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Katsuki delineó lentamente la línea marcada en la espalda de Shoto. Su lindo amante descansaba plácidamente sobre un par de cojines rellenos de finas plumas de ave.

—¿Que ocurre Katsuki? Me ves preocupado—. Cuestionó Shoto

—Solo pensaba... En solo dos días es nuestra boda, pero en cualquier momento se enteraran todos, y no sabré como protegerlos. Si los dejo en el Inframundo por siempre Izuku se marchitaria como una flor, y tú jamás me perdonarías no volver a ver el sol.

Shoto amaba el mundo mortal, pero su presencia generaba muertes y penas por donde iba, así que procuraba alejarse de los seres vivos más vulnerables como animales pequeños o niños recién nacidos, no porque no controlará sus poderes, pero era tan abrumador que a veces se desbordaba cuál río crecido.

—Bueno, eso no pasará, amo el mundo mortal pero los amo mas a ustedes dos e Izuku es fuerte, él no haría algo que no desee. Además... Al fin tendrás esa familia que tanto deseabas.

Shoto se recostó boca arriba y se llevó las manos al rostro.

—Lamento que... Yo jamás... — Su voz se entrecortaba con cada palabra, estaba llorando—. Jamás te di descendientes, lamento ser estéril.

Hacía muchos años, Shoto se había preguntado por qué no tenía hijos si había consumado el acto con Katsuki, había entonces visitado el pabellón de la medicina, y le habían dado una trágica noticia que marcaría sus pesadillas de ahí en adelante; Endeavor había maldecido a sus cuatro hijos para que no pudiesen tener herederos, aún así Shoto no le había dicho a sus hermanos pues mantenía la esperanza de encontrar una cura. Además de eso, su relación con Katsuki había acabado por un tiempo, Shoto le había dicho que no lo amaba más, y le había cerrado las puertas del Inframundo, claro que no habían pasado más de tres años cuando Kirishima le había suplicado que hablara con Katsuki pues cada día este se volvía más violento y generaba más tragedias, al explicarle la verdad tras su separación Katsuki casi lo había matado, pero su reconciliación fue rápida y pronto volvieron a ser amantes.

Katsuki le tomó las manos y le limpió las lágrimas, luego se inclinó para besarle la frente.

—Tú ya eras mi familia, con o sin hijos, y esta boda solo hará mas grande nuestro nido y fortalecerá nuestro amor

—Pero si Izuku quiere hijos, yo no...

—Eso es lo de menos, escuchame... Te amo, los amo... Y esto es solo el inicio.

Katsuki besó sus mejillas, su cuello, su clavícula, iba bajando lentamente y sus manos amenazaban con entrar por entre los pliegues de la toga.

—Espera... Katsuki... Aún no estamos casados

—Eso nunca nos ha detenido

—Mis hermanos están en la sala del trono, escucharán...

—Entonces... —Katsuki lo tomó de las piernas y se posicionó hábilmente entre ellas, Shoto se abrazó a él por instinto—. Lo mejor será que no hagas ruido.

Shoto llevó sus manos directamente a la boca cuando sintió el miembro del rubio presionandose contra su entrada.

—¿Y si alguien entra?

—Que aprendan tus criados a no irrumpir en la habitación de su Rey.

Shoto se mordió los labios con fuerza cuando Katsuki comenzó a moverse. Posiblemente no lo harían solos en mucho tiempo, así que estaba bien una última vez solteros.

...

Izuku asomó su rostro por el balcón, Shoto sostenía su yelmo oscuro en alto y lo miraba emocionado.

Greek God'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora