Páginas al viento. (Epílogo)

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Recomendación por parte de la autora; leer éste capítulo escuchando bored de Billie Eilish.

Hyunjin volvió a sacar el diario después de tres días y miró la foto que poseía la carátula de éste, era Felix sonriendo, su pecho se sintió cálido, con una sensación de paz, ya no existía dolor.

Si, estaba consciente de que Lix no volvería, pero se sentía tranquilo porque se había vengado, había ayudado a que la madre de Felix ganase el juicio y todos tuvieran su merecido, Lix podría descansar en paz y eso lo tenía contento.

—Desearía que estuvieras aquí conmigo para que te sintieras feliz, aunque es un poco turbio pensar en ello, porque ya no estás.. sólo espero que tu alma esté descansando en paz, Lix, hice hasta lo imposible para hacer justicia por tí.— Seguía mirando el cielo, el atardecer, como poco a poco la luna se asomaba y las estrellas brillaban.

Una estrella fugaz pasó después de que el pelirojo dijera el nombre de Felix y una pizca de emoción invadió su corazón ¿Lix lo estaría escuchando?

—Felix, lamento haberte dejado solo aquella vez en el cuarto, es que.. no lo sé, no quería joderte, pero en realidad me gustabas, bueno, me gustas, quiero decir, estoy enamorado y..— La estrella volvió a pasar, haciéndolo callar.

Sus ojos se cristalizaron una vez más, pero ahora era de la felicidad, sabía que Lix lo escuchaba, no sabía desde dónde, pero sí sabía que cada palabra valía la pena en ese momento. Las lágrimas descendieron por sus mejillas y miró la estrellada noche, luego la foto de Felix.

—Lixie, no creo que vaya a superarte nunca ¿Lo sabes? Me hiciste muy feliz.— Sollozó, guardando el diario.

Hyunjin se secó las lágrimas y desvío su vista hacía el pavimento, una margarita salió de la nada, lo cual le pareció bastante curioso.
Esas eran las flores preferidas de Lix.
La miró con atención y sonrió levemente, concentrando su atención en la bonita planta que había crecido de golpe en un abrir y cerrar de ojos.

Tomó su mochila y se levantó de la calle, sacudiendo su ropa y caminó hasta el cementerio que quedaba a pocas cuadras de su hogar.
Buscó con su vista la tumba de Felix, hasta que la encontró.

Se acercó a pasos lentos y se arrodilló frente a ella, leyendo la inscripción una vez más. Sacó un mechero y tomó el diario, comenzando a quemar cada una de las páginas escritas encima de la tierra.

Si Felix iba a descansar en paz debía incinerar aquel diario para borrar todo ese pasado tormentoso.
Al terminar, solo se quedó mirando la tumba por unos segundos.

—Si tú no eras el amor de mi vida, no me equivoqué de amor, me equivoqué de vida.

Fin.

٬  📕 ․⠀Felix's Diary  ˚ . ✦ (Hyunlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora