Capítulo 20 - Poder asistir o no

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En el restaurante
Arizona y sus amigas estaba celebrando el triunfo de la carrera, con una deliciosa cena, unos tacos al pastor deliciosos y limonada

-Ey ¿Qué hablaste con tu vecina? - pregunta Amelia con un taco en la boca

-Cosas - sonríe involuntariamente

-Mmm... ¿Que cosas? ¿SE PUEDE SABER? - pregunta Carina muy intrigada

-Mmm, no - Arizona no quería hablar de Callie con sus amigas, bueno, aún no

-Arizona tú vecina y tú se gustan tanto que ya lo notamos - April le sonríe a su amiga

-Tal vez- Arizona comía su taco con muchas ganas

-No me parece que nos dejes intrigadas - Cruza los brazos Carina

-Esta bien, intensas ¿Que necesitan saber? - pregunta Zona algo irritada

-Aparte de besos, ha pasado algo más ? -Amelia estaba más interesada en eso que en la cena y Amelia era de las chicas de las que comían y no se llenaban

-No, solo besos, y no lo niego... esos besos me hicieron sentir, tan bien que no puedo describirlo - Arizona trata de no sonrojarse pero era evidente

-Zona, no me digas que te estás enamorando - Carina sonreía, como April y Amelia

Arizona solo pensaba "Creo que estoy más que eso" pero admitirlo era una cosa, sabía que si lo admitía estaba comprando el boleto de su corazón a la montaña rusa de Torres
-No se, tal vez - Arizona lo dice algo nerviosa, saber que se estaba enamorado no era algo que le gustara

-Zona, sentir es bueno, es hermoso, todo florece - Era April la romántica empedernida la que hablaba

-Bastaaaa - Arizona estaba roja como tomate y sonreía sin querer hacerlo, o estaba enloqueciendo o sus amigas tenían razón

-Awww hace rato no te veía así - ríe Amelia intimidado a su amiga

-Mejor hablemos de... ¿El anillo para cuando? - Arizona sabía que ese tema era el del momento, Carina esperaba ese anillo más que el pago del mes

-Ehhh... - Amelia casi se atraganta con su bebida y Carina estaba esperando una respuesta - Seguramente pronto - sonreía Amelia entre labios a su novia y le hacía una mirada matadora a Arizona que había cobrado venganza por haberla puesto roja.
La noche de las cuatro amigas pasó entre risas y risas

El día después
En la casa Torres toda la mañana hubo un despelote, un caos, Sofía tenía su primer recital del ballet y se le habían perdido sus zapatillas, pero mamá Callie las encontró gracias al cielo o la pequeña tendría un ataque al corazón y estaba muy joven para eso.

Mientras Callie y Sofía almorzaban

-Sofi quiero que te lo comas todo, por eso hice pastas hoy - Callie estaba preocupada porque Sofía no había desayunado bien y no había tocado nada del almuerzo, al paso que iba no iba a bailar si no a desmayarse

-Mamá no tengo apetito, mi estómago da vueltas como licuadora - La niña estaba tan nerviosa que Callie podía sentir como movía con desesperación sus piernas debajo de la mesa

-Cariño te va ir estupendo, eres estupenda - sonríe Callie acariciando el rostro de Sof

-Y si me equivoco mamá y todos se burlan de mi? - Sofía baja su cabecita

-Eso no pasará Sof, tranquilízate - Callie se levanta y abraza a su pequeña

-Me siento algo mejor - susurra la pequeña mientras su mamá le daba un abrazo estripando a la pequeña

Al lado de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora