Página cuatro, carilla A.

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Hyunjin llegó a casa después de aquella charla, sabía que su madre hacía su trabajo a la perfección y le prometió que no le cobraría ningún tipo de dinero a los padres de Felix por la ayuda, eso lo tenía más tranquilo

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Hyunjin llegó a casa después de aquella charla, sabía que su madre hacía su trabajo a la perfección y le prometió que no le cobraría ningún tipo de dinero a los padres de Felix por la ayuda, eso lo tenía más tranquilo.

Quería justicia para su ser amado, y no descansaría hasta obtenerla. Pero para hacerlo, debía terminar de leer el diario, así podría entender mejor todo por parte de Lix.
Sacó el diario de su mochila una vez más y lo abrió en la página cuatro, se colocó los lentes y comenzó a leer como de costumbre.

No puedo creer que hayas llegado hasta aquí ¿Tanta es tu curiosidad? Podría apostar que eres Hyunjin, siempre de chismoso, pero probablemente a él ni siquiera le interese esto

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No puedo creer que hayas llegado hasta aquí ¿Tanta es tu curiosidad? Podría apostar que eres Hyunjin, siempre de chismoso, pero probablemente a él ni siquiera le interese esto.

Ahora mismo quiero hablar de Jeongin, el niño prodigio de la secundaria, quién terminó de arruinar la poca reputación que me quedaba después de todos los atentados contra mí. Después de aquella cita fallida de San Valentín con Minho, te apareciste cómo alguna especie de salvación para consolarme, al principio fue bonito de tu parte, fuiste muy amable y parecías tener buenos sentimientos, todo fue color de rosa hasta ese día; ese día donde In me confesó que le gustaba, y yo no me sentí capaz de corresponderle.
Jeongin, no es que no me gustaras, estaba pasando un momento horrible de mi vida y la depresión me carcomía por dentro, aún así no entendiste nada y resultaste igual que todos, pegando notas que me deseaban la muerte por todo mi casillero.

Que maduro de tu parte, hombre.

—Lee Felix.

—Lee Felix

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—Jeongin.. ¿Quién es Jeongin? No sabía que existía esa persona.— pensó para sus adentros, ¿Es que a caso eran todos iguales en Yonsei?

—Es un hijo de puta, cómo todos.— Juraría que oyó la voz de Felix.

—¿Por qué nunca me contaste de él? ¿Por qué nunca confiaste en mí? Podría haberte ayudado, Lix.— Otra vez a punto de romper en llanto, Hyunjin necesitaba ayuda psicológica urgentemente.

—Cuándo la depresión se apodera de tu mente no puedes pensar en otra cosa que no sea sentirte miserable y querer acabar con tu existencia, Hyunjin.— La voz resonaba en su mente y logró ver a Félix a su lado, mirándolo a los ojos.

Aquellas alucinaciones eran cada vez más reales, y le daba miedo volverse loco. No, no podía, debía mantenerse estable para justiciar a Felix.

—¡Hijo! Te tengo buenas noticias.— Entró la madre del chico a la habitación, interrumpiendo la corriente pensativa de Hyunjin. Vió el diario encima del escritorio y los ojos de su hijo humedecidos. —¿Mal momento?

—Oh, no, pasa ¿Qué sucede?— Sonrió para tranquilizar a la mujer.

—Los padres de Lix pusieron la demanda, la semana que viene comienza el juicio contra Yonsei ¡Podremos hacer justicia!— Espetó la mujer con felicidad, deseaba con toda su alma ver a su hijo mejorar, y si eso significaba meterse en un juicio, lo haría. —Por otro lado, me gustaría que supieras que si necesitas terapia, ayuda psicológica, o lo que sea, me lo digas, amor, estaré siempre a tu lado para lo que necesites.— Explicó, sabía que su hijo estaba pasándola muy mal.

—Necesito ayuda psicológica, los sueños y alucinaciones me tienen mal, quiero dejar de sentirme así. Sé que Lix no volverá, lo tengo más que claro, pero por alguna razón no puedo soltarlo, siento que lo tengo pegado al corazón.— Desvío la mirada mientras hablaba, no podría superar a Félix.

—Como desees, mi niño.

—Lix ¿Estás bien?— Preguntó el pelirojo, eran las tres de la madrugada y ya no quedaba nadie en el cine, estaban alistándose para irse

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—Lix ¿Estás bien?— Preguntó el pelirojo, eran las tres de la madrugada y ya no quedaba nadie en el cine, estaban alistándose para irse.

No hubo respuesta por parte del pecoso, quién solo guardaba sus cosas en su mochila.

—Por favor, dímelo, si necesitas algún tipo de ayuda psicológica o..

—Calla, estoy perfectamente bien, no estoy loco.— Respondió en un tono serio, para después dejar un beso en la mejilla de Hyunjin.

En el brazo derecho de Felix, pudo divisar unos cortes horizontales. Su corazón dolió, era totalmente consciente de que Lix no estaba bien, pero no podía hacer nada para ayudarlo si no se dejaba.

No iba a obligarlo.

Y más cuándo el era totalmente ajeno a todo lo que estaba ocurriendo detrás, los rumores, el acoso masivo, el rechazo.

٬  📕 ․⠀Felix's Diary  ˚ . ✦ (Hyunlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora