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Y por supuesto, la parte de la disculpa no fue lo que esperaba, probablemente porque ni siquiera lo planeó, ni pensó llegar tan lejos.

Así que allí se encontraba, sentado frente a la puerta del apartamento de Yeonjun, desde hacía unas cinco horas, incluso Chanyeol se había marchado hacía unos minutos para buscar comida, de otra forma, su amigo se secaría allí de tanto esperar.

—Yeonjun... ¿Estás ahí? —Beomgyu soltó un suspiro chocando con fuerza su cabeza contra la puerta, había preguntado tantas veces eso que ya ni le sorprendía no recibir respuesta alguna.

—¿Estás estudiando ahora mismo? ¿Estás dormido? ¿Estás masturbandote o algo así? ¿Cómo puede una persona pasar tanto tiempo encerrada? —Beomgyu soltó un suspiro observado un pedazo de cielo oscuro desde la diminuta ventana al final del pasillo, diablos, ya hasta ganas de cagar sentía.

—Dentro de poco serán los parciales, en realidad no soy una persona de estudiar mucho pero mis notas no son tan malas... Asumo que tu debes ser el mejor de tu clase, ¿estudias mucho? —Beomgyu volvió a mirar la puerta como si lo tuviera en frente, pasando su palma por la superficie —Me siento como alguna clase de dama que espera a su esposo en la guerra. ¿Ya hiciste el servicio militar? Yo aún no, solía bromear con Hueningkai acerca de que me casaría con el para obtener nacionalidad estadounidense y no hacerlo. Pero creo que Soobin ya me robó la vuelta —El castaño soltó una risa negando con la cabeza.

—¿Sabías sobre eso? Fue algo sorpresivo para mí, ¿qué tan pequeño puede ser el mundo? Había estado tan concentrado en mi propia mentira, que incluso había pasado desapercibido el comportamiento raro de los dos, a excepción de las muchas veces que Soobin fingía ir al baño, ya sabía yo que una persona no podía cagar tantas veces al día. Es sorprendente que se conozcan desde que estábamos en secundaria, ni siquiera recordaba el rostro del chico de las entregas, así que él era el tal Soo, ¿bastante obvio no crees? Al principio estaba algo molesto con Hueningkai por no haberme contado que ya sabía la verdad, pero pensadolo bien, en realidad el que debió haber confesado era yo —Beomgyu hizo una pausa tragando saliva, dudando si decir eso o no, pero, ¿qué más daba? —¿Desde hace cuánto sabías la verdad? Lamento haberte puesto en una situación tan incomoda, me siento avergonzado de que me vieras actuar así. Yo...

—Putamadre, esto parece una novela romántica —Chanyeol emitió una risa de pie a unos pasos de él sosteniendo una bolsa de una tienda de conveniencia en sus manos. Detrás suyo, se encontraban Soobin y Hueningkai, quienes también tenían una sonrisa en su rostro.

—Idiota —Beomgyu bufó tratando de disimular su vergüenza.

—¿Estás muy cansado? —Soobin lo miró con un deje de pena e incomodidad, probablemente seguía en proceso de descubrir que su empleada en realidad era empleado, tenía pene, se gustaba de su hermano y quería cogerselo.

—No lo suficiente —Beomgyu respondió levantándose de su lugar, sintiendo sus piernas y trasero entumecido producto de pasar varias horas en un mismo lugar. Carajo, a ese paso se volvería plano y no podría conquistar a Yeonjun.

—Ven, bajemos a cenar, compré unas cervezas para pasar el rato —Chanyeol habló, moviendo la bolsa entre sus manos con aire sugerente a lo que Beomgyu dudó apretando los labios.

—Ve, estoy seguro que JunJun entendió que quieres disculparte, dale tiempo —El mayor le palmeó el hombro en forma de apoyo.

—¿Puedo volver mañana? —Soobin asintió, todo porque se fuera.

—Bien, entraré, regresen a casa a salvo —Beomgyu se apartó de la puerta, dándole paso al mayor quién les dirigió una última sonrisa —Llámame cuando llegues a casa, Hyuka.

Serendipia | Yeongyu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora