8.- Objetivos

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Aquél hombre pelirrojo de mirada alargada y fría, arribó en el aeropuerto al anochecer, llevaba únicamente una goma de mascar en el bolsillo y una identificación.

Lo demás lo conseguiría ahí mismo, pues aún tenía un día para prepararse.

—Nombre completo por favor. —solicitó la recepcionista.

—Hisoka... Hisoka Morrow.

Se instaló en el hotel más barato de la ciudad y no precisamente por falta de dinero.

Sus primeras presas se encontraban viviendo como cucarachas en aquél barrio y no podía esperar más a que la gran noche comenzara.

Compró un set de maquillaje y ropa especial para la ocasión, un juego de cartas e incluso recorrió sin ningún temor por las desconocidas calles.

Saludó amistosamente a cada habitante que se encontraba mientras dentro de su mente seleccionaba quienes morirían y quienes merecía la pena dejar vivir.

Regresó al hotel para tomar una ducha y dormir bien, si es que podía, pues la emoción que sentía al estar en ese lugar le provocó una erección.

Su fantasía estaba por cumplirse.
Depurar a toda una ciudad él solo.

En el centro de la ciudad, el hospital general seguía en funcionamiento las 24 horas, Leorio terminó el turno de día y era momento de recobrar energía, con la intención de descansar, regresó a su pequeño departamento en un edificio habitacional para estudiantes.

Se tumbó en la cama y arrojó una tras otra prenda del uniforme al suelo. Su celular sonó y decidió tomar la llamada sin muchas ganas.

—¿Qué pasa, Pokkle?

—Vas a decir que soy un maldito insistente pero soy conciente de ello, pasa de lo que planeas y ven al refugio, se está esparciendo el rumor de que extranjeros han llegado a la ciudad para depurar y se convertirá en un infierno, el hospital no es seguro, será el primer sitio que quieran destruir.

—Pokkle, te diré la verdad, no tengo la intención de seguir viviendo.

—Leorio, no digas eso, estás hablando de algo muy serio, eres un estudiante de medicina con una gran carrera por delante, ¡no lo desperdicies así!

—¿Y qué hemos estado haciendo? ¿no estamos desperdiciándonos más al ignorar a los pacientes débiles? ¡dime qué se supone que debemos hacer como médicos! ¡estamos permitiendo y promoviendo algo que luchamos cada día por evitar! si no puedo salvar vidas, entonces no quiero la mía.

—¿Te estás escuchando? hablas como un loco, amigo. Vamos, todavía tienes la oportunidad. —suplicó Pokkle con un nudo en la garganta— Eres uno de los pocos médicos jóvenes que quedan, si mueres, no podrás demostrar que valió la pena el sacrificio de los demás.

Leorio tragó saliva al escuchar a su compañero al borde del llanto, también había resentido la pérdida de alguien importante, el año pasado, su novia Ponzu, pasante veterinaria, había sido cruelmente asesinada por intentar proteger especies raras que al final fueron vendidas en el mercado negro.

Pokkle recordaba con mucho dolor aquella pérdida.

—Todos hemos perdido algo, Leorio, pero si seguimos aquí, no dejemos que sea en vano.

La llamada terminó dejando a Leorio decepcionado de sí mismo, abandonando la idea de defender lo indefendible.

LA PURGA En HxHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora