Capitulo ocho:¿Pero no que Poseídon y Atenea se odian?

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Entonces Percy vio a Adrián, Theo, Draco y a su madre con la bolsa que estaba todo lo que había recolectado en sus misiones anteriores, habían llegado donde ella, su madre fue la primera en llegar a ver cómo estaba y abrazarla, fue seguida por Draco que también la reviso como estaba bien, Theo y Adrián fueron a abrazarla, al parecer si que la habían extrañado. Aunque ella era feliz en esos momentos y más al saber que estaban bien; y que las cazadoras no le habían hecho nada, pero esa felicidad no iba a durar, más porque una flecha paso rozando el brazo de Draco.

—Pero que demonios.... —decía él mientras que Percy lo agarraba del brazo y corría

—Hay que irnos —comentó Sally mientras que agarraba a Theo y Adrián para echarse a correr otra vez.




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Ellos habían llegado a la mansión Malfoy, Percy sabía que tenía que irse lo más rápido posible de ahí con su familia y también borrarles la memoria o más bien remplazar los recuerdos de ellos sin que lo notarán y justamente había aprendido el hechizo obliviate. No sabía ni cuando, ni donde o como, pero sabía que lo utilizaría en un futuro y más por quién era ella, sobre su pasado, aunque ella no sabría cómo terminaría está situación, mucho menos como iban a ser el rumbo de las cosas, todavía quedaba el hecho de que las cazadoras de Artemisa la estaban buscando a ella, lo bueno es que ya había aprendido a manejar y controlar la niebla, eso las mantendría ocupadas por un rato.

Aunque hubiera deseado saberlo antes, pero ya ni modo, ahora lo sabía, solo tenía que ver el momento adecuado y ella sabía que no era la única que lo estaba pensando, veía a su mamá perdida, parecían una lucha mental que parecía nunca acabar, debía de tomar una decisión y sabía que acabaría como lo de Gabe el apestoso, su madre tomaría la desición sobre que hacer y ella simplemente la respetaría.

—¡¡¡Percy!!! —oyó una voz que le gritaba y entonces vio a Estelle corriendo hacia ella, lista para lanzarse a abrazarla y ella acepto ese abrazo—. Me preocupe mucho —dijo la pequeña

—Descuida pequeña —comentó con voz tranquila o intentaba que sonara tranquila—. Solo fui a dar la vuelta un rato, pero ya estoy aquí y no me iré de tu lado

—A la otra avisa Percy, que tú hermana estaba preocupaba —dijo la señora Malfoy, mientras se iban acercando todos los invitados a ellos.

—Lo haré señora Malfoy —respondió ella mientras sentía que alguien le clavaba la mirada, aunque sabia de quién era.

Ya que Tom era poco discreto y más porque él tenía intentando meterse en su mente varias veces ese día

—Eso es lo bueno —contestó ella, pero ella puso esa sonrisa traviesa y Percy sabía lo que significa—. Ahora me puedes contar una de tus historias, por favor.

Percy sentía que todos la estaban mirando y no eran para más, no sabían esa tradición entre ellas, algo ya desde hace años, contar todo lo que había vivido, pero pintandoselo tan bien que casi me convencía a mi misma que no había sido una mierda todo lo que había vivido y que había sido alguien más quien lo había vivido, pero ya había pasado casi dos años que no hablaba o contaba sobre mis aventuras.

—Estelle... —dije intentando ver cómo convencerla de no hablar sobre eso—. Por favor entiende que ya no podré contar las historias

Todos nos estaban mirando con curiosidad, era obvio que estaban intrigados, pero como ella había aprendido hace años atrás:

Entre menos sepas, mejor para ti.

—¿Por qué ya no? —preguntó su hermana, para ella eran el mejor momento del día cuando oía a su hermana hablar sobre las aventuras de la hija de Poseídon.

𝑷𝑺𝑰𝑻𝑯𝑰𝑹𝑺𝑴𝑨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora