, y que esta noche, de alguna manera, el habitualmente molesto Ruan Tang no le había acosado con mensajes.

No sabía si se había quedado dormido, o si había escuchado sus consejos y había decidido abandonar su lucha. Se sintió aliviado cuando revisó las cámaras de vigilancia y vio que Ruan Tang se había quedado dormido en su habitación.

"No estoy dando largas a propósito, sólo lo vi dormido y no quise despertarlo". Auston se dijo a sí mismo, e inmediatamente metió los papeles del divorcio, que había sacado una y otra vez, en un cajón.

Miró a través de la proyección a Ruan Tang, que dormía en el dormitorio.

Ruan Tang dormía en una posición bien educada y disciplinada, acurrucándose como una bola, con el aspecto de un gato joven puro e inocente, indescriptiblemente tierno y lindo, aunque había un detalle que no pasó desapercibido.

Auston no recordaba dónde había leído que esa postura de dormir en un omega era un signo de inseguridad.

Cuando pensó en las desgracias de Ruan Tang desde que era un niño, y en cómo estaba a punto de asestarle un golpe con él divorcio ahora que había conseguido rehacer su vida, un sentimiento de piedad y amor le invadió de repente.

Quería ver a Ruan Tang por alguna razón. Quería verlo en persona, no a través de una proyección.

Auston siempre había sido un hombre que hacía lo que se le antojaba, y cuando pensó en eso, bajó las escaleras y empujó silenciosamente la puerta de Ruan Tang como un ladrón.

Quería volver a verlo bien antes de divorciarse.

Cuando empujó la puerta de la habitación de Ruan Tang, Auston sintió un fuerte olor a feromonas omega. El cuerpo habitual de Ruan Tang que olía a orquídeas y ciruelas, ahora la fragancia es extremadamente fuerte.

"¿Ruan Tang, Ruan Tang? ¿Qué te pasa?" Auston se sobresaltó al instante y corrió hacia la cama de Ruan Tang.

Aunque no le gustaba que las feromonas se enredaran entre sí y que liberaran sus propias feromonas ante él, como alfa, Auston sabía sólo por instinto que la concentración actual de feromonas de Ruan Tang era anormal.

O su celo está a punto de llegar, o Ruan Tang estaba enfermo.

Ruan Tang tampoco sabía qué le ocurría, quizá por el repentino cambio de temperatura, el reciente ajetreo de ir y venir entre la familia Ruan y la presidencia de la Asociación de Protección Omega, y el agotamiento excesivo, y que por la noche seguía pensando en las palabras de aquel "criado" en su mente todo el tiempo, y se debatía en cómo tratar de conquistar a Auston, fue que lo llevaron a este estado febril.

En cuanto se metió en la cama, se quedó dormido, y nada más hacerlo le dio fiebre. Como omega, aunque siempre había actuado con dureza, no podía controlar su débil constitución.

Estaba ardiendo, sudando por todo el cuerpo, y varias veces medio luchó por levantarse de la cama, y su conciencia le decía que no podía quedarse así, que debía levantarse y gritar para que alguien le trajera medicinas, pero no podía levantarse y no podía ejercer algún movimiento aunque se esforzara.