٬ 📕 ․⠀Felix's Diary ˚ . ✦ (Hyunlix)

Página seis, carilla A.

Oh.. mi Jinnie, siempre tan sincero y hermoso, una persona tan buena que me causaba intriga saber el por qué estabas interesado en mí, me arrepiento tanto de que mi último encuentro contigo haya terminado mal, de verdad lo siento, eras lo único que me quedaba y perderte fue lo peor que pude permitirme.

¿Lo recuerdas? Espero que sí, porque para mí fue un momento muy memorable, aquella noche en la casa de Wonyoung, antes de que todo lo malo ocurriera, tú y yo estuvimos a punto de, bueno, ya lo sabés. Tus caricias se sentían tan sinceras, tus besos tan suaves, el momento fue hermoso.
Hasta que la cagué, como siempre lo hago.
No entiendo porque fué que hice eso, pero te alejé y no volviste a hablarme después, realmente esperaba que te quedarás ahí, pero hasta renunciaste al trabajo, Hyunjin no sabes lo doloroso que fue eso para mí, me sentía un completo idiota y más por las decisiones que tomé después de eso.

Gracias por sacarme sonrisas durante tanto tiempo, por siempre interesarte en mis problemas, que aunque yo te alejara mil veces tú seguías ahí, era obvio que algún día te cansarías, eres lo único bueno de toda la mierda de sociedad, fuiste mi razón de vivir durante varios meses, puedo decir sinceramente que te amo y espero que nos volvamos a encontrar en otra vida.

—Lee Felix.

—¿Lix? ¿Que haces?— El pelirojo preguntó confundido ya que el castaño lo había empujado hacía la habitación de Wonyoung sin previo aviso.

—¿Tienes algún problema conmigo?— Preguntó directamente. —Estás muy distante y parece que me odias ¿Es por lo del otro día? Lo lamento, estaba irritable y pensé que te estabas burlando de mí, ahora lo veo con claridad y sé que jamás harías eso, perdóname por favor.

Un largo silencio se extendió hasta que Hyunjin habló.

—Jamás podría odiarte.— Respondió en tono bajo desviando su mirada, mientras sus mejillas tomaban un color rojizo intenso, eso Felix lo notó y sonrió, dejando otra vez al silencio encargarse de la conversación. —¿Hablabas en serio el otro día?— Rompió aquel silencio.

—¿Sobre qué?

—Ya sabes.. cuando dijiste que era bonito.— Felix levantó su mirada, sonriéndole nuevamente y asintió.

—Claro que hablaba en serio, Jinnie, eres hermoso, por dentro y por fuera.— El pecoso soltó una sonora risa cuándo notó lo sonrojado que estaba el pelirojo, sus mejillas hacían juego con su cabello.

Felix se acercó unos pasos hasta él y posó su mano en la mejilla derecha del más alto, cortando la distancia entre ambos. Se miraron a los ojos por unos cortos segundos, hasta que Hyunjin tomó la iniciativa y unió sus labios a los de su enamorado, como tanto había deseado por años. El beso fue correspondido por el castaño y de a poco comenzó a tornarse más intenso, el calor subía por las anatomías de los chicos y solo se dejaron llevar. Hyunjin sentía que estaba en un sueño, Felix le quitó la camisa y lo acariciaba como sí de cristal se tratase, suave y delicadamente, ese pequeño pecoso lo tenía muy enamorado.

De un momento a otro, Felix comenzó a recordar cómo Changbin lo toqueteó en el cine, el acoso sexual que sufrió en el colegio, cuando Seungmin le había tomado fotos íntimas y lo mismo con Jisung.
Empujó suavemente Hyunjin y habló agitado.

—No.. no puedo..— Cerró sus ojos intentando calmarse y se dió la vuelta.

—¿Ocurre algo? ¿Hice algo mal? Lo lamen..

—No fue tu maldita culpa, solo vete de aquí.— Habló cortante, se sentía débil.

—¿Estás bien? Tranquilo, no voy a obligarte a hacer nada..— Tocó su hombro en señal de consuelo, cuando Felix se dió la vuelta furioso y gritó.

—¡Que te vayas, mierda, déjame tranquilo! ¡No quiero volver a verte, cierra la jodida boca!— Las palabras salieron de su boca sin que él pudiera controlarlas, Hyunjin sintió que le apuñalaban directamente el corazón con cada grito que el menor le dedicaba.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero se puso la camisa y asintió, Felix ya se estaba arrepintiendo, deseaba que Hyunjin no le hiciera caso y se quedara a abrazarlo toda la noche.
Pero eso no ocurrió, el pelirojo salió de la habitación, dispuesto a no molestarle más.

Roto, era la mejor palabra para definir a Hwang Hyunjin ese día. Después de leer aquello quedó literalmente destrozado, no salió de su casa por días, no fue al colegio y no era capaz de levantarse de la cama, ni de volver a tocar el diario por más que solo quedaran dos carillas.

Felix lo amaba, lo amó, se sintió un imbécil otra vez por haberlo dejado solo, debería haberlo abrazado y no soltarlo jamás, el pecoso era una persona sensible y delicada, el debería haberlo cuidado, pero no lo hizo, solo se alejó como un estúpido a su parecer.

Su madre no entendía que pasaba, el psicólogo ayudaba bastante pero aún así Hyunjin no podía dejar de llorar todas las noches, gritándole a las estrellas cuánto lo amaba y que jamás lo olvidaría. Todavía sentía los labios de Felix sobre los suyos, su piel arder porque extrañaba sus manos tocando su cuerpo, eso jamás volvería a pasar.

Porque Felix estaba muerto.

—Está muerto, ya basta Hyunjin, no puedes hacer nada más..— Se limpió las lágrimas repitiéndose aquello como siempre.