𝑷𝑺𝑰𝑻𝑯𝑰𝑹𝑺𝑴𝑨

Capitulo diescisiete:Una vieja broma entre nosotras

—¿¡¿De verdad?!? —exclamo mi amiga.

—Por milésima vez si Lav —le afirme por onceava vez—. Ahora concéntrate, si no McGonagall....

—Ya, ya entendí, mamá —dijo ella mientras rodaba los ojos, mientras reprimía una risita.

Y así nos la pasamos toda la clase, entre afirmando unas cosas y haciendo el trabajo de transformación, solo diré que esa clase estuvo algo entretenida, luego pasamos a la clase de cuidado de criaturas mágicas que nos tocaba con hufflepuff, que para mí mala suerte eran los de quinto año, entre ellos Cédric Diggory, que no paraba de mirarme, odiaba que lo hiciera, sentía de nuevo como cuando iba a la academia Yancy, un lugar donde no encajaba, pero me obligaron a ir, aunque no le tomaría importancia luego de unos meses......

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Ya había pasado la hora de comer y me dirigía hacia la biblioteca, si, se que suena raro que yo vaya allá, pero tienen libros interesantes en griego y latín, por lo cuál ya es ventaja para mi, además me reúno ahí con Theo, es el único lugar donde los dos estamos conviviendo en paz, lo cual era bueno, ya que con el podía hablar de mitología sin meterlo al mundo. Ok, se lo que está sonando, me prometí que me alejaría de ese mundo, pero si muero, quiero que alguien aparte de mi familia (osea mi mamá, Paúl, Remus y Sirius, y si señores, lo considero como mi familia) sepa algo del mundo al que pertenezco.

—Hola Theo —lo saludé en la sección de latín, dónde siempre lo hayo.

—Adhara —me saludo mientras levantaba la vista del libro que leía, que en cuanto vi el libro desee lanzarlo.

—¿Estas leyendo las aventuras de Heracles? —le pregunté, aguantando las ganas de quemar ese libro.

—Si....—me contesto él, aunque miraba con recelo el libro—. Aunque me parece un idiota sin cerebro, he de decir que no le hayo lo heróico a un tipo que solo sabe utilizar la fuerza bruta y lo tiene que ayudar la diosa de la sabiduría —me comento aún viendo con recelo el libro—. ¿Y tú qué opinas de nuestro gran héroe salvador?

Esa pregunta me hizo estremecer, no es que le tuviera miedo a ese tarado, si no más bien a la frase que utilizo: “Gran héroe salvador”, esa frase, si tan solo hubiera cambiado los pronombres, yo.... No importa, eso ya era pasado, esa antigua yo murió, está es una nueva yo, lejos de allá, tengo que actuar normal.

—Que no vale la pena reconocer a alguien que se lleva el reconocimiento solo para él y olvida a quienes lo ayudaron en el caminó —le contesté y el me sonrió.

—Al menos se que no alabaz a un cretino —comento divertido—. ¿Y sabes que el siguiente sábado ya serán las salidas a Hogsmeade?

—Ah, no, no lo sabía —respondí

—Pues ahora lo sabes —dijo él—. Para que te animes a invitar a Weasley

—Crei que no te caía bien

—No me cae bien —me corrigió—. Pero quiero que mi mejor amiga sea feliz y como veo que te hace feliz, pues a aguantarlo.

Le sonreí a él, enserio que lo quería por eso y no podía pedir otro mejor amigo como él, si ya se que pensarán: ¿Y Grover? Pues sigue siendo mi mejor amigo, enserio lo es, pero está ocupado con ser el nuevo señor de lo Salvaje, realmente no sé si sabe si me desterraron, tampoco quise preocuparlo por eso, de seguro tiene cosas más importantes que hacer que estar encima de mi, no quiero molestarlo con mis problemas.

—Gracias Theo —dije sonriéndole.

—Bueno pasando al siguiente tema me he enterado por un pájaro que tú y Weasley se besaron —insinuó él.